Juan Cortés, Duquende, es una de las grandes estrellas del nuevo flamenco, a pesar de que él no cree mucho en las etiquetas ni presume del reconocimiento de la crítica y el público. Este gitano catalán, nacido en Sabadell en 1965, acaba de publicar su sexto álbum, Mí forma de vivir, un trabajo en que, finalmente, toma las riendas en solitario y muestra toda su personalidad, a pesar de tener siempre en mente sus totems: los clásicos del cante y Camarón, su descubridor. Presentará sus nuevos temas mañana sábado al Teatro Monumental.
Ha pasado seis años desde la publicación de tu anterior disco en solitario, 'Samaruco'. Esto es mucho tiempo.
Pues sí, son muchos años, pero durante este tiempo he sido muy ocupado, haciendo varias colaboraciones y yendo de gira por toda por todas partes con la banda de Paco de Lucía. Cuando llegaba a casa después de tantos conciertos el último en que pensaba era al entrar a un estudio. No podía hacer nada hasta que no encontrara tiempo para mí mismo. Yo siempre digo que discos son como un hijo, cada uno se tiene que pensar, trabajar y cuidar con mucha cura. Pero siempre llega el momento en que necesitas expresar el que puertas dentro.
Cuáles diferencias presenta Mí forma de vivir' respecto a tus anteriores trabajos?
El título lo refleja. Por primera vez he hecho un disco donde ha predominado mi punto de vista. He podido elegir las maneras de cantar, la formación de los palos flamencos Hasta ahora me dejaba guiar por mis collaboradors, el que decía Paco de Lucia, Tomatito o Isidro Sanlúcar iba a misa. Pero gracias al rodaje y a la experiencia que he adquirido por fin he podido hacer un disco a mi manera. Por eso he necesitado tanto de tiempo.
A Mí forma de vivir cuentas con colaboraciones de genios como Carles Benavent.
Si, todo un lujo! En Carles y yo somos muy amigos desde hace unos 25 años, mantenemos una relación muy entrañable. Hemos tocado muchas veces juntos, puesto que también formaba parte del sexteto de Paco de Lucía. Es de largo el mejor bajista de flamenco que hay en el mundo y como persona es un tío cómo hay pocos... Es un catalán con mucho de arte. Felices fiestas nos hemos montado juntos! (río).
Después de tantos años de carrera, te ves ya como un músico consagrado?
Y ahora! Yo sólo me considero un pobre forofo, fanático del cante y del flamenco antiguo.
Hombre, pero es para sentirse orgulloso que te reconozcan como uno de los sucesores de Camarón.
Sí, y tanto. Gracias a Diez, traigo muchos años en el mundo del flamenco, yendo arriba y abajo por todo el mundo y teniendo la oportunidad de demostrar el qué valgo. Pero el reconocimiento a gran escala y todo esto más bien me es indiferente, a mí el único que me interesa es poder subir a un escenario, soltar mis quejíos y que al público le guste.
Es conocida por todo el mundo tu obsesión por Camarón ya desde muy pequeño.
Si, si, desde los tres o cuatro años ya era todo uno hacen. Siempre me cerraba a escuchar sus canciones, me ponía a cantar imitándolo hasta que parecía que se me fuera a romper la vena. Mis padres estaban extrañados y preocupados, miraban de enviarme a la calle a jugar a fútbol como el resto de niños, pero yo seguía cantante mientras chutaba la pelota. Cuando comíamos murmurejava sus canciones, me vestía como él, a la peluquería pedía que me peinaran como él... era uno no parar. El más fuerte de todo es que por aquella época Camarón no era ni mucho menos reconocido como el genio que ahora todo el mundo sabe que es. De alguna manera, por instinto, sin que nadie me lo dijera, supe captar su arte.
Fue él quien te descubrió y quien te dio la oportunidad de mostrar tu arte al gran público
Cuando era pequeño, nunca me perdía ningún concierto de los grandes del Flamenco que venían a Barcelona. Siempre me esmunyia al backstage para correr por los camerinos y estar cerca de los artistas. Así lo hice también cuando vino Camarón, que en aquellos tiempos tocaba a la formación del Turronero. Campant por allá fui a estallar a su lado. Las gitanas se reían de mí porque era clavado a Camarón, con los mismos peines, ropa y peinado. Decidido, le canté cuatro cosas tal y como sabía y lo debería de impresionar, porque le pidió al Turronero si me podría subir al escenario un rato durante el concierto. Gracias a él, y con nuevo anyets, pude cantar por fandangos y bulerías ante dos o tres mil personas. El público no me quería dejar marchar del escenario.
Cruces que el flamenco es patrimonio único de los gitanos?
Creo que el flamenco es un idioma que a los gitanos nos sienta muy bien. Lo canto nos viene de raíz, al igual que pasa con el blues y los negros. Además, la lengua caló se adapta como un guante a esta música.
La técnica del 'cante' se puede aprender o tienes que nacer con un don especial?
Creo que uno tiene que nacer cantaor, pero después necesita adquirir experiencia y conocimiento para llegar a sacar todo el que tiene adentro. Por eso decía antes de que ser un forofo del flamenco es muy importante, se tiene que escuchar todo el flamenco posible y aprender de los maestros, del canto antiguo. Si te zoco sincero, yo tampoco entiendo mucho, de canto , tanto sólo me dejo guiar por las sensaciones, que son las auténticas expertas. Cuando escuches algo que te pone la piel de gallina, seguro que es bueno.
Cada día hay más músicos de varias procedencias que hacen interactuar el flamenco con otros estilos.
Me parece fantástico que haya artistas que quieran fusionar el flamenco con otras sonoridades. A mí también me gusta escuchar otras músicas, desde el funky hasta el rock' roll o el hip hop. Agradezco todo aquello que me acaricie el oído. Pero yo zoco un purista que siempre tiene a la mente lo canto antiguo. Intento hacer un flamenco moderno, pero con raíces a la tradición.
Qué camino indicarías a alguien que se quisiera aficionar a escuchar flamenco?
A un neófito si lo tiras de golpe al canto antiguo, el más puro, le haces aburrir el flamenco por siempre jamás, porque no entenderá nada. No creo que te sorprenda, pero yo recomendaría Camarón (río). De verdad, es una figura esencial, que conmueve a todo el mundo. Tengo amigos catalanes de pura cepa que siempre me decían que no los gustaba el flamenco, que nunca los había interesado. Todo va cambiar cuando los dejé un disco del gaditano; desde entonces, no lo han podido parar de escuchar.
Ha pasado seis años desde la publicación de tu anterior disco en solitario, 'Samaruco'. Esto es mucho tiempo.
Pues sí, son muchos años, pero durante este tiempo he sido muy ocupado, haciendo varias colaboraciones y yendo de gira por toda por todas partes con la banda de Paco de Lucía. Cuando llegaba a casa después de tantos conciertos el último en que pensaba era al entrar a un estudio. No podía hacer nada hasta que no encontrara tiempo para mí mismo. Yo siempre digo que discos son como un hijo, cada uno se tiene que pensar, trabajar y cuidar con mucha cura. Pero siempre llega el momento en que necesitas expresar el que puertas dentro.
Cuáles diferencias presenta Mí forma de vivir' respecto a tus anteriores trabajos?
El título lo refleja. Por primera vez he hecho un disco donde ha predominado mi punto de vista. He podido elegir las maneras de cantar, la formación de los palos flamencos Hasta ahora me dejaba guiar por mis collaboradors, el que decía Paco de Lucia, Tomatito o Isidro Sanlúcar iba a misa. Pero gracias al rodaje y a la experiencia que he adquirido por fin he podido hacer un disco a mi manera. Por eso he necesitado tanto de tiempo.
A Mí forma de vivir cuentas con colaboraciones de genios como Carles Benavent.
Si, todo un lujo! En Carles y yo somos muy amigos desde hace unos 25 años, mantenemos una relación muy entrañable. Hemos tocado muchas veces juntos, puesto que también formaba parte del sexteto de Paco de Lucía. Es de largo el mejor bajista de flamenco que hay en el mundo y como persona es un tío cómo hay pocos... Es un catalán con mucho de arte. Felices fiestas nos hemos montado juntos! (río).
Después de tantos años de carrera, te ves ya como un músico consagrado?
Y ahora! Yo sólo me considero un pobre forofo, fanático del cante y del flamenco antiguo.
Hombre, pero es para sentirse orgulloso que te reconozcan como uno de los sucesores de Camarón.
Sí, y tanto. Gracias a Diez, traigo muchos años en el mundo del flamenco, yendo arriba y abajo por todo el mundo y teniendo la oportunidad de demostrar el qué valgo. Pero el reconocimiento a gran escala y todo esto más bien me es indiferente, a mí el único que me interesa es poder subir a un escenario, soltar mis quejíos y que al público le guste.
Es conocida por todo el mundo tu obsesión por Camarón ya desde muy pequeño.
Si, si, desde los tres o cuatro años ya era todo uno hacen. Siempre me cerraba a escuchar sus canciones, me ponía a cantar imitándolo hasta que parecía que se me fuera a romper la vena. Mis padres estaban extrañados y preocupados, miraban de enviarme a la calle a jugar a fútbol como el resto de niños, pero yo seguía cantante mientras chutaba la pelota. Cuando comíamos murmurejava sus canciones, me vestía como él, a la peluquería pedía que me peinaran como él... era uno no parar. El más fuerte de todo es que por aquella época Camarón no era ni mucho menos reconocido como el genio que ahora todo el mundo sabe que es. De alguna manera, por instinto, sin que nadie me lo dijera, supe captar su arte.
Fue él quien te descubrió y quien te dio la oportunidad de mostrar tu arte al gran público
Cuando era pequeño, nunca me perdía ningún concierto de los grandes del Flamenco que venían a Barcelona. Siempre me esmunyia al backstage para correr por los camerinos y estar cerca de los artistas. Así lo hice también cuando vino Camarón, que en aquellos tiempos tocaba a la formación del Turronero. Campant por allá fui a estallar a su lado. Las gitanas se reían de mí porque era clavado a Camarón, con los mismos peines, ropa y peinado. Decidido, le canté cuatro cosas tal y como sabía y lo debería de impresionar, porque le pidió al Turronero si me podría subir al escenario un rato durante el concierto. Gracias a él, y con nuevo anyets, pude cantar por fandangos y bulerías ante dos o tres mil personas. El público no me quería dejar marchar del escenario.
Cruces que el flamenco es patrimonio único de los gitanos?
Creo que el flamenco es un idioma que a los gitanos nos sienta muy bien. Lo canto nos viene de raíz, al igual que pasa con el blues y los negros. Además, la lengua caló se adapta como un guante a esta música.
La técnica del 'cante' se puede aprender o tienes que nacer con un don especial?
Creo que uno tiene que nacer cantaor, pero después necesita adquirir experiencia y conocimiento para llegar a sacar todo el que tiene adentro. Por eso decía antes de que ser un forofo del flamenco es muy importante, se tiene que escuchar todo el flamenco posible y aprender de los maestros, del canto antiguo. Si te zoco sincero, yo tampoco entiendo mucho, de canto , tanto sólo me dejo guiar por las sensaciones, que son las auténticas expertas. Cuando escuches algo que te pone la piel de gallina, seguro que es bueno.
Cada día hay más músicos de varias procedencias que hacen interactuar el flamenco con otros estilos.
Me parece fantástico que haya artistas que quieran fusionar el flamenco con otras sonoridades. A mí también me gusta escuchar otras músicas, desde el funky hasta el rock' roll o el hip hop. Agradezco todo aquello que me acaricie el oído. Pero yo zoco un purista que siempre tiene a la mente lo canto antiguo. Intento hacer un flamenco moderno, pero con raíces a la tradición.
Qué camino indicarías a alguien que se quisiera aficionar a escuchar flamenco?
A un neófito si lo tiras de golpe al canto antiguo, el más puro, le haces aburrir el flamenco por siempre jamás, porque no entenderá nada. No creo que te sorprenda, pero yo recomendaría Camarón (río). De verdad, es una figura esencial, que conmueve a todo el mundo. Tengo amigos catalanes de pura cepa que siempre me decían que no los gustaba el flamenco, que nunca los había interesado. Todo va cambiar cuando los dejé un disco del gaditano; desde entonces, no lo han podido parar de escuchar.