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Redacció

El arte de hacer zapatos a mano

Ramon Cuberta. Sabater artesano. Retrato escrito.

El orriuenc Ramon Cuberta trabajaba en la gestión del mundo de la arquitectura hasta que admitió que no era feliz en un trabajo así. Un viaje en Londres donde buscaba respuestas inciertas sobre su futuro le sirvió para descubrir todo un mundo de sastres y zapateros que hacían vestidos y zapatos a mano. "Era un oficio que yo entendía cómo perdido en nuestro país, me quedé muy sorprendido al ver todo aquello y me influenció hasta el punto de pensar que aquí estaba la respuesta a mis preguntas", explica Cuberta. Y así fue, este fue el punto de partida para convertirse en zapatero artesano. Aprendió de la mano de la maestra artesana que trabajó durante más de 35 años para Jonathan Lock, asistiendo a su taller de Barcelona y posteriormente al de Norman Vilalta, otro de los grandes zapateros de la ciudad. "Este fue mi aprendizaje definitivo, donde me enseñaron el oficio y las herramientas para hacer zapatos", recuerda. Ahora hace dos años que Cuberta dispone de su propio negocio, primero al barrio del Borne y ahora con su propio local a la calle Mònec de Barcelona.

Un viaje a Londresva servir a este orriuenc para descubrir un oficio que creía que se había perdido

Cómo es el trabajo de zapatero artesano?
Hacer zapatos a medida implica hacer más de 200 pasos, utilizar diferentes herramientas e implica tener una cierta flexibilidad en diferentes competencias y ámbitos. El compromiso es que totalmente todo está hecho a mano y que no hay un proceso productivo mecanizado ni trabajo en cadena. Esto representa una duración mucho más larga. Yo tardo un mes al hacer un par de zapatos.

En que se caracterizan tus zapatos?
La forma, las líneas más rectas... Pero la intención es que se vea que está hecho a mano, igual que sabes diferenciar un buen vino. Hay lugares donde una herramienta en las manos sí que puede llegar pero una máquina no, y esto también influye en los detalles y la presentación. Por otro lado, un zapato a medida actúa como una segunda piel y se coge al pie sin impartir dolor en ningún punto.

Cuál es el perfil de público?
Un 70% es de fuera y un 30% son catalanes. Mayoritariamente son norteño de Europa y acostumbra a ser gente de un nivel mediano-alto que se los gusta el tipo de vestir que huye de las marcas generalistas. Además, también es un perfil de cliente que viene aconsejado por 'bloguers'. He tenido la suerte que han hablado de mí y esto quiere decir que algún interés puedo tener de cara al público.

En qué momento se encuentra el sector?
En el siglo pasado había sido un sector muy prolífico en Barcelona y cada tres portales había un zapatero haciendo zapatos a mano. Ahora parece que se está reavivando y renaciendo. En la ciudad hay muchas propuestas y al menos media docena de zapateros haciendo su especialidad, desde zapatos de deporte hasta más innovadoras y creativas. Yo estoy en un ámbito más clásico.

Has innovado para adaptarte a los nuevos tiempos?
Donde me he tenido que espabilar más es al dar a conocer el que hago a través de redes sociales e Internet. También he evolucionado en en cuanto a los aspectos de máximo confort y comodidad. Hay zapateros que sí que han introducido metodologías más modernas, pero pienso que un buen zapato artesano y tradicional tiene que estar hecha toda mano.

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