Los contenedores sepultados ubicados a la parte baja de la Riera no parecía que gustaran a nadie. Hacía años que los tenderos denunciaban su ubicación, en pleno eje comecial de la ciudad, y también el mal olor que hacían, proveniente del contenedor de residuos de fracción orgánica. Finalmente el Ayuntamiento ha decidir retirarlos, y sustituirlos por una batería de contenedores en superficie a la Muralla de Sant Llorenç.
Según informa el consistorio en un comunicado, la eliminación de los contenedores de La Riera "se hace a petición de comerciantes y vecinos del entorno". Unión de Tenderos presentó al 2011 una instancia reclamante esta medida. "No gustan a nadie, sueño del todo inadecuados e incluso peligrosos por su ubicación" explicó el entonces secretario general de la entidad, Josep Filbà. Los contenedores se instalaron en otoño de 2010, con la financiación del Fondo Estatal para la Ocupación y la Sostenibilidad Local (FEOSL). Se enmarcaban dentro de los trabajos de adaptación y ampliación de cinco áreas sepultadas de contenedores al casco antiguo de la ciudad, que en su conjunto costaron 313.000 euros
Trabajos costosos
Las obras de retirada tampoco han sido paso baratas, puesto que el Ayuntamiento ha tenido que destinar 17.000 euros. Está previsto que los trabajos se terminen esta semana. Un golpe hecha la retirada se tapará el agujero y se restituirá el pavimento.