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Sàgar Malé

El barómetro de Gasa

Al sur de la franja de Gaza, al límite con Egipto, hay un fragmento de terreno denominado el corredor de “Philadelphi”. Es una zona desolada llindant la frontera (una enorme valla ondulada de hierro con torres de vigilancia). Tiene edificios llenos de metralla, escombros, descampados llenos de escombreries y arena donde los niños a veces juegan, y a veces mueren asesinatos. No tiene ninguna función especial pero cuando viajo a Gasa intento ir porque siempre descubro algo de nuevo. Esta zona se por mí un barómetro de la situación de Gasa.

Guerra
El 2005 “Philadelphi” era una área de guerra. Israel tenía una pila de colonias a la costa de Gasa y una red de durísimos check points, que hacía complicado y llarguíssim viajar de norte a sur. El marzo fui a hacer una barbacoa a los escombros de la casa de la familia Awad. Conmemoraban, irónicamente, que hacía un año un bulldozer israelí lo había demolido en la operación “Arco iris”: las Fuerzas de Ocupación Israelíes destruyeron unas 150 casas de “Philadelphi” y del barrio cercano de Brasil (donde vivía la familia Awad).

La argumentación era, como siempre, “razones de seguridad” puesto que buscaban resistentes palestinos. A pesar de todo los Awad no podían ser sospechosos de nada a ojos israelíes. Sí que lo eran, en cambio, los miembros de la Jihad Islámica que estaban unos metros más adelante; pero su local no lo demolieron. En realidad Israel quería amanecer el área cercana en la frontera para tener un mayor control, y la mejor manera era borrar del mapa las casas de la población palestina.

Una hija de los Awad me enseñaba a los escombros de la casa donde había habido cada habitación y las historias que habían vivido. Lloraba cuando me enseñaba un mueble manufacturado pleno de recuerdos familiares insustituibles. Después fuimos en coche por “Philadelphi”. Era una peligrosa área de guerra dónde en cualquier momento los soldados ubicados a las torres del delante te podían disparar. Días antes habían matado unos cuántos niños de una escuela de sordomudos que no habían sentido los avisos de los soldados (los soldados sabían perfectamente que aquello era una escuela de sordomudos).

Tensión
El 2007 “Philadelphi” era una área de tensión. Ariel Sharon, uno de los criminales más inteligentes que han gobernado últimamente Israel, vio que la mejor y más barata manera de ocupar la franja de Gasa era desalojando las colonias. La cuestión era continuar controlando las fronteras por tierra, mar y aire y realizar con toda impunidad las incursiones militares y los crímenes de estado. La miopía internacional aplaudió de nuevo el “gesto” de Israel sin prever sus letales consecuencias. En aquel momento había ganas por parte de los palestinos y las palestinas de sentir que se habían entregado de un peso (aunque todo el mundo sabía que no era así).

Nos paseamos con la familia Awad por los restos de las antiguas colonias mientras hablaban del que habían sentido a decir: allá una playa, allá un centro universitario, allá un polideportivo, una sinagoga... También pasamos por el pueblo Al Mawasy, que anteriormente había sido rodeado de colonias y que había sufrido la mayor tensión y violencia por los colonos y el ejército israelí: los habitantes se sentían desubicats y desconfiaban de la nueva situación.

Al llegar a “Philadelphi”, a pesar de que la situación no era de guerra, la tensión era palpable: continuaba siendo una zona caliente por los israelíes que no habían dejado de controlar la frontera, por los propios palestinos que la querían controlar inútilmente e incluso por los egipcios.

Corrupción
El 2009 “Philadelphi” es una área de posguerra y de corrupción. Israel ha dejado muy clara a Gasa su cara real como estado criminal estela 1400 muertos encima la mesa. Por el ante una lamentable comunidad internacional no parece encontrar nunca motivos porque le caiga la cara de vergüenza por su no intervencionismo.

Durante la destrucción de Gasa del 2008 y 2009 los miembros de la familia Awad se convirtieron en eternos refugiados, como cualquier otra familia de Gasa. Viven cerca del corredor de “Philadelphi” donde los bombardeos fueron especialmente duros puesto que actualmente está pleno de túneles que conectan con Egipto; Israel tenía la excusa perfecta para descargar toda su rabia bajo el argumento que a los túneles se traficaba con armas. Se movían como moscas entre Rafah y Gasa sin ser acogidos por ningún país ni poder esconderse a ningún búnker.

Un día en plena guerra viajaban en coche por la noche, sin luces, y escapando de un brutal bombardeo. El hijo de la familia Awad calmaba su hija pequeña ante una siniestra coreografía de aviones cruzando el cielo, diciéndole que alguien importando se estaba casando y estaban haciendo fuegos de artificio.

Paseamos por los escombros de la guerra y también visitamos algunos de los túneles (hay de 1000 a 2000) que agujerean una área de pocos kilómetros. Básicamente han sido creados para suplir el bloqueo de Israel a la entrada de todo tipo de productos por las fronteras que controla completamente. Pero a la práctica se ha convertido en una red de mafias, negocios oscuros, y suculentos negocios por Hamas, donde además se da un incontable número de muertos y explotación infantil. Así mi última visita a “Philadelphi” tuvo que ser prudente, con contactos que nos acompañaran, puesto que de nuevo se había convertido en una zona peligrosa.