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Embalse de Terradets

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El castillo de Santo Gervàs

Caminos del Jussà es un proyecto de recuperación de los antiguos caminos de herradura y otros caminos históricos y tradicionales de la comarca del Pallars Jussà. Algunos caminos que estaban a punto de perderse se han reabierto y, en general, se han llevado a cabo trabajos de conservación, se ha instalado señalización en los cruces y se ha marcado el recorrido con marcas amarillas. El resultado es una serie de itinerarios para hacer a pie a través de los cuales se pueden descubrir los mejores rincones de esta comarca pirenaica. Os proponemos una caminata ligera, de poco más de tres kilómetros, de Sant Miquel de la Vall al castillo de Santo Gervàs.

El castillo de Santo Gervàs, o Castelló Soberano como aparece denominado en los documentos antiguos, protegía con sus cuatro torres las entradas al condado de Pallars por el desfiladero de Terradets y el Hostal Rojo, un antiguo hostal situado al norte del desfiladero del Paso Nuevo que comunica las comarcas de La Noguera con el Pallars Jussà. El camino por el Paso Nuevo fue abierto en el siglo XIII por los monjes del priorato de Meià, que lo hicieron con la intención de enlazar Vilanova de Meià con Tremp. Este camino medieval fue aprovechado posteriormente como camino ganadero por los pastores trashumantes. De hecho, Santo Gervàs formaba parte de una trama de castillos y torres de defensa edificados a los tombants del siglo XI en lugares estratégicos del Pallars Jussà que complementaban la protección natural que ofrecía el Montsec frente a los ataques de los musulmanes asentados en la Plana de Lleida.

Llegar andando al castillo por el antiguo camino de herradura, tal como se propone en este itinerario, permite saborear despacio todos sus encantos. El camino viejo, un ejemplo del trabajo tradicional con piedra seca, se ensarta serpentejant entre un alzinar joven que cubre las antiguas terrazas de cultivo que hace años estuvieron cubiertas por almendros y olivos y, gradualmente, a medida que se gana altura, se va abriendo hacia el sur una de las mejores panorámicas del vertiente norte del Montsec de Rúbies, el valle de Barcedana y el desfiladero de Terradets.

Justo a la entrada del valle de Barcedana y sobre un peñasco de la sierra destaca el pueblo de Llimiana, uno de los más espectaculares miradores de la Cuenca de Tremp, el Montsec y la cara sur de los Pirineo. Llimiana es conocido también por la iglesia de Santa Maria, una de las más destacadas de estilo románico del Pallars Jussà.

Iniciamos el itinerario en Sant Miquel de la Vall. Desde la iglesia se sale del pueblo por la pista que da acceso rodado al castillo de Santo Gervàs (en dirección nordeste). A los 150 metros se cruza un barranco y algo más allá se encuentra, a la izquierda, el inicio del camino viejo del castillo de Santo Gervàs.

El camino viejo se ensarta a la izquierda protegido por muros de piedra seca; todavía conserva algunos tramos del antiguo empedrado. Desde el mismo inicio a la pista se va ganando levantada haciendo algún rodeo entre antiguos bancales de cultivo hoy cubiertos de bosque. Cuándo ha ganado bastante levantada el camino empieza a adentrarse por el barranco, que siempre queda a la izquierda de la dirección que se trae. Más arriba se atraviesa un alzinar de montaña y después de un tramo de camino especialmente bonito se llega a una pista.

Después de andar unos 25 minutos encontraremos una pista que si seguimos hacia la izquierda (N) nos llevará a la pista de Aransís en Sant Miquel de la Vall (recomendable si se quiere alargar la excursión; Aransís se encuentra en 3,4 km y 55 minutos desde este punto). Si cogemos la pista hacia la derecha (S), en leve bajada, en pocos minutos se llega al castillo de Santo Gervàs.

Los restos que se mantienen muestran que tenía una planta de forma triangular con una torre semicircular a cada vértice y con una cuarta torre central más alta (16 m) al lado que daba al norte. Todo el perímetro, de unos 62 metros de longitud por 20 de anchura máxima, estaba cerrado por una muralla con paso de ronda. Al sur del castillo, y cerrado también por un muro perimetral, había el poblado medieval de los Vilots, abandonado a finales del siglo XV, que agrupaba varias casas, una iglesia, algunas fortificaciones auxiliares del castillo y un horno de cal. Hoy de los Vilots tan sólo quedan algunos restos bajo la vegetación.

A partir de aquí el itinerario transcurre siempre por pista (excepto un pequeño tramo). Primero hay que continuar por la misma pista por la cual se ha llegado al castillo, que ahora sigue planeando, hasta llegar a la ermita de Santo Gervàs.

Desde la ermita hay que volver unos metros atrás para encontrar un senderó que baja hasta enlazar con otra pista que se coge a la izquierda. Se pasa por debajo la capilla de Santo Gervàs y el acceso a las dependencias inferiores del conjunto arquitectónico medieval y se sigue por la pista hasta salir a una de nueva (que es, de hecho, la que da acceso a los vehículos en el castillo y a la ermita de Santo Gervàs). Volvemos a la pista y la seguimos recto, en bajada, hasta llegar al cruce de la pista de Aransís. Para continuar hacia Sant Miquel de la Vall se sigue bajando a la derecha (S) por la pista.

Encontraremos el cruce del camino viejo del castillo de Santo Gervàs. Se pasa de largo el punto donde se ha cogido el camino viejo de Santo Gervàs de subida. Se continúa por la pista hasta llegar al mismo punto de Sant Miquel de la Vall donde se ha empezado la caminata.

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