Cuatro amigos mataronins amantes del jazz, que soñaban con programar un festival de música a la ciudad, y que finalmente se decidieron a programar cuatro conciertos de este género que tanto los apasiona. Así nació a principios de 2008 la asociación Big Sam Hal·ler Cuarteto, haciendo una pirueta mortal sin red que supieron clavar a la primera. El ciclo inaugural, que tuvo lugar el primer tercio de 2008, fue un éxito absoluto. En tres de los cuatro conciertos al Casal Nueva Alianza se colgó el cartel de entradas agotadas. "El jazz tiene un público minoritario, así que o lo haces todo muy muy hecho o estás abocado a un fracaso seguro", explica Pere Pons, presidente de Big Sam. Encontraron la fórmula adecuada: buenas propuestas musicales (cómo Ismael Dueñas o Nono Fernández) en un entorno ideal, con el Casal convertido en una 'cava de jazz' para 200 personas, con mesas, copa de cava, pastas y frutos secos para acompañar el ritmo sincopat del jazz.
Todo va ir tanto bien que la iniciativa de programar conciertos dejó de ser puntual y se ha ido consolidando. El pasado mes de septiembre organizaron dos mes y ahora vuelven a la carga con el ciclo más ambicioso. Entre este miércoles, día 5, y el 7 de mayo se celebrarán un total de siete recitales al Casal Nueva Alianza, profundizando en la fórmula del éxito: grandes nombres del jazz estatal como Raynald Colom, Dani Nel·lo o Joan Díaz en un escenario perfecto. De nuevo se han escogido nombres de referencia, capaces de combinar el jazz más tradicional con las influencias de a salto de mata más actuales, mezclando ritmos y sensibilidades y con trabajos de cosecha propia. La elección del Casal y la programación de todos los conciertos en jueves por la noche tampoco se baladí. "La cita sirve como preludio del fin de semana, y se hace en un espacio céntrico", destaca Pons. Espacios como Privado o el Clap también han programado jazz de calidad, pero Pons afirma que "es difícil que la gente de 40 años en adelante se desplace a una discoteca de la extrarradi". Los ciclos de Big Sam hasta ahora han conseguido atraer todo tipos de público, "desde nanos de 14 años a gente de 85", afirma Pons.
Actualmente Big Sam Hal·ler Cuarteto está integrado por una quincena de personas (la mayoría de ellos vinculados a la empresa mataronina Fabrés Producciones) que mantiene reuniones periódicas para ir confeccionando las actividades musicales. Una tarea que realizan por simple amor al arte. "Negocio? qué va! Ya nos gustaría, pero en los dos ciclos que hemos hecho hasta ahora sólo nos han permitido liquidar los gastos de músicos y técnicos", destaca el presidente de la asociación. No los carece ambición, pero ahora mismo no se plantean un crecimiento desmesurado todo y el éxito de público. "Nos han hecho propuestas para ampliarlo, pero nosotros no creemos, no queremos agrandarnos. Quizás en verano hacemos un concierto más grande, como prueba piloto, pero ya veremos", constata Pons. El aforo reducido del Casal ha sido objete de quejas de la gente que quería ir a los conciertos programados por Big Sam y que se han encontrado con la taquilla cerrada. "Podría entrar más público si preparáramos la sala de otro modo, pero no queremos estar allá como en una lata de sardinas".
Colaboración pública y privada
En cualquier caso, el más recomendable para ahorrarse disgustos es comprar las entradas por anticipado, a través de la librería Robafaves o las oficinas de Caja Laietana. La entidad de ahorros es una de los colaboradoras en la organización del ciclo, junto con el IMAC y Nueva Alianza de Mataró (propietaria del Casal). La implicación de empresas privadas y del Ayuntamiento en la organización del ciclo Noches de Jazz (en cuestiones como la publicidad del acontecimiento o el alquiler de la sala) es la demostración más clara que la propuesta se ha consolidado completamente en el panorama cultural mataroní.
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