El gobierno municipal trajo al Pleno de abril una propuesta para ceder a la Generalitat el dominio de las fincas de la antigua escuela Menéndez y Pelayo y el solar adyacente con el objetivo de construir un instituto de secundaria. La propuesta sorprendió el resto de grupos municipales por la "celeridad" con que se ha traído al Pleno municipal, sin ningún debate previo y sin tener conocimiento global de mapa de equipamientos escolares de la ciudad. Así lo expresó la regidora de ICV, Conxita Calvo, que cargó contra las "prisas injustificadas" del gobierno con este proyecto y advirtió del riesgo de "reciclar equipamientos por las buenas sin dar más explicaciones".
Los argumentos del gobierno municipal pasan por la necesidad de preparar la ciudad ante la previsión que hacia el 2015 harán falta nuevas plazas de secundaria para dar respuesta al aumento de los alumnos que ahora todavía están cursando la primaria. En Mataró hay previstos, a medio y largo plazo, tres nuevos institutos: el de la ronda Pintor Extraño (a los antiguos talleres Cib), el de la finca situada a la ronda Doctor Turró, detrás el pinar de la escuela de los Salesians, y un tercero que se tiene que hacer al Sorrall. El solar del primero, el de Rocafonda, está cedido a la Generalitat que, inicialmente, preveía construirlo de cara al curso 2013-2014. La actual situación económica, pero, parece que hará imposible construir este nuevo centro así como los otros dos, que están en trámites más atrasados, y la solución "provisional" adoptada por el gobierno municipal es la de aprovechar el edificio de Menéndez y Pelayo para rehabilitarlo y prepararlo para acoger estudiantes de secundaria. Desde la oposición, ICV y el PPC advirtieron del riesgo de llevar a cabo soluciones "provisionales" que se vuelvan "definitivas", y se insistió en que no hay tanta presa y que antes de hacer nada, habría que debatir las diferentes opciones.
El regidor de Educación Pere Galbany admitió que había habido un problema a la hora de informar la oposición sobre este proyecto y los instó a hablar en una reunión cercana. Aún así, el punto se aprobó con la mayoría de votos favorables y las únicas abstenciones de ICV y la CUP, que argumentaron la carencia de información para justificar su voto. Desde el PSC, la cabeza del grupo Joan Antoni Baron aseguró que apoyaban a la propuesta "pero no sabemos porque lo hacemos", cargando de nuevo contra la carencia de rumbo del gobierno municipal y la poca información que hacen llegar a la oposición.
Los argumentos del gobierno municipal pasan por la necesidad de preparar la ciudad ante la previsión que hacia el 2015 harán falta nuevas plazas de secundaria para dar respuesta al aumento de los alumnos que ahora todavía están cursando la primaria. En Mataró hay previstos, a medio y largo plazo, tres nuevos institutos: el de la ronda Pintor Extraño (a los antiguos talleres Cib), el de la finca situada a la ronda Doctor Turró, detrás el pinar de la escuela de los Salesians, y un tercero que se tiene que hacer al Sorrall. El solar del primero, el de Rocafonda, está cedido a la Generalitat que, inicialmente, preveía construirlo de cara al curso 2013-2014. La actual situación económica, pero, parece que hará imposible construir este nuevo centro así como los otros dos, que están en trámites más atrasados, y la solución "provisional" adoptada por el gobierno municipal es la de aprovechar el edificio de Menéndez y Pelayo para rehabilitarlo y prepararlo para acoger estudiantes de secundaria. Desde la oposición, ICV y el PPC advirtieron del riesgo de llevar a cabo soluciones "provisionales" que se vuelvan "definitivas", y se insistió en que no hay tanta presa y que antes de hacer nada, habría que debatir las diferentes opciones.
El regidor de Educación Pere Galbany admitió que había habido un problema a la hora de informar la oposición sobre este proyecto y los instó a hablar en una reunión cercana. Aún así, el punto se aprobó con la mayoría de votos favorables y las únicas abstenciones de ICV y la CUP, que argumentaron la carencia de información para justificar su voto. Desde el PSC, la cabeza del grupo Joan Antoni Baron aseguró que apoyaban a la propuesta "pero no sabemos porque lo hacemos", cargando de nuevo contra la carencia de rumbo del gobierno municipal y la poca información que hacen llegar a la oposición.