El servicio de Rehabilitación del Hospital de Mataró ha ideado un tipo de prótesis para personas con la pierna amputada por encima de la rodilla –la mayoría de los casos– que se atornilla directamente al fémur a través de un implante al hueso que sobresale del monyó para conectar con la pierna ortopèdica.
El implante permite a los pacientes prescindir de la ensambladura convencional exterior que se coge al monyó de la pierna, eliminando así todos los problemas asociados a este tipo de prótesis, como la sudoración, dolores o desajustos en la fijación de la pieza. Además, la nueva técnica dota los pacientes de una mayor movilidad, autonomía y, sobre todo, sensibilidad. "Cuando andas recibes el impacto directamente al fémur y sabes si el que estás pisando es césped, arena o asfalto", explica Neus Pujolar, una de las pacientes que se ha sometido a la prueba piloto de este nuevo ingenio.
"Sentir" el fémur
Ester Muela, otra de las pacientes del Hospital de Mataró que tiene implantado desde hace dos años este tipo de prótesis, asegura que se emocionó "" el primer día que le pusieron el implante porque después de nuevo años amputada volvió a "sentir" su fémur: "Lo noté corriendo por toda la pierna. Fue muy emocionante".
Esta paciente asegura que el nuevo sistema también ha acabado con el principal problema que le daba la prótesis convencional, que era la sudoración del monyó y todas las complicaciones que hay asociadas. "Antes andaba tres minutos y ya no podía más, me costaba entrar al coche y caía porque no notaba qué estaba pisando", añade. Neus Pujolar también destaca las mejoras vinculadas a las sensaciones. "Sabes el que pisas y te mujer más estabilidad. Andas más rápido y te cansas menos", asegura. La paciente dice que el hecho de ganar este nivel de movilidad y autonomía le permite andar hasta diez kilómetros sin complicaciones excesivas, cuando con la otra prótesis prácticamente no se movía.