El incendio que el lunes 23 se declaró en un piso del Camino de los Caputxins, al barrio de Vista Alegre de Mataró, y que causó la muerte de un matrimonio y la intoxicación de una tercera persona fue provocado intencionadamente por el marido.
Bajo los efectos de la cocaína, Juan M.A., de 58 años, roció con un líquido inflamable su mujer, Agustina M. L., de 52 años, después de una fuerte discusión por un asunto de celos, según se ha extraído de la declaración a los investigadores de Alberto V.G., de 26 años, un amigo del matrimonio que se encontraba con ellos cuando se inició el fuego y que tuvo que ser ingresado por intoxicación grave debido a inhalaciones del humo. Las llamas se propagaron con tanta rapidez que atraparon al agresor.
El chico, amigo del marido, fue detenido el martes día 24, después de que los Mossos d'Esquadra descubrieran en una inspección ocular que tenía una pequeña cantidad de cocaína a su vehículo. La policía ha desvinculado, pero, la detención con el incendio del inmueble.
La investigación inicial de la policía relacionaba el incendio con las drogas, puesto que los dos muertos, Juan M. A. y Agustina M. L. , junto con uno de sus hijos habían sido detenidos el pasado día 13 de agosto por tráfico de estupefacientes. El hecho de haber encontrado restos de cocaína en el interior del inmueble reforzó esta posibilidad.
El hombre y su hijo tenían, además, varios antecedentes por este mismo delito y eran objeto de investigación por parte de la policía.
Los agentes confiaban, como así ha sido, que el testigo del joven que resultó herido en el mismo incendio aportara nuevos datos a la investigación. Alberto V.G. que fue dado de alta horas después de haber sido ingresado, explicó que el matrimonio había sido consumiendo cocaína toda la noche y que el marido se encontraba con las facultades mentales alteradas cuando se dirigió a la habitación donde dormía su mujer.
Este es un nuevo caso de violencia de género que se suma a la lista negro de los registrados este año en Cataluña. Los Mossos d'Esquadra habían apuntado anteriormente esta hipótesis, puesto que varios vecinos de la zona habían testimoniado que era habitual sentir discusiones entre la pareja.
Bajo los efectos de la cocaína, Juan M.A., de 58 años, roció con un líquido inflamable su mujer, Agustina M. L., de 52 años, después de una fuerte discusión por un asunto de celos, según se ha extraído de la declaración a los investigadores de Alberto V.G., de 26 años, un amigo del matrimonio que se encontraba con ellos cuando se inició el fuego y que tuvo que ser ingresado por intoxicación grave debido a inhalaciones del humo. Las llamas se propagaron con tanta rapidez que atraparon al agresor.
El chico, amigo del marido, fue detenido el martes día 24, después de que los Mossos d'Esquadra descubrieran en una inspección ocular que tenía una pequeña cantidad de cocaína a su vehículo. La policía ha desvinculado, pero, la detención con el incendio del inmueble.
La investigación inicial de la policía relacionaba el incendio con las drogas, puesto que los dos muertos, Juan M. A. y Agustina M. L. , junto con uno de sus hijos habían sido detenidos el pasado día 13 de agosto por tráfico de estupefacientes. El hecho de haber encontrado restos de cocaína en el interior del inmueble reforzó esta posibilidad.
El hombre y su hijo tenían, además, varios antecedentes por este mismo delito y eran objeto de investigación por parte de la policía.
Los agentes confiaban, como así ha sido, que el testigo del joven que resultó herido en el mismo incendio aportara nuevos datos a la investigación. Alberto V.G. que fue dado de alta horas después de haber sido ingresado, explicó que el matrimonio había sido consumiendo cocaína toda la noche y que el marido se encontraba con las facultades mentales alteradas cuando se dirigió a la habitación donde dormía su mujer.
Este es un nuevo caso de violencia de género que se suma a la lista negro de los registrados este año en Cataluña. Los Mossos d'Esquadra habían apuntado anteriormente esta hipótesis, puesto que varios vecinos de la zona habían testimoniado que era habitual sentir discusiones entre la pareja.