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Esther Castarnado

El jazz arranca a medio gas

Los organizadores del primer Festival de Jazz de Mataró están satisfechos de la respuesta del público pero aspiran a consolidarlo

El primer Festival de Jazz de Mataró ha dejado satisfechos sus organizadores a pesar de que reconocen que la edición de este año era sólo el pistoletazo de salida de la iniciativa y que hay que «crecer y consolidarse», en palabras de Pau Mantiene, uno de los impulsores. En este sentido, David López, del Arcadia, asegura que la voluntad es crecer: «Ahora ya hemos puesto la primera piedra, que es lo más importante, y a partir de aquí lo tenemos que hacer más grande; para lo cual ha nacido». Los organizadores admiten que la carencia de tiempo y de publicidad han sido algunos de los factores que han restado eco al festival. «Se ha hecho a contracorriente y a contratiempo, pero aún así estamos contentos del resultado», dice el mismo López.

Los actos han tenido diferente aceptación y, si bien sábado, día 4, Ramon Escaleno Trío tan sólo congregó sesenta personas al Casal La Alianza, la presentación de la Big Band Jazz Maresme en la plaza Santa Anna el día siguiente domingo sí que captó la atención de los mataronins. «Era el primer golpe que salían del local de ensayo y sonaron muy bien», explica Mantiene. La formación nació de las inquietudes de diecisiete músicos que encontraron en la Casa de la Música Popular un apoyo para poner en marcha.

A pesar de que en un principio, el festival tenía que contar con apoyo municipal, finalmente se ha organizado entre varios agentes. «Es importando el hecho que ha sido impulsado por diferentes colectivos que teníamos ganas de difundir el jazz en la ciudad», dice Mantiene, que ha valorado la respuesta del público.

Lee la crítica de Joan Salicrú