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Pere Pascual

El MACBA a Can Palacete

Las salas de Can Palacete acogen en estos días una muestra itinerante que bajo el título de “Más allá del objeto” nos hacen una cuidadosa aproximación a los movimientos artísticos que se desarrollaron en nuestro país entre los años 1956 y 1975, un periodo de tiempo crucial en el camino evolutivo del arte y que sin el conocimiento del mismo es absolutamente imposible entender el arte de finales del siglo pasado y el de hoy mismo.

La muestra está comissariada por Bartomeu Marí y esto se nota puesto que existe en su proceder un afán didáctico, muy lejano en el habitual concepto elitista y de una falsa intelectualidad que dominaba en la época Villel.

Así Marí, como muy bien explica en el catálogo, explicita que hay que partir de la idea de ruptura profunda que marca el significado creativo del siglo XX, en especial en cuando la obra de arte no dispone ya del monopolio de la creación de belleza, situándose como fuente de conocimiento y de acción. Una ruptura que en esta exposición se centra en el cambio radical que significa la traslación del impulso artístico que pasa de la propia obra al sujeto que la percibe.

La muestra que ahora podemos visionar en Mataró y que ya viene de paso por otras poblaciones del Maresme (Caldetes y Pineda) el que indica claramente nuestra “capitalidad”, está configurada por una octogésima de piezas de los más diferentes conceptos, técnicas, materiales y apoyos,que nos permiten intentar hacer aquel necesario flash-back del que significó este tiempo en su punto y momento, a la vez que podemos coger su trascendencia para las nuevas generaciones y el poso artístico que atesoran y que todavía se evidencian en muchos de los trabajos presentados, que siguen siendo vivos y actuales.

Lo hace empezando con los referentes de Àngel Ferrant, Leandre Cristòfol y Moisès Villèlia que sirven de fundamento a un camino evolutivo donde hay parada y fonda en los diversos grupos que emergen dominantes en el paso entre el informalismo y el arte conceptual, principio y final de la ruta que nos ofrece la muestra. Así tenemos ancha y aclaratoria mirada del que denominamos “pre conceptuales”, con el arte pobre y el arte minimal, con especial atención a los “Catalanes de París” con toda la fuerza de su posicionamiento político. Todo redondeado con otros nombres como Brossa, Pazos o Portabella, practicantes de otro disciplinas creativas pero que igualmente avanzan por el mismo camino.

Una exposición que de la primera a la última obra se sigue con creciente atención y en la que es difícil establecer ningún tipo de preferencia que no sea la personal puesto que la elige es magnífica el que la convierte en una muestra de muy recomendada visita y que a buen seguro será del mejor de toda la temporada. Una visita que bueno sería redondear con el magnífico catálogo que responde no tan sólo a la misma exposición, más bien también a una verdadera lección de historia de un periodo artístico crucial para entender la creación de hoy mismo.