Caja Laietana, uno de los grandes símbolos de Mataró, ha sufrido este año su definitivo ocaso. Más allá de acabar desdibujada después de pasar a formar de Bankia, la entidad creada en Mataró ha vivido sus últimos días con golpes importantes ante una gestión que se ha evidenciado como discutible en temas como la venta masiva de participaciones preferentes y deuda subordinada. El 2013 ha sido el año en el que han llegado las primeras sentencias que obligan a Bankia a devolver dinero a afectados por preferentes emitidas por Caja Laietana. Pero más allá de esto, ha sido el año en el que se ha escenificado la caída definitiva de la entidad representada en la figura de sus dos últimos directores generales: Pere Antoni de Dòria y Josep Ibern.
Ambos estuvieron citados a declarar en el Parlamento de Cataluña en el marco de la comisión de investigación de cajas. Ambos defendieron su gestión al frente de la entidad y se exculparon de cualquier responsabilidad. Primero, según Dòria, porque la emisión de preferentes estaba justificada para ser un "buen producto con buena rentabilidad" y segundo porque la gestión posterior, con los canjes en acciones y la pérdida de los ahorros de los clientes, ha sido todo "culpa de Bankia". Ibern, por su parte, también defendió la emisión de preferentes puesto que lo hicieron "bien" todo y el "mal desenlace" y también explicó que necesitaban ampliar capital y era el único recurso que tenían.
El año acaba de la peor manera por ellos, puesto que un juez los ha imputado –junto con cinco exdirectius más- por un posible delito de estafa. Es la primera vez que estarán citados a declarar por la vía penal gracias a un caso de dos familias de Vallgorguina. Imputaciones celebradas por el alcalde de Mataró, que se ha mostrado firme en temas como conseguir el arbitraje por los afectados de preferentes (más de mil clientes de Bankia ya tenían el informe favorable) y poder abrir un nuevo juzgado extra en Mataró para atender más de 70 casos pendientes y 150 vistas previas relacionadas con estas estafas.
Ambos estuvieron citados a declarar en el Parlamento de Cataluña en el marco de la comisión de investigación de cajas. Ambos defendieron su gestión al frente de la entidad y se exculparon de cualquier responsabilidad. Primero, según Dòria, porque la emisión de preferentes estaba justificada para ser un "buen producto con buena rentabilidad" y segundo porque la gestión posterior, con los canjes en acciones y la pérdida de los ahorros de los clientes, ha sido todo "culpa de Bankia". Ibern, por su parte, también defendió la emisión de preferentes puesto que lo hicieron "bien" todo y el "mal desenlace" y también explicó que necesitaban ampliar capital y era el único recurso que tenían.
El año acaba de la peor manera por ellos, puesto que un juez los ha imputado –junto con cinco exdirectius más- por un posible delito de estafa. Es la primera vez que estarán citados a declarar por la vía penal gracias a un caso de dos familias de Vallgorguina. Imputaciones celebradas por el alcalde de Mataró, que se ha mostrado firme en temas como conseguir el arbitraje por los afectados de preferentes (más de mil clientes de Bankia ya tenían el informe favorable) y poder abrir un nuevo juzgado extra en Mataró para atender más de 70 casos pendientes y 150 vistas previas relacionadas con estas estafas.