Al PP de Mataró no se están por romances. El referente es Xavier Garcia Albiol, el más que polémico alcalde de Badalona, amigo personal del candidato Jose Manuel López y prácticamente el único referente electoral de éxito del partido en Cataluña. De aquí se deriva que la campaña de los populares a la capital del Maresme tenga los dos ejes predominantes que trajeron Albiol a la alcaldía: seguridad (más policía) y convivencia (o dedo de un otra manera, control de la inmigración).
"Ha venido mucha gente de fuera en condiciones a menudo muy precarias, más de la que podemos hacer frente", empieza diciendo López, para seguir afirmando que "la caridad empieza por un mismo, primero tenemos que atender a la gente de aquí, y si podemos después a los demés". Asegura que la fulgurante irrupción de Plataforma por Cataluña a la ciudad hace cuatro años no lo condiciona "para nada", pero esta frase, mal que le pese, recuerda mucho al "Primero, los de casa", eslogan del partido de Mónica Lora. La llegada de población inmigrada ha descendido notablemente en los últimos años, pero esto no inhibe el candidato del PP de asegurar que "el efecto llama se mantiene" en la ciudad, impulsado por "un Ayuntamiento que sigue expidiendo certificados de empadronamiento". "Mucha gente se pregunta qué venden a hacer aquí, si no hay trabajo", añade.
Este discurso se intensifica con la campaña, pero no es paso nuevo en el PP mataroní. En el último mandato no ha habido año que López no haya reclamado más control sobre el ruido que, según él, provocan algunos miembros de la comunidad musulmana de Mataró durante el Ramadán. "Si vallas un bar porque hace ruido, multas a los jóvenes para beber en la calle o impides que un club de fútbol entrene a según qué horas, tienes que hacer el mismo con quien no para de incordiar por la noche y madrugada", asegura.
Policía las 24 horas
Su política de seguridad también se vincula a la inmigración: propone cámaras de vigilancia y policía 24 horas del día a Cerdanyola y Rocafonda, los barrios con más población de origen extranjero. Cuando se le argumenta que los inmigrantes no son lo la causa de todos los males, que se los emplea de chivo expiatorio por una situación de crisis mucho más grave y compleja, López no lo niega, pero responde. "dile esto a una persona de Rocafonda que compró su piso hace 8 años y que hoy vale la mitad". López se debe de a esta gente, a la que "le apoya", y de la cual, evidentemente, espera sacar un buen rédito electoral. "Nos hemos preocupado mucho por los que viene de fuera, y muy poco por los que se ha quedado en estos barrios, personas grandes o con problemas económicos que no han podido marchar", afirma.
López se ve alcalde. Este año sí, que dirían a can Barça, a pesar de que él es un madridista confeso. "Hace tres años nos quedamos nomes a tres regidores del partido de gobierno, es la distancia mes corta que hemos tenido nunca", afirma. Y el cercano 24 de mayo, nadie sabe que pasará, pero López intuye que el partido más votado no tendrá más de seis o siete regidores. "Tenemos buenas vibraciones, en los últimos días gente de quien no me lo esperaba, que no ha votado nunca el PP, me ha dado su confianza y apoyo", constata.
Una cara conocida
A Jose Manuel López lo conoce mucha gente. Es un veterano de la política municipal, y esta es una carta a favor que puede jugar respecto a otros candidatos más noveles o que hasta ahora no han dado el salto al a primera fila. Cofrade de Jesús Cautivo y devoto de la Semana Santa mataronina, se mueve mucho por las entidades de barrios como Cerdanyola, la Llàntia o Rocafonda, vivero de sus votos. Todo el mundo coincide a decir, dentro y fuera del Pleno municipal y aunque estén a los antípodas de su ideología, que tiene un trato cordial y amable, cercano.
Cuando habla de reactivación económica, López tampoco puede estarse de vincularlo con inmigración. "Los polígonos industriales tienen que generar riqueza, y no mezquitas para rezar", dijo en el acto de presentación como candidato, mostrando que de habilidad para soltar frases contundentes y polémicas no carece. También se muestra favorable a "colocar una pista de aterrizaje si hace falta" porque el Corte Inglés se instale, sea como fuere, en Mataró. Una ciudad que, según le explican, muchos vecinos ven "sucia, dejada y un poco fuera de control". Ante esto, quiere impulsar medidas para "devolver el orgullo de ciudad y fomentar el mataroninsme". Crear nuevos acontecimientos y fomentar los ya existentes, como la Semana Santa, que considera "la mejor de Cataluña" (él, cofrade de una de las germandats más fuertes de la ciudad, tiene que saber del que habla). Se muestra favorable a la "política de grandes acontecimientos" de CiU, siempre y cuando "no nos cuesten un dineral".
"Ha venido mucha gente de fuera en condiciones a menudo muy precarias, más de la que podemos hacer frente", empieza diciendo López, para seguir afirmando que "la caridad empieza por un mismo, primero tenemos que atender a la gente de aquí, y si podemos después a los demés". Asegura que la fulgurante irrupción de Plataforma por Cataluña a la ciudad hace cuatro años no lo condiciona "para nada", pero esta frase, mal que le pese, recuerda mucho al "Primero, los de casa", eslogan del partido de Mónica Lora. La llegada de población inmigrada ha descendido notablemente en los últimos años, pero esto no inhibe el candidato del PP de asegurar que "el efecto llama se mantiene" en la ciudad, impulsado por "un Ayuntamiento que sigue expidiendo certificados de empadronamiento". "Mucha gente se pregunta qué venden a hacer aquí, si no hay trabajo", añade.
Este discurso se intensifica con la campaña, pero no es paso nuevo en el PP mataroní. En el último mandato no ha habido año que López no haya reclamado más control sobre el ruido que, según él, provocan algunos miembros de la comunidad musulmana de Mataró durante el Ramadán. "Si vallas un bar porque hace ruido, multas a los jóvenes para beber en la calle o impides que un club de fútbol entrene a según qué horas, tienes que hacer el mismo con quien no para de incordiar por la noche y madrugada", asegura.
Policía las 24 horas
Su política de seguridad también se vincula a la inmigración: propone cámaras de vigilancia y policía 24 horas del día a Cerdanyola y Rocafonda, los barrios con más población de origen extranjero. Cuando se le argumenta que los inmigrantes no son lo la causa de todos los males, que se los emplea de chivo expiatorio por una situación de crisis mucho más grave y compleja, López no lo niega, pero responde. "dile esto a una persona de Rocafonda que compró su piso hace 8 años y que hoy vale la mitad". López se debe de a esta gente, a la que "le apoya", y de la cual, evidentemente, espera sacar un buen rédito electoral. "Nos hemos preocupado mucho por los que viene de fuera, y muy poco por los que se ha quedado en estos barrios, personas grandes o con problemas económicos que no han podido marchar", afirma.
López se ve alcalde. Este año sí, que dirían a can Barça, a pesar de que él es un madridista confeso. "Hace tres años nos quedamos nomes a tres regidores del partido de gobierno, es la distancia mes corta que hemos tenido nunca", afirma. Y el cercano 24 de mayo, nadie sabe que pasará, pero López intuye que el partido más votado no tendrá más de seis o siete regidores. "Tenemos buenas vibraciones, en los últimos días gente de quien no me lo esperaba, que no ha votado nunca el PP, me ha dado su confianza y apoyo", constata.
Una cara conocida
A Jose Manuel López lo conoce mucha gente. Es un veterano de la política municipal, y esta es una carta a favor que puede jugar respecto a otros candidatos más noveles o que hasta ahora no han dado el salto al a primera fila. Cofrade de Jesús Cautivo y devoto de la Semana Santa mataronina, se mueve mucho por las entidades de barrios como Cerdanyola, la Llàntia o Rocafonda, vivero de sus votos. Todo el mundo coincide a decir, dentro y fuera del Pleno municipal y aunque estén a los antípodas de su ideología, que tiene un trato cordial y amable, cercano.
Cuando habla de reactivación económica, López tampoco puede estarse de vincularlo con inmigración. "Los polígonos industriales tienen que generar riqueza, y no mezquitas para rezar", dijo en el acto de presentación como candidato, mostrando que de habilidad para soltar frases contundentes y polémicas no carece. También se muestra favorable a "colocar una pista de aterrizaje si hace falta" porque el Corte Inglés se instale, sea como fuere, en Mataró. Una ciudad que, según le explican, muchos vecinos ven "sucia, dejada y un poco fuera de control". Ante esto, quiere impulsar medidas para "devolver el orgullo de ciudad y fomentar el mataroninsme". Crear nuevos acontecimientos y fomentar los ya existentes, como la Semana Santa, que considera "la mejor de Cataluña" (él, cofrade de una de las germandats más fuertes de la ciudad, tiene que saber del que habla). Se muestra favorable a la "política de grandes acontecimientos" de CiU, siempre y cuando "no nos cuesten un dineral".