Con el final de este mandato, Joan Mora habrá completado un periodo de 8 años en política activa: la primera mitad como cabeza de la oposición, y la segunda como alcalde de Mataró, el primero de la era democrática que no ha sido del PSC. Mora ha anunciado este jueves que no repetirá como cabeza de lista de CiU, posición que ocupó el 2007 y el 2011. Hace siete años, consiguió 8343 votos y un total de 7 regidores, un resultados suficientes bonos teniendo en cuenta los precedentes de CiU en Mataró, pero que lo dejaron a la oposición ante el gobierno tripartito formato por PSC, ICV-EUiA y ERC.
El año 2011, de nuevo como candidato de CiU, dio el 'sorpasso', ganando las elecciones municipales con 8 regidores y 11.121 votos, por ante el PSC. Mora se convirtió en el primer alcalde de Mataró de CiU, y pasó a ostentar una de las alcaldías del partido más importantes de Cataluña. En este mandato, que será el primero y último como edil mataroní, gobierna en solitario y en minoría.
Su mandato, al cual todavía le queda prácticamente un año, ha sido bastante convulso, a causa precisamente de su gobierno en minoría en un consistorio más fragmentado que nunca. Hizo un ofrecimiento al resto de partidos para establecer un gobierno de concentración que no fructificó. A pesar de los intentos posteriores de sumar apoyos, entre los cuales figuran varios ensayos fallados de sociovergència y, sobre todo, el "pacto secreto" con el PP, que finalmente también se rompió, Mora habrá gobernado la ciudad tanto sólo con 8 de los 27 regidores del Ayuntamiento. La imposibilidad de formar una mayoría estable han dificultado las tareas de gobierno, como se ha visto en los últimos meses, cuando CiU se ha visto obligada a aprobar los presupuestos en solitario.
La crisis económica y el estado precario de las arcas del Ayuntamiento, con una deuda municipal que llegaba a los 300 millones de euros cuando accedió a la alcaldía (motivo de àgries disputas con la actual oposición), han dejado Muera con poco margen de maniobra a la hora de hacer grandes inversiones que le permitan dejar un legado visible. En cambio, ha convertido la lucha contra la estafa de las Preferentes en uno de sus grandes activos. Al frente del Ayuntamiento ha liderado las reivindicaciones porque los afectados por estas participaciones en Mataró, la mayoría clientes de Caja Laietana, pudieran recuperar sus ahorros.
Otro frente en el cual ha centrado muchos de sus esfuerzos ha estado en el de promoción de ciudad. El hermanamiento económico con la ciudad norteamericana de Fort Lauderdale, que tiene que servir entre otras cosas para impulsar el frente marítimo de la ciudad; la llegada en Mataró de la Fiesta al Cielo, que se hará el próximo mes de septiembre; o la promoción de la Nave Disfrutó colmo a "kilómetro 0" de la obra gaudiniana han sido tres de los movimientos más importantes en este sentido.
Una cuestión que encara no ha podido resolver es la de la llegada de El Corte Inglés. Después de superar el escollo de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia, consiguió un acuerdo con la Plataforma Salvamos Can Fàbregas y con la CUP para retirar todos los recursos pendientes y dejar vía libre al operador comercial. Este, pero, todavía no ha puesto la primera piedra del edificio.
Durante estos tres años de mandato, ha tenido que hacer frente a fuerza polémicas. Una de las más destacadas se ha situado en el ámbito educativo, con las escuelas Angeleta Ferrer y Joan Coromines y la planificación de plazas de escuela pública al Centro como protagonistas. Las protestas a los CABEZA de Rocafonda y Cerdanyola, y el incidente en la Calle Sant Antoni, donde el derrumbamiento de una casa en obras obligó a desalojar varios vecinos durante muchos meses, han sido otros capítulos complicados del mandato que continúa hasta mayo del 2015.