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Un concierto de Muchachito en la sala Clap

V. B.

El proyecto de Casa de la Música acontece una apuesta de país

El proyecto surgido en Mataró se amplía con dos nuevas ciudades catalanas y recibe el auspicio de la Generalitat

El proyecto de Casa de la Música surgió en Mataró en 2005 con el objetivo de complementar la programación de conciertos de múltiples estilos con la formación, creación y difusión de la música a la ciudad. Una experiencia pionera y muy fructífera, que ha acabado aconteciendo un proyecto de país. La Salamandra de Hospitalet y la Mirona de Salt se incorporaron al núcleo original salido de Sala Clap, y ahora se han añadido los municipios de Terrassa, a través del emprendida Muérdago, y Manresa, por la discográfica Propaganda por el Hecho!. El fuerte arraigo que ha vivido la iniciativa mataronina en todo el territorio, y con previsión de crecer todavía más, ha comportado que la Generalitat la auspiciï de manera oficial. Así se puso de manifiesto en la presentación del proyecte Casas de la Música Popular, que tuvo lugar lunes, día 16 en Barcelona, con la presencia del Consejero de Cultura y Medios de comunicación, Joan Manuel Tresserras.

"La iniciativa de Casa de la Música ha generado tan interés que ha pasado a ser un proyecto de país". Así lo asegura el director del proyecto, el mataroní Jordi Herreruela, que constata que la Generalitat "ha convertido el proyecto en uno de sus pilares en materia de política cultural". La involucració del Gobierno catalán se traduce en una "mayor implicación", según Herreruela, tanto del propio departamento de Cultura como de las áreas de Juventud o Inmigración, entre otros. La Generalitat, por ejemplo, apoyará y tutelará una reunión de las Casas de la Música y proyectos similares que existen en todo Europa, y que tendrá lugar en el próximo Mercado de la Música Viva de Vic. Las cinco Casas de la Música existentes a la actualidad mantendrán todas el mismo modelo de relación con las administraciones que desde el principio tenía Casa de la Música de Mataró: la Generalitat y el Ayuntamiento de cada municipio aporta 90.000 euros, mientras que la empresa privada que hay de haber detrás del proyecto (en el caso de Mataró, VisualSonora, gestora de Clap) aporta 60.000. Además, durante el año las entidades públicas y privadas de los proyectos tienen que mantener un mínimo de dos reuniones, a pesar de que los contactos siempre son más frecuentes. Cómo explica Herreruela, cada Casa de la Música tiene "un programa de actuaciones con sus particularidades", a pesar de que también hay elementos comunes, como por ejemplo los Bancos de Pruebas para grupos noveles.

El director del proyecto considera que las Casas de la Música han acontecido una iniciativa exitosa porque han sido "capaces de llenar el vacío existente a las ciudades", donde había bibliotecas, teatros y museos pero no un espacio donde disfrutar de música en directo que no fuera clásica o en alguna ocasión jazz. De este espacio, ante la carencia de iniciativa pública, se han encargado habitualmente las empresas privadas, "pensando en el día a día y sin la intención de generar dinámicas de país", como constata Herreruela. Además de salas de conciertos, las Salas de la Música permite que los grupos locales puedan crecer a través de los Bancos de Pruebas, los locales de ensayo que habilitan o ayudante a la grabación de discos, además de dar apoyos a las entidades de los barrios de la ciudad, tal y cómo ha pasado en Mataró desde el año 2005. Una fórmula que ha funcionado y que la Generalitat se ha hecho suya.