El comité comarcal del PSUC Vive de Mataró emitió lunes día 28 un comunicado denunciando la voluntad del propietario de Can Sisternes, a la calle de Santo Simó, de echar en tierra el edificio. El inmueble es de propiedad privada pero está incluido dentro del catálogo del Patrimonio Arquitectónico del Ayuntamiento.
Fuentes del Ayuntamiento han confirmado que el arquitecto contratado por el propietario del inmueble ya ha presentado varias propuestas de reforma al Consejo del Patrimonio desde hace más de un año, pero que en ningún caso hay un proyecto definitivo sobre la mesa y todavía menos una petición de licencia de obras.
Las mismas fuentes aseguran que la decisión final de permitir al propietario derrocar el edificio -en el benentès que si lo hace tendrá que reedificar el inmueble conservando los elementos nobles que hay a la fachada corresponde únicamente a este Consejo.
Desde el Ayuntamiento se apunta también que, según ha comentado el arquitecto, el estado de conservación de la casa es muy precario y que actualmente es difícil garantizar la estabilidad, abriendo de este modo la puerta a echar el inmueble a tierra.
«Sería imperdonable perder un edificio de esta naturaleza cuando prácticamente ya no nos queda ninguno», apunta el comunicado. El PSUC Vivo reclama en el texto una explicación del regidor de Urbanismo, Arcadi Vilert, y asegura que el nivel de protección del que disfrute el edificio -el A- sólo permite hacer obras de mantenimiento, en ningún caso derrocar el edificio. Finalmente, el partido reclama que el Ayuntamiento haga las gestiones adecuadas para incorporarlo en el patrimonio municipal.
Can Sisternes es un casal de estilo barroco que data del siglo XVII y constituye uno de los últimos edificios de esta naturaleza que queda en el centro histórico de Mataró.
Lee el artículo de Francesc Costa sobre la familia Sisternes
Fuentes del Ayuntamiento han confirmado que el arquitecto contratado por el propietario del inmueble ya ha presentado varias propuestas de reforma al Consejo del Patrimonio desde hace más de un año, pero que en ningún caso hay un proyecto definitivo sobre la mesa y todavía menos una petición de licencia de obras.
Las mismas fuentes aseguran que la decisión final de permitir al propietario derrocar el edificio -en el benentès que si lo hace tendrá que reedificar el inmueble conservando los elementos nobles que hay a la fachada corresponde únicamente a este Consejo.
Desde el Ayuntamiento se apunta también que, según ha comentado el arquitecto, el estado de conservación de la casa es muy precario y que actualmente es difícil garantizar la estabilidad, abriendo de este modo la puerta a echar el inmueble a tierra.
«Sería imperdonable perder un edificio de esta naturaleza cuando prácticamente ya no nos queda ninguno», apunta el comunicado. El PSUC Vivo reclama en el texto una explicación del regidor de Urbanismo, Arcadi Vilert, y asegura que el nivel de protección del que disfrute el edificio -el A- sólo permite hacer obras de mantenimiento, en ningún caso derrocar el edificio. Finalmente, el partido reclama que el Ayuntamiento haga las gestiones adecuadas para incorporarlo en el patrimonio municipal.
Can Sisternes es un casal de estilo barroco que data del siglo XVII y constituye uno de los últimos edificios de esta naturaleza que queda en el centro histórico de Mataró.
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