El Asmaa Aouattah es una inmigrante marroquí, pero no es árabe. El Asmaa es de cultura amazic, más vulgarmente conocida como bereber, el pueblo originario norteño de África. Hace dos años que llegó a Mataró y en casa suya tampoco se habla árabe, sino tamazight, la lengua propia de los imazighen, que tiene un alfabeto propio. Actualmente, una quinta parte de la población del Magreb es de cultura amazic, que se reparte de manera discontinua en regiones dispersas del Marruecos, Argelia, Mauritania, Sáhara Occidental, Túnez, Libia, Malí y Egipto. El Asmaa ha aprendido a solas a escribir y leer el tamazight, porque cuando era pequeña, al Rif la escolarización era sólo en árabe y se estudiaba el francés como segunda lengua. «El primer día de escuela fue un choque brutal, porque no nos entendíamos con el profesor; sólo hablaba árabe», afirma el Asmaa. El tamazight siempre ha sido excluido de los organismos oficiales y relegado a los ámbitos privados. Incluso, fines hace un año estaba prohibido poner nombres imazighen a los neonatos, que tenían que recibir nombres árabes. El caso de dos niñas que traían el nombre de Numídia levantó mucha polvareda, y finalmente, a los cuatro años, fueron admitidas al registro civil. Aún así, todavía hay dificultades administrativas en este sentido.
Cómo muchos marroquíes, el Asmaa vivía en una zona rural pobre y se vio obligada a abandonar su tierra. En un intento para dispersar el pueblo amazic, el gobierno del Marruecos marginó económicamente los imazighen en las zonas más pobres y dio muchas facilidades porque emigraran hacia Europa durante la década de los setenta. Esta es la causa principal que explica que más de la mitad de los 5.657 marroquíes que hay en Mataró sean imazigen. En dos años, el Asmaa ha aprendido a hablar el catalán con fluidez, y está plenamente integrada en su barrio. «Soy amazic, y participo en la cultura catalana: en la Fiesta Mayor, Carnestoltes... sobre todo por mis hijos. Convivir con una cultura que no es la mía es el que he hecho toda la vida. No me ha supuesto ningún problema». El Asmaa es musulmana, como la mayoría del pueblo amazigh, pero no trae velo.
A través de las asociaciones de vecinos de Rocafonda y el Palacio, el Asmaa y otros imazighen de Mataró continúan luchando porque se reconozca su cultura dentro de y fuera de su país. La presión social y política en el Marruecos y en el extranjero obligó el rey Mohamed VI a crear el Instituto Real de la Cultura amazic, que por primera vez ha iniciado la enseñanza de la lengua tamazight en 350 escuelas. Es un primer paso, pero ahora esperamos que la enseñanza siga un programa serio y con profesores cualificados. Actualmente, en el Marruecos la televisión pública emite el informativo en tamazight una vez al día y ya hay algunos programas en tamazight. Es la tímida respuesta política, después de muchos años de lucha. Otra de las reivindicaciones históricas del pueblo amazigh es que se reconozca el tamazight como lengua oficial y que se haga una revisión de la historia que se enseña en las escuelas, donde la realidad amazigh está tergiversada.
En árabe sí, pero no en tamazight
El Parlamento de Cataluña permite a los marroquíes recibir lecciones de árabe en horario extraescolar, pero no contempla la posibilidad que puedan recibir enseñanza del tamazight. Desde Mataró, el Asmaa reclama el derecho de sus hijos a recibir la enseñanza del tamazight, su lengua materna. Yo no aceptaría que mis hijos sufrieran la misma injusticia que sufrí yo cuando era pequeña, declara la Asmaa, que tiene una hija de cuatro años y medio y un hijo de tres años, que ya cantan el sol solet, junto con canciones populares amazigh.
Fin de año reivindicativo
El casal la Alianza se tiñió de aire reivindicativo el pasado domingo para celebrar la entrada del año nuevo amazigh, el 2955 del calendario amazigh. El colectivo amazigh de Mataró, junto con la Asamblea de Asociaciones Amazighes de Cataluña organizó esta fiesta de carácter festivo y reivindicativo, que reunió imazighen procedentes de todo Cataluña. La obra de teatro Assugas Amaynou, dirigida por el joven director Fouad Elattabi, vecino de Mataró, dio el pistoletazo de salida de una celebración que en ciertos momentos recordó a una reunión catalanista al exilio en época franquista. Los grupos de música Ywattoun, del Rif, y Amazigh, del Atlas, dieron el tono festivo, y trasladaron los asistentes a su tierra natal norteña de África, a través de canciones populares imazighen. Pero el plato fuerte de la noche fue la actuación del popular cantautor amazigh del Rif Walid Mimoun, que puso los pelos de punta de todos los asistentes, con su poesía revolucionaria. Una mayoría masculina con el puño levantado, entonaba las melodías del popular cantautor. Al final, manifiesto y reivindicación: los imazighen quieren que sus hijos puedan aprender el tamazight en las escuelas catalanas.
Cómo muchos marroquíes, el Asmaa vivía en una zona rural pobre y se vio obligada a abandonar su tierra. En un intento para dispersar el pueblo amazic, el gobierno del Marruecos marginó económicamente los imazighen en las zonas más pobres y dio muchas facilidades porque emigraran hacia Europa durante la década de los setenta. Esta es la causa principal que explica que más de la mitad de los 5.657 marroquíes que hay en Mataró sean imazigen. En dos años, el Asmaa ha aprendido a hablar el catalán con fluidez, y está plenamente integrada en su barrio. «Soy amazic, y participo en la cultura catalana: en la Fiesta Mayor, Carnestoltes... sobre todo por mis hijos. Convivir con una cultura que no es la mía es el que he hecho toda la vida. No me ha supuesto ningún problema». El Asmaa es musulmana, como la mayoría del pueblo amazigh, pero no trae velo.
A través de las asociaciones de vecinos de Rocafonda y el Palacio, el Asmaa y otros imazighen de Mataró continúan luchando porque se reconozca su cultura dentro de y fuera de su país. La presión social y política en el Marruecos y en el extranjero obligó el rey Mohamed VI a crear el Instituto Real de la Cultura amazic, que por primera vez ha iniciado la enseñanza de la lengua tamazight en 350 escuelas. Es un primer paso, pero ahora esperamos que la enseñanza siga un programa serio y con profesores cualificados. Actualmente, en el Marruecos la televisión pública emite el informativo en tamazight una vez al día y ya hay algunos programas en tamazight. Es la tímida respuesta política, después de muchos años de lucha. Otra de las reivindicaciones históricas del pueblo amazigh es que se reconozca el tamazight como lengua oficial y que se haga una revisión de la historia que se enseña en las escuelas, donde la realidad amazigh está tergiversada.
En árabe sí, pero no en tamazight
El Parlamento de Cataluña permite a los marroquíes recibir lecciones de árabe en horario extraescolar, pero no contempla la posibilidad que puedan recibir enseñanza del tamazight. Desde Mataró, el Asmaa reclama el derecho de sus hijos a recibir la enseñanza del tamazight, su lengua materna. Yo no aceptaría que mis hijos sufrieran la misma injusticia que sufrí yo cuando era pequeña, declara la Asmaa, que tiene una hija de cuatro años y medio y un hijo de tres años, que ya cantan el sol solet, junto con canciones populares amazigh.
Fin de año reivindicativo
El casal la Alianza se tiñió de aire reivindicativo el pasado domingo para celebrar la entrada del año nuevo amazigh, el 2955 del calendario amazigh. El colectivo amazigh de Mataró, junto con la Asamblea de Asociaciones Amazighes de Cataluña organizó esta fiesta de carácter festivo y reivindicativo, que reunió imazighen procedentes de todo Cataluña. La obra de teatro Assugas Amaynou, dirigida por el joven director Fouad Elattabi, vecino de Mataró, dio el pistoletazo de salida de una celebración que en ciertos momentos recordó a una reunión catalanista al exilio en época franquista. Los grupos de música Ywattoun, del Rif, y Amazigh, del Atlas, dieron el tono festivo, y trasladaron los asistentes a su tierra natal norteña de África, a través de canciones populares imazighen. Pero el plato fuerte de la noche fue la actuación del popular cantautor amazigh del Rif Walid Mimoun, que puso los pelos de punta de todos los asistentes, con su poesía revolucionaria. Una mayoría masculina con el puño levantado, entonaba las melodías del popular cantautor. Al final, manifiesto y reivindicación: los imazighen quieren que sus hijos puedan aprender el tamazight en las escuelas catalanas.