El regidor Carlos Fernández tendría que dimitir como regidor de comunicación del gobierno y por lo tanto, responsable actual de toda esta enorme pérdida de tiempo y dinero público que ha supuesto las emisiones de Maresme Digital TV y que ahora acaba con la absorción de la gente que hace más de veinticinco años que hace Televisión de Mataró. Por mucho que ahora se excusen los gestores públicos en que hace dos años las perspectivas eran diferentes y por mucho que el PSC (con las dos marcas blancas que dentro del gobierno le ríen las gracias) diga que los canales nuevos eran viables, pero que la situación ha "cambiado", alguien tendrá que asumir la responsabilidad del gobierno municipal ante la que es una deficiente gestión y administración de dinero público, para no escuchar ni hacer caso aquello que mucha gente se los dijo sobre que no hacía falta uno nueva TV local, cuando hacía más de dos decenios que había una que funcionaba y que sólo se tenía que ayudar.
El alcalde Baron ha asegurado que asumirá "las responsabilidades que haya que asumir". Ante esta situación, como que no creo que el primer edil tenga masas ganas de plegar, quién lo hace de hacer es el responsable del área. La noticia de la absorción tiene la parte positiva que asegurará, esto espero, una cierta continuidad a la gente que hace Televisión de Mataró. Ellos son la única garantía que tenemos de que haya pluralidad informativa, a pesar de que tengo mis dudas que se salgan, conociendo el talante de algunos de los gestores públicos que nos comandan, que harán manso y mangas para tener un altavoz propagandístico.
La noticia, pues, es la demostración que la incompetencia empieza a hacer agujero en los Ayuntamientos democráticos. Ahora hace dos años se intentó marginar a TV Mataró canal privado dijo el Alcalde Baron sin envermellir, se la va incluso presionar organizando la competencia de un nuevo canal público. Ha pasado el tiempo y se han dejado por el camino bastantes euros públicos y el experimento no ha funcionado, eso sí se ha debilitado a TV de Mataró y ahora se lo absorbe para "salvar" sus 25 años de historia. Fastidiado por todo este episodio me permito pedir que haya quien asuma la responsabilidad del hecho y pliegue. El protocolo exige que lo haga el regidor responsable del área de comunicación.
Y aunque pueda parecer contradictorio, se tendrá que dar en esta nueva etapa, ánimos y apoyo al colectivo que ha intentado hacer una televisión diferente durante veinticinco años. Espero y confío que continuarán luchando por el derecho a hacer una información diferente, en homenaje a todos los que han ayudado a mantener un proyecto libre. Estos son los únicos que no tienen que dimitir de sus responsabilidades, como albaceas de la voluntad y memoria de los que ahora ya no están.
El alcalde Baron ha asegurado que asumirá "las responsabilidades que haya que asumir". Ante esta situación, como que no creo que el primer edil tenga masas ganas de plegar, quién lo hace de hacer es el responsable del área. La noticia de la absorción tiene la parte positiva que asegurará, esto espero, una cierta continuidad a la gente que hace Televisión de Mataró. Ellos son la única garantía que tenemos de que haya pluralidad informativa, a pesar de que tengo mis dudas que se salgan, conociendo el talante de algunos de los gestores públicos que nos comandan, que harán manso y mangas para tener un altavoz propagandístico.
La noticia, pues, es la demostración que la incompetencia empieza a hacer agujero en los Ayuntamientos democráticos. Ahora hace dos años se intentó marginar a TV Mataró canal privado dijo el Alcalde Baron sin envermellir, se la va incluso presionar organizando la competencia de un nuevo canal público. Ha pasado el tiempo y se han dejado por el camino bastantes euros públicos y el experimento no ha funcionado, eso sí se ha debilitado a TV de Mataró y ahora se lo absorbe para "salvar" sus 25 años de historia. Fastidiado por todo este episodio me permito pedir que haya quien asuma la responsabilidad del hecho y pliegue. El protocolo exige que lo haga el regidor responsable del área de comunicación.
Y aunque pueda parecer contradictorio, se tendrá que dar en esta nueva etapa, ánimos y apoyo al colectivo que ha intentado hacer una televisión diferente durante veinticinco años. Espero y confío que continuarán luchando por el derecho a hacer una información diferente, en homenaje a todos los que han ayudado a mantener un proyecto libre. Estos son los únicos que no tienen que dimitir de sus responsabilidades, como albaceas de la voluntad y memoria de los que ahora ya no están.