La empresa pública Mataró Energía Sostenible (Messa) será la principal proveedora energética del TecnoCampus desde el momento en que el parque tecnológico y universitario entre en funcionamiento. El Ayuntamiento está trabajando desde el octubre pasado para hacer llegar la red del Tubo Verde, que distribuye energía aprovechando calores sobrantes de infrastructures ambientales, al sector del frente de Mar, que engloba la Ringlera y la antigua Iveco. El objetivo es que al inicio del curso 2010-2011, cuando está prevista su apertura, el TecnoCampus esté conectado a este sistema energético gestionado por MESSA. La principal novedad respecto a la red ya consolidada del Tubo Verde, de 13,4 kilómetros y que llega a 14 equipamientos de la ciudad, es que al sector del frente de mar también impulsará agua fría. Hasta ahora el tubo sólo impulsaba agua caliente para alimentar las calefacciones y calentar el agua sanitaria de edificios públicos, pero el nuevo sistema también subminstrarà climatización a las nuevas viviendas, oficinas, comercios y equipamientos que se construyan a la Ringlera e Iveco.
"El TecnoCampus será el primer usuario que tendremos a la Ringlera, este es nuestro objetivo inmediato", ha destacado este viernes la presidenta de Messa, la regidora Quitèria Guirao, en una visita a las instalaciones que se están construyendo. El Tubo Verde suministrará climatización centralizada en el nuevo parque tecnológico, que también se alimentará de placas fotovoltaicas. Para conseguir que el sistema impulse agua fría y ofrecer todos estos servicios, MESSA tendrá que invertir hasta 5,5 millones de euros. Se destinará un millón de euros a construir un nuevo edificio a la carretera de Barcelona, 1,5 millones a la compra de la maquinaria necesaria para enfriar el agua, y dos millones en la prolongación del tubo verde hasta el Frente de Mar, llegando desde la planta depuradora hasta casi a tocar de la estación de Renfe. La previsión es que esta inversión se recupere en 13 o 14 años, cuando el sistema esté a pleno rendimiento. La parada que sufren los desarrollos urbanísticos de la Ringlera y de Iveco, debido a la crisis económica e inmobiliaria, hará que el seguido de inversiones se hagan de manera progresiva.
Hacer una ciudad más sostenible
Guirao ha destacado que esta apuesta simboliza "el compromiso de la ciudad de evitar al máximo las emisiones de CO2, puesto que la generación de energía del Tubo Verde no requiere de combustibles fósiles. En este sentido, el alcalde Joan Antoni Baron ha dicho durante la visita que tiene "el objetivo político" de hacer de Mataró "una ciudad más sostenible" utilizando "todas las tecnologías posibles", como por ejemplo el Tubo Verde, las placas fotovoltàiques, o el sistema geotérmico que alimentará el futuro equipamiento de Can Minguell. Con este proyecto, Mataró se sitúa como uno de los municipios pioneros al Estado español en la distribución de energía sostenible. Tan sólo Barcelona aplica un sistema similar, a pesar de que Baron ha recordado que al norte de Europa es bastante más común y está testado por muchos municipios. A pesar de que la producción de esta energía es cara y requiere de fuertes inversiones, el alcalde ha defendido que los usuarios finales que opten para alimentarse de ella no lo tendrán que notar. "El objetivo es poder ser competitivos y vender tarifas similares a las ya existentes al mercado", ha dicho.
"El TecnoCampus será el primer usuario que tendremos a la Ringlera, este es nuestro objetivo inmediato", ha destacado este viernes la presidenta de Messa, la regidora Quitèria Guirao, en una visita a las instalaciones que se están construyendo. El Tubo Verde suministrará climatización centralizada en el nuevo parque tecnológico, que también se alimentará de placas fotovoltaicas. Para conseguir que el sistema impulse agua fría y ofrecer todos estos servicios, MESSA tendrá que invertir hasta 5,5 millones de euros. Se destinará un millón de euros a construir un nuevo edificio a la carretera de Barcelona, 1,5 millones a la compra de la maquinaria necesaria para enfriar el agua, y dos millones en la prolongación del tubo verde hasta el Frente de Mar, llegando desde la planta depuradora hasta casi a tocar de la estación de Renfe. La previsión es que esta inversión se recupere en 13 o 14 años, cuando el sistema esté a pleno rendimiento. La parada que sufren los desarrollos urbanísticos de la Ringlera y de Iveco, debido a la crisis económica e inmobiliaria, hará que el seguido de inversiones se hagan de manera progresiva.
Hacer una ciudad más sostenible
Guirao ha destacado que esta apuesta simboliza "el compromiso de la ciudad de evitar al máximo las emisiones de CO2, puesto que la generación de energía del Tubo Verde no requiere de combustibles fósiles. En este sentido, el alcalde Joan Antoni Baron ha dicho durante la visita que tiene "el objetivo político" de hacer de Mataró "una ciudad más sostenible" utilizando "todas las tecnologías posibles", como por ejemplo el Tubo Verde, las placas fotovoltàiques, o el sistema geotérmico que alimentará el futuro equipamiento de Can Minguell. Con este proyecto, Mataró se sitúa como uno de los municipios pioneros al Estado español en la distribución de energía sostenible. Tan sólo Barcelona aplica un sistema similar, a pesar de que Baron ha recordado que al norte de Europa es bastante más común y está testado por muchos municipios. A pesar de que la producción de esta energía es cara y requiere de fuertes inversiones, el alcalde ha defendido que los usuarios finales que opten para alimentarse de ella no lo tendrán que notar. "El objetivo es poder ser competitivos y vender tarifas similares a las ya existentes al mercado", ha dicho.