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Camiones descargando a la planta de tratamiento de residuos. Foto: R. Gallofré

Redacció

El valor de los residuos

Mataró, que trata la basura de todo el Maresme y el Vallès Oriental, acoge uno de los congresos más importantes en este ámbito

Es uno no parar. Los camiones de recogida de basura entran y salen, sin aturador. Unos 250 al día, cargados hasta los topas de los desechos recogidos de los contenedores grises, de rechazo, de la práctica totalidad de los municipios del Maresme y del Vallès Oriental. Es la basura generada por cerca de un millón de habitantes. Descargan todos los residuos varías pilas, que se van vaciando progresivamente cuando unas enormes grúas (los "pops", como las denominan los operarios) descienden desde decenas de metros de altura para llevárselo todo, sin distinción. De tan grandes que son, pueden transportar hasta dos toneladas de basura a cada grapada. Las depositen en varias cintas transportadores, donde empieza todo el proceso de triatge. O de revalorització, como dicen en este lugar. Son los dominios del Consorcio de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos del Maresme, al polígono de Las Huertas de Mataró.

La planta, que data de 1985 y que fue totalmente remodelada en 2010, es un auténtico monstruo, y convierte Mataró en el punto de referencia para la gestión de los residuos de dos de las comarcas más pobladas e industrioses de Cataluña. Cada año recibe unas 225.000 toneladas de basura procedente de todo el Maresme y del Vallès Oriental. Su gestión, a cargo de un consorcio público presidido por el alcalde de Mataró, está externalizada a una UTE (Unión Temporal de empresas) formada por algunas de las firmas más poderosas del Estado en este sector. Da trabajo además de un centenar de trabajadores, y su actividad es incesante. También es un foco de polémica: cuando se producen episodios de malos olores en Mataró, bastante frecuentes, todo el mundo mira hacia el sector de levante, y culpa las chimeneas humeantes de la planta. El mismo humo que mucha gente se mira con recelo porque teme que vaya a rebosar de micropartícules muy nocivas para la salud de los vecinos de los entornos, a pesar de que desde el consorcio esgriman todo tipo de documentos y pruebas que lo niegan.

La gestión de los residuos, con la presencia de esta planta en su término municipal, se ha convertido en un tema capital en Mataró. No es casualidad que la ciudad acoja Recuwaste, el congreso más importante de este ámbito al Estado español (la próxima edición tiene lugar el 8 y 9 de octubre al TecnoCampus). Es hora de saber como se gestiona todo ello.

Tratar, revalorizar, reciclar, incinerar

Qué se hace, al Consorcio? Muchos mataronins conocen la planta como "la incineradora", denominación con la cual se sobreentiende que toda la basura que se trae allá se reduce a ceniza. Así era hasta los años 80, cuando los vertederos o la incineración eran la única salida para los residuos que generaban ciudades y pueblos. Su nombre oficial, Centro Integral de Revalorització de Residuos, denota que la actividad que se realiza es bastante más compleja que la puramente incendiaria.

La clave está en el concepto "revalorizar". En el centro llega el contenido de los contenedores de rechazo (o "resto")) de más de 60 municipios del Maresme y el Vallès Oriental. Toda la materia que la gente ha lanzado a la basura porque ya no hacía uso, se vuelve a poner en valor (dentro de lo posible). Y esto que quiere decir? Que se intenta reparofitar, a partir de dos vías: el reciclaje o la creación de energía. En el primer caso, las instalaciones mataronines no son en sí mismas una planta de reciclaje, sino que es el lugar donde se discierne todo aquello aprovechable de la fracción resta. Todo está enfocado al encontrar aquellos residuos mezclados que todavía contienen materiales recuperables (plástico, papel, metal, orgánica), y que han sido lanzados al contenedor gris en ninguna parte de ser reciclados de origen.[banner-AMP_5]

La incineración tan sólo es una pequeña parte de todo el proceso, que se basa en la revalorització de los residuos

Para conseguirlo se emplean diferentes tecnologías, como por ejemplo la basada en imanes para poder extraer los metales, o la centrifugación de cara a atrapar los envases plásticos. El triatge a mano, a cargo de decenas de trabajadores, es una parte importante de este proceso. A banda, también hay una línea de tratamiento de residuos voluminosos (sofás, mobiliario, etc.). El Consorcio también recibe los camiones que transportan el contenido de los contenedores de plástico y envases, pero en este caso no se hace ningún tratamiento: sólo se compactan y son trasladados por vehículos de gran tonelaje a la planta de reciclaje de este material, que se encuentra en el Vallès.[banner-AMP_6]

La basura se convierte en energía

El material que no se puede reciclar de una o altar manera, se transforma en energía. Un proceso que se realiza a través de varios métodos. La combustión del rebuif produce un vapor que se envía a una turbina donde se produce energía eléctrica. Una parte del vapor va a parar al Tubo verde, la red urbana de distribución de calor y frío mediante la circulación de agua. Del proceso de biometanització se obtiene el biogás, un gas de síntesis que se envía a dos motores de cogeneración para producir energía eléctrica y térmica. Más allá de esto, el centro también produce energía solar, gracias a los centenares de placas instaladas a su techo, que lo convierte en la instalación de este tipo más grande del Maresme.[banner-AMP_7]

La basura que se acaba quemando sirve para generar energía eléctrica y térmica, y la planta también crea biogás

Los episodios de malos olores

Si hace mal olor, la culpa es de la incineradora, siempre. Una idea fijada en la cabeza de muchos mataronins. Es igual que el proceso de incineración, que ni mucho menos es el único que se realiza a la planta, sea precisamente el que no hace mal olor. Tampoco se tiene en cuenta que junto al centro de valorización de residuos hay la planta depuradora de aguas residuales, que trata las aguas fecales antes de lanzarla al mar y que, evidentemente, no huele a rosas.[banner-AMP_8]

Todo el mundo culpa la planta de los episodios de malos olores, pero estos también pueden ser causados por la depuradora de aigu

A inicios de este verano los episodios de mal olor a la ciudad se agravaron, y de nuevo todo el mundo miró hacia la planta de tratamiento de residuos. Desde el Consorcio reconocieron que durante dos días de junio se averiaron dos puertas automáticas que dan acceso a los camiones de la basura a la fosa donde se deposita los residuos de los contenedores de rechazo. Esta fue una probable vía de escapament de los malos olores. Pero cuando se arregló este problema, los malos olores persistieron y desde entonces el Consorcio ha negado ser lo causante.[banner-AMP_9]

Un peligro para la salud?

Las emisiones atmosféricas del centro también han sido objete de polémica durante muchos años a la ciudad. A la reunión abierta a los vecinos celebrada en julio para analizar el problema de los malos olores, varios asistentes levantaron la voz para poner de manifiesto sus sospechas sobre los vínculos entre las partículas que emite el centro en los procesos de incineración y enfermedades como el cáncer o afectaciones respiratorias. Los responsables del centro, pero, aseguran que cumple todos los requerimientos legales fijados por las Administraciones competentes. Las emisiones se miden de forma continua y exhaustiva, y un laboratorio ajeno homologado hace el control diario de las immissions (aire ambiental) en dos estaciones de control situadas cerca de la planta.[banner-AMP_10]

Desde el año 1995 y hasta la actualidad se han realizado a la incineradora de Mataró siete fases del estudio de monitorització biológica de dioxinas, metales pesants y otros elementos, elaboradas por la Unidad de Investigación del Consorcio Sanitario del Maresme. La VI y última fase del estudio incorporó también controles en leche materna de mujeres de Mataró. Los resultados de los diferentes grupos de población estudiados (expuestos, controles y trabajadores de la incineradora) muestran, según explican desde el Consorcio, que no hay ninguna relación entre las concentraciones de contaminantes y la proximidad a la incineradora.[banner-AMP_11]

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