Santa Juliana y Semproniana, patronas oficiales de Mataró desde el año 1852, no están incluidas de la última edición del Martirologio Romano, un libro confeccionado por la Santa Suyo donde aparecen todos los santos y santas oficialmente reconocidos por la Iglesia Católica, actualmente más de 6.500. En esta última edición, que salió a la luz solamente en latín a finales del 2004 y que todavía no ha llegado a España, las dos hermanas mataronines no aparecen al considerar que no tienen suficiente credibilidad histórica. Aunque el libro oficial actualmente sólo es consultable a Roma, la revista Notitiae, la publicación de la Congregación del Culto, en el número de enero-febrero de este año publica las enmiendas. Padre Josep Urdeix, sacerdote del Obispado de Barcelona y miembro del Centro de Pastoral Litúrgica, uno de los pocos sacerdotes de Cataluña que dispone de esta documentación, confirma la inexistencia: «Efectivamente, las Santas de Mataró son retiradas del martirologio porque son consideradas de tradición demasiado locales y sin verificación histórica, pero esto no tiene que generar ningún problema, igualmente se permite que sean benditas», ha especificado el sacerdote. De hecho, las Santas desaparecen conjuntamente con otros diecinueve mártires más, una de ellas santa Eulàlia de Barcelona, y varios cambios en fechas de celebración otros santos.
Aparición en el libro de 2001
Ahora bien, Santa Juliana y Semproniana protagonizan una curiosidad respecto a los otros santos no reconocidos por el Vaticano. En las reediciones del Martirologio Romano publicadas por la Santa Suyo de la versión del 1956 no aparecen nunca las santas mataronines; en cambio, son mencionadas por primera vez en la revisión que se hace en 2001, cuando el Vaticano considera necesaria una revisión de la lista oficial provocada por el alto número de beatificaciones y santificaciones proclamadas durante el pontificado del papa Joan Pau II.
Las fuentes consultadas por renacuajo desconocen quién por encargo de Roma hace los estudios para considerar si un santo o santa tienen suficiente verificación histórica para ser considerados como tales. Los monjes del Monasterio de Silos de Burgos, una de las comunidades a las cuales el Vaticano podría haber encomendado esta emisión, ha negado haber participado en esta investigación histórica.
Uno de los sacerdotes catalanes que más ha trabajado sobre la biografía de las supuestas santas Juliana y Semproniana, padre Blai Blanquer, actual rector de la parroquia de San Pedro Octavià de Sant Cugat del Vallès, no se ha mostrado sorprendido por esta decisión. «La historia de las Santas es venerable y verosímil, pero aunque no es extraño que Sant Cugat, líder cristiano, tuviera discípulos, de estas dos hermanas supuestamente nacidas en Mataró no hay ningún documento histórico contundente que avale la existencia», explica el clérigo. Blanquer pone en entredicho la historia de las dos jóvenes, de las cuales se explica que el 304 d.C. fueron a buscar el cuerpo de su líder espiritual, Sant Cugat, quién había sido asesinado por el emperador Dioclesià, y al ser sorprendidas por la policía imperial mientras lo enterraban, ellas fueron decapitadas al mismo lugar. «En aquella época de persecución de los líderes cristianos los mártires eran muertos por arrastre y después tirados a las fieras, por lo tanto, era imposible que las dos chicas encontraran el cuerpo para darle santa sepultura», ha explicado el rector.
Indiferencia
Desde la Administración de las Santas, uno de sus miembros, Manuel Agustí, ha admitido que desconocía la noticia: «A mí me dejaría bastante indiferente si realmente fuera así, el que creo que es importante es el sentimiento de la gente. El que importa es el corazón y no la razón», ha asegurado. Agustí ha sacado hierro a la cuestión comparándolo con los lugares sagrados que se pueden encontrar en Tierra Santa: «Los dos golpes que yo he ido no me he puesto a pensar si la piedra que dicen que tocó Jesús era realmente aquella u otra. Es igual». El miembro de la Administración de las Santas ha insistido que el importante es que el pueblo de Mataró acepte Juliana y Semproniana como patronas. Agustí ha recordado que también hay dudas sobre la autenticidad de las reliquias que se conservan atribuidas a las Santas.
Aparición en el libro de 2001
Ahora bien, Santa Juliana y Semproniana protagonizan una curiosidad respecto a los otros santos no reconocidos por el Vaticano. En las reediciones del Martirologio Romano publicadas por la Santa Suyo de la versión del 1956 no aparecen nunca las santas mataronines; en cambio, son mencionadas por primera vez en la revisión que se hace en 2001, cuando el Vaticano considera necesaria una revisión de la lista oficial provocada por el alto número de beatificaciones y santificaciones proclamadas durante el pontificado del papa Joan Pau II.
Las fuentes consultadas por renacuajo desconocen quién por encargo de Roma hace los estudios para considerar si un santo o santa tienen suficiente verificación histórica para ser considerados como tales. Los monjes del Monasterio de Silos de Burgos, una de las comunidades a las cuales el Vaticano podría haber encomendado esta emisión, ha negado haber participado en esta investigación histórica.
Uno de los sacerdotes catalanes que más ha trabajado sobre la biografía de las supuestas santas Juliana y Semproniana, padre Blai Blanquer, actual rector de la parroquia de San Pedro Octavià de Sant Cugat del Vallès, no se ha mostrado sorprendido por esta decisión. «La historia de las Santas es venerable y verosímil, pero aunque no es extraño que Sant Cugat, líder cristiano, tuviera discípulos, de estas dos hermanas supuestamente nacidas en Mataró no hay ningún documento histórico contundente que avale la existencia», explica el clérigo. Blanquer pone en entredicho la historia de las dos jóvenes, de las cuales se explica que el 304 d.C. fueron a buscar el cuerpo de su líder espiritual, Sant Cugat, quién había sido asesinado por el emperador Dioclesià, y al ser sorprendidas por la policía imperial mientras lo enterraban, ellas fueron decapitadas al mismo lugar. «En aquella época de persecución de los líderes cristianos los mártires eran muertos por arrastre y después tirados a las fieras, por lo tanto, era imposible que las dos chicas encontraran el cuerpo para darle santa sepultura», ha explicado el rector.
Indiferencia
Desde la Administración de las Santas, uno de sus miembros, Manuel Agustí, ha admitido que desconocía la noticia: «A mí me dejaría bastante indiferente si realmente fuera así, el que creo que es importante es el sentimiento de la gente. El que importa es el corazón y no la razón», ha asegurado. Agustí ha sacado hierro a la cuestión comparándolo con los lugares sagrados que se pueden encontrar en Tierra Santa: «Los dos golpes que yo he ido no me he puesto a pensar si la piedra que dicen que tocó Jesús era realmente aquella u otra. Es igual». El miembro de la Administración de las Santas ha insistido que el importante es que el pueblo de Mataró acepte Juliana y Semproniana como patronas. Agustí ha recordado que también hay dudas sobre la autenticidad de las reliquias que se conservan atribuidas a las Santas.