El Ayuntamiento tiene previsto iniciar esta semana el escombro de la antigua finca solariega Mas Miralles, situada en la calle Plano de Bages al barrio de Cerdanyola. En su lugar, se levantará un nuevo casal municipal para la gente mayor, el segundo que dará servicio en el barrio. El consistorio pretendía inicialmente conservar la antigua masía y rehabilitarla como casal de abuelos, pero las deficiencias estructurales, los problemas de accesibilidad y sus dimensiones reducidas hicieron descartar esta opción. El inicio del escombro se ha atrasado cerca de cinco meses en relación a la previsión inicial, pero se mantiene la voluntad de tener el casal de abuelos terminado a finales del 2011.
El nuevo casal, que costará cerca de un millón de euros, forma parte del Proyecto de intervención integral de Cerdanyola y está financiado por la Ley de Barrios (la Generalitat paga el 50% de la operación). El edificio tendrá 428m2 repartidos en cuatro plantas y tendrá el acceso principal en la calle Plana de Bages, justo ante una pequeña zona verde ya urbanizada. A este vial también dará la fachada principal, que presenta como elemento más característico el uso de material reciclado, a base de rechazo del contenedor amarillo (plástico y envases metálicos) con el cual se construirán unas persianas de lames desplegables que servirán para proteger el edificio de la luz solar en verano. La planta baja del edificio contará con una gran sala polivalente de 73m2, diáfana y apto para la realización de actas de ciudad dirigidos a gente mayor. Las sales taller se situarán a la primera y la segunda planta, mientras que a la tercera habrá despacho para el personal y una sala de informática.
Las características de este nuevo equipamiento permitirán dar visibilidad a los actos que organice la gente mayor mataronina, y presentar una oferta lúdica y formativa más amplia. El nuevo casal de abuelos no sólo ofrecerá servicio a las cerca de 5.000 personas mayores de 65 años que hay a Cerdanyola, sino a toda la gente mayor de la ciudad.
El nuevo casal, que costará cerca de un millón de euros, forma parte del Proyecto de intervención integral de Cerdanyola y está financiado por la Ley de Barrios (la Generalitat paga el 50% de la operación). El edificio tendrá 428m2 repartidos en cuatro plantas y tendrá el acceso principal en la calle Plana de Bages, justo ante una pequeña zona verde ya urbanizada. A este vial también dará la fachada principal, que presenta como elemento más característico el uso de material reciclado, a base de rechazo del contenedor amarillo (plástico y envases metálicos) con el cual se construirán unas persianas de lames desplegables que servirán para proteger el edificio de la luz solar en verano. La planta baja del edificio contará con una gran sala polivalente de 73m2, diáfana y apto para la realización de actas de ciudad dirigidos a gente mayor. Las sales taller se situarán a la primera y la segunda planta, mientras que a la tercera habrá despacho para el personal y una sala de informática.
Las características de este nuevo equipamiento permitirán dar visibilidad a los actos que organice la gente mayor mataronina, y presentar una oferta lúdica y formativa más amplia. El nuevo casal de abuelos no sólo ofrecerá servicio a las cerca de 5.000 personas mayores de 65 años que hay a Cerdanyola, sino a toda la gente mayor de la ciudad.