El 21 de febrero de 1952, varios estudiantes murieron tiroteados por los militares y la policía a la Universidad de Dhaka, al actual Bangladesh, cuando realizaban un acto de protesta en defensa de su lengua materna. Formaban parte del Movimiento por la Lengua Bengalí, el idioma empleado por la mayoría de la población de la zona, a pesar de que la urdú era el único reconocido oficialmente. 37 años después, en homenaje a las víctimas y a su lucha, la UNESCO declaró el 21 de febrero Día Internacional de la Lengua Materna. A pesar de que todo esto suene muy lejano en Mataró, hoy el bengalí es una de los aproximadamente 120 idiomas diferentes que se hablan en la ciudad.
"Reconocer las lenguas maternas de los mataronins como riqueza cultural aumenta su sentimiento de pertenencia a la ciudad"
La capital del Maresme es, en el siglo XXI, un auténtico crisol de orígenes y, por lo tanto, de culturas y lenguas diversos: lenguas maternas que reflejan y estructuran pensamientos, raíces, formas de expresión y símbolos culturales, las cuales conviven en las calles, plazas, escuelas, puestos de trabajo y comunidades de vecinos de la ciudad. Algunas de ellas minoritarias y en peligro de extinción –de las más de 6.000 lenguas que se hablan en el mundo, más de la mitad se considera que están amenazadas- y que es imprescindible preservar. Tal y como decía el filólogo David Crystal, "el mundo es un mosaico de visiones, y cada visión es explicada por una lengua. Cada vez que desaparece una lengua, desaparece una visión del mundo".
Mataró se ha sumado recientemente a la celebración del Día Internacional de la Lengua Materna, pero tiene todo el sentido que lo haga. Más allá del catalán y del castellano, es muy habitual que a las calles se escuche el árabe o el amazic (hay aproximadamente 8.000 mataronins procedentes del Marruecos), así como el chino mandarí o el cantonès. La variedad de lenguas subsaharianas, como el mandinga, el wòlof, el diola o el sarawule, también se han integrado en el corpus lingüístico mataroní, donde, además, han ganado pes idiomas europeos como el ruso, el rumano o el italiano. La celebración en el entorno del 21 de febrero es tan sólo la parte más visible del trabajo que el consistorio realiza a lo largo del año por visibilitzar y defender las lenguas maternas de los mataronins. "El año 2011 se hizo una diagnosis de las lenguas que se hablaban en Mataró y en especial las que se enseñaban en actividades extraescolares, más allá del que hacen las escuelas de idiomas y academias", explican desde el servicio de Igualdad y Ciudadanía del Ayuntamiento.
Después de comprobar que entre muchos colectivos de origen extranjero de la ciudad había una auténtico afán para transmitir sus lenguas maternas a las nuevas generaciones de cara a que no se perdieran, el consistorio, entre otros, promovió en col·laobració con el MEM, sesiones de formación a las personas que enseñaban estos idiomas, con el objetivo de garantizar la calidad pedagógica. A través de este proceso, los técnicos municipales comprobaron como muchas personas mataronines enen como lengua materna idiomas minorizados (como el amazic, hablado en el Marruecos y otros países norte-afrians) o en peligro de desaparición, (como el guaraní hablado a diferentes zonas sudamericanos). "Hemos intentado, desde aquí, promover políticas compensatorias y de visibilització para hacer de contrapeso", señalan desde el Ayuntamiento.
"También hay que trabajarlo en el aula, visibilitzar la diversidad de orígenes y de lenguas que hay en las escuelas"
Todo ello, con qué objetivo? Reconocer la cultura de origen de los mataronins de procedencia diversa "hace que estos fortalezcan su sentimiento de pertenencia de la ciudad, puesto que sienten que ellos también forman parte de la cultura mataronina, y que son una fuente de riqueza". Algo que también se está trabajando en el ámbito educativo, con cada vez más centros de primaria y secundaria de la ciudad que tienen alumnas de diferentes procedencias. "Reconocer la lengua materna de estos niños, hacerlos ver que es un saber del cual tienen que estar orgullosos y visibilitzar-lo ante sus compañeros, es una forma de darlos protagonismo y reconocer sus conocimientos", afirman desde el consistorio. [banner-AMP_5]
Aprendizaje sin imposiciones
Además del Ayuntamiento, el departamento de Educación de la Generalitat, el MEM, las bibliotecas de la ciudad y la Escuela Oficial de Idiomas, uno de los agentes implicados en la organización de los actos es el Centro para la Normalización Lingüística del Maresme, por el cual pasan cada año centenares de mataronins que quieren aprender el catalán. La suya cabeza de estudios, Lurdes Borrell, destaca que el fomento del aprendizaje del catalán, clave como herramienta de cohesión social y de igualdad de oportunidades para los recién llegados, en ningún caso puede ir en detrimento de sus raíces. "La lengua materna es su lengua, con la que expresan su visión del mundo y transmiten sus sentimientos, impedirlo es un bloqueo para las personas", destaca Borrell, que considera que hay que hacer un trabajo global de preservación. "Si las lenguas mueren es porque sus hablantes no ven la utilidad de emplearlas, por lo tanto hay que crear estos espacios de uso". [banner-AMP_6]