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El pedagogo Gregorio Luri. Fotos. R. Gallofré

Redacció

"Es terrible que en las escuelas aquello innovador se presente automáticamente como bono"

Entrevista con el reconocido pedagogo maresmenc Gregorio Luri, en el marco de las jornadas de puertas abiertas a escuelas e institutos

En que se tienen que fijar las familias cuando asistan a las jornadas de puertas abiertas de escuelas e institutos? Qué tienen que ser los criterios principales a la hora de escoger centro para sus hijos e hijas? Como identificar que los cada vez más numerosos proyectos pedagógicos singulares son potentes y creíbles, y no tan sólo puro maquillaje? Es importante la tipología de alumnado que acoge el centro, hay que priorizar la calidad de las instalaciones por encima de todo, hasta qué punto la proximidad es imprescindible? La cantidad de preguntas que padres y madres acumulan en momentos como estos puede resultar angustioso. El filósofo y pedagogo maresmenc Gregorio Luri, una de las voces más autorizadas del panorama catalán en materia educativa, da algunas claves para ayudar a tomar la decisión correcta

Las jornadas de puertas abiertas muestran la realidad de cada escuela?

Son un fenómeno de mercado, no algo estrictamente pedagógico. Unos días donde el centro lo tiene todo diseñado para convencerte, donde se esfuerza para esconder aquello que no conviene que se vea. Se impone el marketing, el branding. Es normal: aquellas escuelas que no atraigan suficiente alumnado se ven riesgo que se los saquen líneas, cosa que a medio término las condena a desaparecer. Hay una preocupación tremenda. Pero no creo que sea del todo negativo: la escuela pública no puede renunciar a cuidar su imagen, porque la escuela es una institución pública, un centro de poder que gestiona recursos públicos, y que tiene una responsabilidad ante la sociedad.

Pero como nos lo tenemos que hacer para averiguar la verdad más allá del marketing?

Cuando voy evaluaciones externas de los centros, miro principalmente cuatro cosas: la manera como entran los alumnos a la escuela y la cara que hacen cuando salen; la manera como están los pasillos y el mantenimiento de los lavabos. Sí, los lavabos: su estado es un reflejo fiel del valor que mujeres a tus alumnos. Me gusta detectar hábitos cotidianos entero los maestros que indican que hay convicciones fuertes y un claustro unido. Pongo el ejemplo de una escuela del casco antiguo de Barcelona, con unas instalaciones tan precarias que te traen a pensar que lo tendrían que cerrar el más bien posible, pero cuando veo como la directora saluda por el nombre a todos los alumnos cada mañana, y su tutor se despide de ellos cada día dándolos la mano y mirándolos a la cara... traería mis hijos o limpios de inmediato.

"Una escuela es buena cuando las familias se refieren a ella como 'nuestra escuela'"

Métodos como la zona única que se establece en Mataró, los considera adecuados?

Hemos hecho del pluralismo un valor constitucional supremo, y vamos cada vez mes a dar autonomía a los centros. Si aceptamos estos dos hechos, la libertad de elección es una necesidad.

Pero muchas familias siguen valorando la proximidad

Y tanto. Es algo importante. Te ahorra mucho tiempo, y permite que tu hijo tenga amigos en el mismo barrio donde vivos. Un derecho de los niños es tener padres tranquilos, y si estos lo tienen que traer a una escuela a la otra punta de la ciudad y perder cada mañana una hora al coche, no ayuda nada.

Una manera más sencilla seria que se hicieran públicos los resultados académicos de cada escuela, pero la comunidad educativa es muy reticente.

No me gusta que las escuelas se resistan a las evaluaciones. Esto al final se debe de al cierto complejo de inferioridad que la escuela pública tiene respecto a la concertada. Pero si se hicieran se descubriría algo tan fundamental como elemental: que las diferencias no son nada notables. Que en realidad la distancia más grande es entre diferentes escuelas públicas, y nos dejaría claro que la administración no las puede tratar por igual. Nunca tendremos una valoración absolutamente objetiva, ni con las escuelas ni con nada. Pero la peor evaluación es la que no se hace. Todos cometemos errores, no hay nadie perfecto, pero tenemos que ser capaces analizar la lógica que te ha traído a este error. La evaluación se un diagnóstico de trabajo, forma parte del proceso de aprendizaje, si no la haces no puedes captar muchas cosas.[banner-AMP_5]

"Las jornadas de puertas abiertas se han convertido en un fenómeno de mercado, no estrictamente pedagógico"

Las diferencias entre escuelas se deben de sobre todo a la realidad socioeconómica de su entorno y de las familias usuarias?

Más que por la realidad socioeconómica, las diferencias venden motivadas por el clima que se crea dentro del claustro de profesores. Podemos encontrar tantíssims ejemplos de escuelas en una situación socioeconómica deprimente que presentan resultados extraordinarios, y viceversa. Ve en un barrio barcelonés rico como San Gervasi y verás la diferencia bestial en los resultados de las evaluaciones de sus escuelas. Claro que la realidad del entorno influye, y no se puede tratar a todas las escuelas igual desde la administración si las necesidades son diferentes. Pero esta realidad es la que es, y con ella se tiene que trabajar. Te imaginas que un funcionario de presos se quejara que a su puesto de trabajo sólo le llegan delincuentes? Como funcionario público trabajas con la sociedad que tienes, con la realidad que te ha tocado.[banner-AMP_6]

Es difícil, en definitiva, establecer un baremo claro y único para poder escoger escuela

Al final es una elección que hacemos con los ojos cerrados. Nunca encontrarás la escuela que te satisfaga al 100%. Y porque aquello que define el que es realmente bueno de ella no se puede baremar. La escuela es una causa noble e imperfecta, siempre llegará el día que te decepcionará. Muchos padres que cruzan haber encontrado la perfecta por sus hijos, a la primera que se torcen las cosas los cambian de centro, algo que siempre resulta traumático. Al final, podemos determinar que una escuela es buena cuando en hablas de ella en familia, con los hijos, te refieres de manera espontánea como "nuestra escuela".[banner-AMP_7]

"Si aceptamos el pluralismo y la autonomía de los centros, la libertad de elección de escuela es una necesidad"

Hoy casi todas las escuelas presentan proyectos pedagógicos singulares e innovadores. Cómo podemos detectar que no nos vendan gato por liebre?

Hoy el concepto "nuevo" ha sustituido el de "bono" como criterio de evaluación. Cualquier cosa que se nos presente como innovadora no necesita justificar que además sea buena, y esto me parece una confusión terrible. Este glamour de la innovación que esconde que la gran mayoría de proyectos que se nos presentan bajo esta etiqueta, como el trabajo por proyectos o el aprender haciendo, tienen más de 100 años de vida. La buena escuela es aquella que tiene asumida la práctica reflexiva y es capaz de aprender de sus fracasos y de sus éxitos, no quién tiene la metodología teóricamente más avance e innovadora. Si al final el que haces es comprar una impresora 3d para utilizarla sólo el día que venga el periodista a hacer la foto, pues no vas en ninguna parte. El método no es la clave de nada: el que es importante es la coordinación del equipo docente alrededor de unas ideas pedagógicas y de trabajo. Sea cual sea la metodología, si el profesorado lo comparte y está convencido, entonces los resultados son extraordinarios.[banner-AMP_8]

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