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Xavier Amat

Fiesta con el cava desbravado

Los Renacuajos cargan su primer Gama Extra en casa pero topan inesperadamente con el 3 de 9

Sólo cinco pandillas han hecho en alguna ocasión un Gama Extra. Hay que recordarlo desde buen principio, porque nadie olvide que el que, una vez más, la pandilla castellera Renacuajos de Mataró ha hecho por la fiesta de Las Santas a la plaza de Santa Anna es al alcance de muy pocos. Aún así, los de la camisa azul marino no podían esconder al final de la jornada algunas caras de cierta decepción, no tanto porque la torre de 9 con forre y manillas sólo se hubiera cargado, sino sobre todo porque, cuando el cava ya estaba en fresco, ha llegado un inesperado revés con el 3 de 9 con forro. Un jarrón de agua fría y que hace que el balance de la actuación pueda tener valoraciones diversas. "Es curioso esto de los castillos, hemos tenido dos leñas y la gente nos felicita por la actuación", hacía broma el capataz Lluís Feliu después de comprobar las contusiones de poca consideración de algunos castellers.

Santa Anna presentaba un magnífico aspecto la matinal del 24 de julio con aficionados con ganas de vivir una nueva jornada histórica. A ambos lados de los Renacuajos, los Castellers de Vilafranca, que anunciaban una actuación prácticamente calcada a la de los mataronins, y los Castellers de Lleida, que preveían construcciones de 8 pisos. Y los Renacuajos han arrancado fuerte, con el 4 de 9 con forro – la primera vez que abrían con este castillo por las Santas - , y que finalmente ha resultado el único que ha completado el ciclo, con gran rapidez a pesar de que en algunos momentos un pelo abierto. Con los ánimos al máximo, en segunda ronda los maresmencs han encarado su gran objetivo del día, la torre de 9 con forre y manillas, castillo de Gama Extra que los Renacuajos cargaron y descargar por primera vez el 1 de noviembre del año pasado en Vilafranca del Penedès. El castillo ha ido arriba a la primera, pero a los pocos instantes de sonar gralles el capataz ha ordenado bajar el castillo puesto que a nivel de tercios las cosas no se veían claras. Todo el mundo intacto y, después de pasar ronda, ahora sí llegaba el intento bueno. Con piña, forro y manillas perfectamente compactados, los pisos han ido subiendo hasta que, acompañada del griterío de la plaza, la enxaneta ha coronado el castillo. Desgraciadamente, y a diferencia de cómo fue a Vilafranca, la frágil y estilizada construcción se ha roto poco instantes después, pero los cánticos de celebración de la pandilla no se han hecho esperar. Tal como se proponían, lo habían hecho en casa. El 3 de 9 forrado tenía que ser la cirereta del pastel, no obstante con el enxaneta cerca de coronar, la fuerza de la gravedad ha ganado la partida a la pandilla. "El tronco traía mucho trabajo acumulado y supongo que algunos componentes estaban un poco cansados, pero ya acabaremos de analizar qué ha pasado", ha explicado Lluís Feliu.

Actuación muy desigual la que han tenido Vilafranca y Lleida. Los verdes se han sacado la espina de la caída de la torre de 9 del año pasado, y la han completado con la solvencia habitual de la pandilla acompañándola del 3 y el 4 de 9 forrados y el pilar de 7 también con forro. Los Castellers de Lleida, en cambio, han hecho leña en la torre de 8 con forro, y el 3 de 8 sólo lo han podido cargar, mientras que han completado el 4 de 8 y la torre de 7.

Cinco años sin Mariona
Mención especial merece el sentido homenajeo y recuerdo para Mariona Galindo Lora al final de la actuación por parte de las tres pandillas participantes y de todos los asistentes. Cada año, antes de la jornada de Las Santas, los Renacuajos recuerdan con un pilar a la plaza de Santa Maria la joven castellera que murió el 2006 como consecuencia de una caída en el decurso de la jornada de Las Santas. Este año que se cumplen cinco años, además de mantener este acto, la pandilla mataronina ha querido traer su recuerdo a la plaza de Santa Anna, y, después de leer un emotivo texto, las tres pandillas han levantado la una junto a la otra un pilar de 5, en medio de un silencio que cortaba el aire. La larga ovación final ha hecho poner la piel de gallina a los que encara no se la tenían.