Los ataques de buena parte de los medios de comunicación conservadores a la financiación de los sindicatos es, en realidad, un ataque a la autonomía sindical. Cuando el sindicato de CCOO se define como autónomo e independiente lo hace afirmando que lo es del Estado, de la Administración central y autonómica, de los poderes económicos y de cualquiera otro cuerpo institucional y social. Esta autonomía tiene, pero, una segunda cara, y es que el sindicato lo ejerce con el pleno respecto a los derechos de todas las personas afiliadas a pertenecer al partido político, asociación social o religiosa que crean conveniente de acuerdo con sus convicciones.
Aquellos que cuestionan la función del sindicato cuestionan el papel que la misma Constitución se los otorga. Digo esto porque coincide que son los ultradefensors del texto constitucional los que más lo hacen. Cómo siempre, defienden el que los interesa, el que es suyo. Miráis, cuando se pone en cuestión la legitimidad de los sindicatos para desarrollar las funciones se niega una obviedad. Esta legitimidad nos viene dada por el ejercicio de la democracia en el seno de las empresas y centros de trabajo. Cada cuatro años, los sindicatos pasan por las urnas, y sueño los trabajadores y trabajadoras con su voto los que deciden la representatividad de cada cual. En Cataluña, desde las primeras elecciones sindicales en democracia, CCOO es el primer sindicato y trabajamos porque continúe siendo así. Y ahora que se habla tanto de las altas cifras de abstención quiero añadir que a muchas empresas vota la práctica totalidad del censo.
>br> Los sindicatos recibimos financiación, del mismo modo que las formaciones políticas y sociales, para desarrollar la responsabilidad que tenemos conferida: la defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras. Las cuentas de los sindicatos pasan controles internos y externos, entre otros el del Tribunal de Cuentas. Cada año CCOO de Cataluña presenta sus cuentas a la Sindicatura de Cuentas. Por cierto, lo hacemos en un acto público y hay que lamentar el poco eco que tiene a los medios de comunicación, y justo es decir que desgraciadamente, año tras año, constatamos que con esto estamos muy sólo.
Mucha gente desconoce que CCOO, en todo el Estado, con 1.200.000 afiliados y afiliadas, financia la mayor parte de su actividad con las cuotas establecidas por los órganos directivos. Es sorpresivo que la derecha política e informativa censure con frecuencia las subvenciones a los sindicatos e ignore las que reciben las organizaciones patronales. Hay que aclarar que los fondos para la formación de los trabajadores y trabajadoras son subvenciones de carácter finalista y no se pueden confundir con la financiación a los sindicatos. Por otro lado, el asesoramiento jurídico es un servicio del sindicato y una de nuestras actividades básicas para proteger la afiliación. Estos servicios son utilizados por más de 150.000 usuarios, por consultas y expedientes. Hay que saber que este servicio es gratuito para las personas afiliadas, según su antigüedad, y con honorarios cuando el trabajador no es afiliado o cuando se está afiliado de fecha reciente tiempo. Somos una organización comprometida con la gestión eficaz y transparente de los recursos disponibles: recursos económicos y humanos que son los que nos permiten desarrollar nuestras tareas de representación y nuestra acción sindical, incluida la negociación colectiva. Este es nuestro compromiso con el conjunto de trabajadores y trabajadoras, y, por encima de todo, con nuestra afiliación.
Aquellos que cuestionan la función del sindicato cuestionan el papel que la misma Constitución se los otorga. Digo esto porque coincide que son los ultradefensors del texto constitucional los que más lo hacen. Cómo siempre, defienden el que los interesa, el que es suyo. Miráis, cuando se pone en cuestión la legitimidad de los sindicatos para desarrollar las funciones se niega una obviedad. Esta legitimidad nos viene dada por el ejercicio de la democracia en el seno de las empresas y centros de trabajo. Cada cuatro años, los sindicatos pasan por las urnas, y sueño los trabajadores y trabajadoras con su voto los que deciden la representatividad de cada cual. En Cataluña, desde las primeras elecciones sindicales en democracia, CCOO es el primer sindicato y trabajamos porque continúe siendo así. Y ahora que se habla tanto de las altas cifras de abstención quiero añadir que a muchas empresas vota la práctica totalidad del censo.
>br> Los sindicatos recibimos financiación, del mismo modo que las formaciones políticas y sociales, para desarrollar la responsabilidad que tenemos conferida: la defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras. Las cuentas de los sindicatos pasan controles internos y externos, entre otros el del Tribunal de Cuentas. Cada año CCOO de Cataluña presenta sus cuentas a la Sindicatura de Cuentas. Por cierto, lo hacemos en un acto público y hay que lamentar el poco eco que tiene a los medios de comunicación, y justo es decir que desgraciadamente, año tras año, constatamos que con esto estamos muy sólo.
Mucha gente desconoce que CCOO, en todo el Estado, con 1.200.000 afiliados y afiliadas, financia la mayor parte de su actividad con las cuotas establecidas por los órganos directivos. Es sorpresivo que la derecha política e informativa censure con frecuencia las subvenciones a los sindicatos e ignore las que reciben las organizaciones patronales. Hay que aclarar que los fondos para la formación de los trabajadores y trabajadoras son subvenciones de carácter finalista y no se pueden confundir con la financiación a los sindicatos. Por otro lado, el asesoramiento jurídico es un servicio del sindicato y una de nuestras actividades básicas para proteger la afiliación. Estos servicios son utilizados por más de 150.000 usuarios, por consultas y expedientes. Hay que saber que este servicio es gratuito para las personas afiliadas, según su antigüedad, y con honorarios cuando el trabajador no es afiliado o cuando se está afiliado de fecha reciente tiempo. Somos una organización comprometida con la gestión eficaz y transparente de los recursos disponibles: recursos económicos y humanos que son los que nos permiten desarrollar nuestras tareas de representación y nuestra acción sindical, incluida la negociación colectiva. Este es nuestro compromiso con el conjunto de trabajadores y trabajadoras, y, por encima de todo, con nuestra afiliación.