El No n'hi ha prou se ha convertido, con permiso de la Nit Boja y el Castell de Focs, en el gran emblema de Les Santes. Algo que volvió a demostrarse ayer lunes como punto culminante de un día 28 donde la lluvia fue una constante amenaza, que no logró deslucir la jornada.
Por la mañana, la Cursa popular, de nuevo muy participada, dio paso a la Anada a la Residència, que tuvo que retrasarse a causa de las lloviznas pero que volvió a ser el pasacalles más alocado donde las figuras y comparsas pierden totalmente la vergüenza y los protocolos. Por la tarde, de nuevo la lluvia hizo de las suyas, en este caso en la Postal de Gegants, con los padres de Maneló, los Gigantes de Terrassa, invitados a la cita. Por suerte, sin embargo, el acto pudo completarse con normalidad.
El Ball de Dracs, con muchísima gente siguiendo las figuras, llenó de fuego el casco antiguo, mientras la plaza de Santa Anna acogía los Requisits de Festa Major, el baile más tradicional con la barra de la Juliana como principal congregador de gente. Todo ello, para disfrutar de cada acto pero también para hacer tiempo para la gran cita de la noche, el No n'hi ha prou.
El despertar de las figuras a causa del alboroto festivo las llevó de nuevo a salir a bailar a las puertas del Ayuntamiento con miles de personas, dejando estampas absolutamente memorables, como la unión de gente cantando a coro el Virolai con el baile de Robafaves. Un momento único.
Las mejores imágenes del lunes 28