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Redacció

Habana-Matadero: la zona más buscada para vivir

La conversión de toda la antigua zona industrial en nuevas promociones ha multiplicado la población del barrio

A La Habana-Matadero se lo suele presentar como la parte marinera de la ciudad, el barrio de casas bajas que había yendo hacia San Simó, el encanto de la primera línea de mar y el Callao y alguna gentileza más. Tópica pero cierta. Hoy en día para elogiar la zona de levante de la ciudad hay una manera menos prosaïca pero que prácticamente todo el mundo ha tenido que probar: vamos al mercado inmobiliario de la ciudad y miramos cuáles son las zonas más buscadas para vivir. Hay el Centro y hay La Habana. De hecho hay buscadors que los agrupan: Centro-Eixample. Por algo será.

Y no es que sea una moda, es una realidad. Ya no es que las antiguas casas vayan buscadas, es que la evolución de la ciudad ha dibujado un tipo de oasis residencial con la línea de mar a cinco o diez minutos que mucha gente quiere habitar. Y claro, las intervenciones urbanísticas en la zona solo han hecho que revalorizarla. A primera línea, promociones como la de ahora a la antigua Prades, que pose como ejemplo la conversión de las antiguas industrias periféricas en zonas de pisots de excepción. Más arriba, toda la zona de la calle Herrera, relanzada después de la operación exitosa y clave del Matadero, su conversión en bilioteca, sus Jardines abiertos y las equipaciones que hay. Hay todo Hace falta Collut, hay las escuelas consolidadas y el carácter que se mantiene acotat. La zona no ha parado de crecer por el efecto grita de estas nuevas promociones y, claro, hay servicios que se ressenteixen como los insuficientes casales de gente mayor. Es la zona más querida y esto siempre quiere decir cosas. La mayoría buenas.

La sirena

Se sentía en toda La Habana-Matadero. Y más allá. Era quien realmente gobernaba el paso del tiempo a Mataró y hay quien todavía la recuerda. Hasta el primer cuarto del siglo XX, uno de los principales rasgos definitorios del barrio era la sirena de Can Marfà, que alertaba de los turnos de la gran fábrica de la ciudad, que llegó a tener 1.500 trabajadores y que haciéndose sentir hacía evidente el peso de la industria del género de punto a la ciudad.

Retos

Ninguno del Barrio de La Habana. Foto: R.Gallofré

 

Redimensionar el JEFE de Mataró Centro

Una de las derivadas más claras de la crecida de población de la zona de La Habana y el Matadero se vive en su Centro de Atención Primaria de referencia, el de Mataró-Centro al Camino real. Este, dimensionado en su momento por una población determinada, ha tenido que absorber la población que se ha ido instalando en las nuevas promociones (centenares de vecinos nuevos donde antes había fábricas, crecida total) de forma que a nivel de recursos humanos y espacio las instalaciones y personal se han revelado como insuficientes, especialmente en tiempos de Covid-19. Conviene redimensionar un servicio básico y capital como el sanitario.

Can Marfà barrio de La Habana. Foto: R.Gallofré

 

Can Marfà

Can Marfà no es solo pasado, sino también presente y futuro por un barrio que no deja de estar hecho al cobijo de esta y otras fábricas. En el caso de Can Marfà, felizmente salvado como edfici, tiene solo la nave pequeña funcionando como una de las sedes del Museo de Mataró, dedicado a la colección del Género de Punto, pero la nave gorda está inutilizada en su mayor parte: a la parte baja tiene las figuras festivas durmiendo y bastante.[banner-AMP_5]

Este año, que hay elecciones, seguro que se vuelve a hablar del futuro de la nave gorda de Can Marfà y de qué tiene que ser su uso. De momento, ideas no concretadas. Y no parece prioritario. Por el que Can Marfà estará tiempo encara con buena parte de su espacio criando polvo.

Solar escuela Coromines educación . Foto: R.Gallofré

Nuevo Coromines

En el conocido como Eje Herrera, que viene a separar en el trazado de la calle que lleva el nombre La Habana y el Matadero, hay ahora ya todos los solares pendientes o bien edificados o bien levantándose para las diferentes promociones inmobiliarias pero todavía ahora a Prat de la Riba hay el solar, con su chimenea protegida, que tiene que acoger el edificio de Joan Coromines. Es una de las principales canciones del enfadoso de la planificación educativa mataronina pero todavía no se concreta, teniendo la pelota la Generalitat. Un nuevo centro educativo en el barrio permitirá consolidarlo como polo de actividad y vida, junto a los que ya hay.[banner-AMP_6]