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Editorial Capgros.com

Hace falta un revulsivo

El CE Mataró trae siete jornadas ligueras. En estas todavía no ha sumado ninguna victoria, y sólo ha recogido tres empates en 21 puntos en juego. Un bagaje muy pobre. Pero a pesar de esto, resulta que una sola victoria haría salir de la zona de descenso a los mataronins. Demostración evidente de la igualdad -igualdad a pocos recursos, se entiende- en la zona baja de la Primera Catalana. Por lo tanto, a pesar de haber echado por la borde dos meses de competición, y a pesar de estar casi igual que antes de empezar la liga, el CE Mataró tiene opciones reales de respirar con poca cosa. La plantilla no va sobrada de calidad, pero a ganas y empuja no los gana nadie. Inclús a veces van más del que habrían. Por lo tanto, hay material para conseguir, al menos, luchar para ganar rivales directos y dar emoción a la salvación o no salvación. Y para hacerlo hacen falta revulsivos. No hay posibilidad de incorporar grandes estrellas. De hecho, no hay ni la opción de incorporar con alguna garantía, simplemente. Hace falta, por lo tanto, apuntar al banquillo. Desde allá no se han hecho las cosas bien. Desgavell táctico, jugadores que no han ocupado sus posiciones naturales y nula lectura del desarrollo de los partidos. Un serio toque de atención para hacer viraje total a la situación (no puede ser que los resultados no lleguen y sigan jugando los mismos once jugadores) o cambio de aires. A pesar de que tampoco está claro que haya mucho donde escoger con la temporada empezada. Pero ahora todavía se está a tiempo.