Castañas y panellets, o brujas, esqueletos y fantasmas. La noche del 31 de octubre convivirán en muchas casas la costumbre catalana con la tradición importada del Halloween. Las pastelerías y los castaños compiten, estos días, con las tiendas de disfraces y complementos, que ven como cada año crece la demanda de vestidos y motivos decorativos "terroríficos" para celebrar la vigilia de Todo Sants.
Tiendas como Mimosa o Can Patuel ofrecen en un grande surtido de disfraces para pequeños y grandes que oscilan entre los 20 y los 50 euros. Entre los disfraces más pedidos este año destacan los vestidos de zombies, junto a los típicos vestidos de bruja o vampiro. Junto a esta demanda, estos comercios observan también que en muchas escuelas los niños más pequeños se disfraza de castanyera, siguiendo así la tradición catalana de La Castañada. Muchas familias como la de Marta Martí optan para "disfrazar a los pequeños para hacer la gracia, pero a mesa comemos las tradicionales castañas y los panellets", explica.
Las altas temperaturas que han acompañado la entrada del otoño han hecho sufrir los castaños hasta última hora. Las paradetes que hay instaladas en diferentes lugares de la ciudad han notado una bajada considerable de sus ventas. Aún así, el precio de la castaña se sigue manteniendo respete los años anteriores puesto que los proveedores no han bajado el coste. José Luís Córdoba, vendedor de estas a la Plaza de las Tereses desde hace más de 10 años, explica como "la crisis ha provocado que desde hace 3 o 4 años la gente compre castañas sólo de manera esporádica, cuando antes era un gran atractivo durante esta época del año".
En cuanto a los panellets, en este caso, si que han sufrido una pequeña bajada de los precios en función de la materia delgada. Pastelerías como Pilar o la pastelería Maica ya tienen a punto los clásicos panellets de piñones, almendra, coco y café. Los precios han bajado en general en todo el surtido de panellets excepto los de piñones donde el precio se mantiene. Aún así Narciso Escolano, de la pastelería Pilar, explica que han optado para "no bajar mucho los precios de los panellets pero mantener la calidad de las materias primeras utilizadas para sus panellets con almendras de Mallorca o piñón de Castilla". De momento no se puede hacer un balance de las ventas de panellets puesto que la mayoría de familias compran este producto en el último momento para que sean reciente hechos.
Tiendas como Mimosa o Can Patuel ofrecen en un grande surtido de disfraces para pequeños y grandes que oscilan entre los 20 y los 50 euros. Entre los disfraces más pedidos este año destacan los vestidos de zombies, junto a los típicos vestidos de bruja o vampiro. Junto a esta demanda, estos comercios observan también que en muchas escuelas los niños más pequeños se disfraza de castanyera, siguiendo así la tradición catalana de La Castañada. Muchas familias como la de Marta Martí optan para "disfrazar a los pequeños para hacer la gracia, pero a mesa comemos las tradicionales castañas y los panellets", explica.
Las altas temperaturas que han acompañado la entrada del otoño han hecho sufrir los castaños hasta última hora. Las paradetes que hay instaladas en diferentes lugares de la ciudad han notado una bajada considerable de sus ventas. Aún así, el precio de la castaña se sigue manteniendo respete los años anteriores puesto que los proveedores no han bajado el coste. José Luís Córdoba, vendedor de estas a la Plaza de las Tereses desde hace más de 10 años, explica como "la crisis ha provocado que desde hace 3 o 4 años la gente compre castañas sólo de manera esporádica, cuando antes era un gran atractivo durante esta época del año".
En cuanto a los panellets, en este caso, si que han sufrido una pequeña bajada de los precios en función de la materia delgada. Pastelerías como Pilar o la pastelería Maica ya tienen a punto los clásicos panellets de piñones, almendra, coco y café. Los precios han bajado en general en todo el surtido de panellets excepto los de piñones donde el precio se mantiene. Aún así Narciso Escolano, de la pastelería Pilar, explica que han optado para "no bajar mucho los precios de los panellets pero mantener la calidad de las materias primeras utilizadas para sus panellets con almendras de Mallorca o piñón de Castilla". De momento no se puede hacer un balance de las ventas de panellets puesto que la mayoría de familias compran este producto en el último momento para que sean reciente hechos.