Mataró tiene un patrimonio musical plurisecular reflejo a escala local de la Historia de la Música europea. El siglo XVI existía ya un órgano en Santa Maria, escolania y Capilla de Música. Los musicòlegs F. Cortés, J. Guifré, Mª T. Ximenes y Neus Cabot y los historiadores F. Costa y J. Giménez Blasco, en diferentes estudios, han reseguido la vida de este conjunto musical y de los órganos de Santa Maria. Por su uso litúrgico, se conservan a la parroquial dos grandes cantorals de hojas de pergamino, seguramente del s.XVII. La época donde saca la cabeza uno de los músicos mataronins más destacados de todos los tiempos y con obra conservada: Joan Pau Pujol (1570-1626).
Se conserva obra, en una relación no exhaustiva, de los Maestros de Capilla siete-centistes: Salvador Laverni (a Canet); Jaume Arau, autor de un oratori sacro dedicado a la venida de las reliquias de las Santas en Mataró el 1772 y Miquel Bassols. Ya en el siglo XIX, de Jaume Roure y de los suyo discípulo, el emblemático Mn. Manuel Blanch autor de célebre Misa de Gloria y de un Miserere que se interpretaba cada año a Santo Jaume del Hospital todos los lunes de Cuaresma.
Organistas de fama de Santa Maria fueran Jaume Isern ( 1880), quien tocó por 50 años el órgano Boscà (1736) destruido durante la Guerra Civil. Isern fue inventor de un aparato que posibilitaba a los invidentes de escribir música y que fue premiado por Royal Society for the encouragement of Artes, Manufacturas and Commerce de Londres. Alrededor de la maestría de en Jaume Isern se formó un cenacle romántico musical del cuando participaron entre otros: sus dos hijos Carles y Cándido, Nicolau Guanyabens,, autor de lo opera Arnaldo di Erill estrenada al Liceo el 1859 o de la barcarola que ha acontecido la célebre La calma de la mar; el propio Mn. Blanch; Lluís Viada y Castellano, organista por más de 40 en Santa Maria o Teodor Solà, maestro por su parte Frank Marshall, este último profesor de Alicia de Larrocha.
Durante la segunda mitad del siglo XIX aparecieron también en Mataró con fuerza las grandes masas corales populares que popularizó Anselm Clavé. Hablamos de los corazones La Antigua, La Palma, La Constancia, La Perla, La Armonía, La Walkiria...
Al primer tercio de los siglo XX nació el Orfeón Mataroní con Mn. Josep Molé, la Academia Musical Mariana con Mn. Joan Fargas y la Banda de Mataró con el maestro Cuello y Agulló. El 1926 se construía el gran órgano actual de Santa Maria siguiendo la estética musical de la época. De esta primera mitad de siglo XX son la música de gran calidad de los Pastorcillos y de la Pasión de la Sala Cabañas de los maestros Enric Tuesta y Felip Vilaró; Las siete palabras de Cristo a la cruz (1943) de Cristòfol Taltavull o la In memoriam del maestro Cuello y Agulló que cada año se interpreta a la Semana Santa de Cartagena.
A todo este patrimonio musical de connotaciones mataronines podemos sumar la obra del compositor Joaquim Cassadó, padre de los intérpretes Agustí y Gaspar Cassadó, las piezas de piano de Frank Marshall, los "lied" de Joan Borràs de Palau, las sardanas de Honorado Vilamanyà...