Qué hacer con el Hogar Cabanelles? Este inmueble del siglo XIX, ubicado en una parcela de 14.000m2 entre la ronda Alfons X El Sabio, el paseo Cabanelles y la avenida de América, es uno de los grandes espacios de la ciudad en desuso. Con una historia larga y compleja detrás, desde hace años el inmueble vive en un impàs. La Fundación que lo gestiona tiene pensado un proyecto urbanístico que podría desencallarlo, pero con todo para concretar.
Durante la década pasada se quiso convertir la isla del Hogar Cabanelles en un gran centro de atención psiquiátrica con un hospital con 70 plazas, una residencia asistida, un centro de rehabilitación comunitaria, viviendas dotacionals, un aparcamiento y un gran parque abierto a la ciudad. Se presentó oficialmente en 2010, con unos costes previstos de como mínimo 22 millones de euros. El presupuesto, pero, no estaba garantizado y la crisis hizo que el proyecto quedara guardado en un cajón. Por sus dimensiones y ubicación, la isla del Hogar Cabanelles siempre será una pieza urbanísticamente apetitosa, pero sus condiciones -cualificada como equipamiento religioso asistencial y con el legado testamentari que obliga a destinarla a una función social- limitan mucho las posibilidades. Hace unos años nació una plataforma ciudadana, Salvamos el Hogar Cabanelles, contraria a aumentar el volumen edificatori de la finca. A pesar de todo, desde la Fundación que la gestiona tienen previsto un proyecto urbanístico para desencallar este stand-by. Una representación municipal encabezada por el alcalde, David Boto, y los regidores de Salud y de Bienestar Social, Joan Vinzo e Isabel Martínez, visitó hace unos meses el inmueble invitados por miembros de la Fundación, que los dieron a conocer las líneas maestras del proyecto.
Según avanza la regidora de Bienestar Social, Isabel Martínez, el objetivo de los promotores es reformar el edificio principal para destinarlo a "usos sociales", pendientes de concretar, por lo cual necesitarían unos 2 millones de euros. El edificio principal del hogar está incluido en el catálogo del patrimonio arquitectónico de Mataró con el máximo nivel de protección. El proyecto urbanístico también contemplaría abrir la isla al conjunto de la ciudad porque acontezca un pulmón verde para la zona de Rocafonda, y aprovechar una parte de los terrenos para construir pisos. Para poder hacerlo, pero, haría falta una recalificación urbanística del solar.
Desde el consistorio están a la espera que concreten el proyecto para estudiarlo (de momento no se ha presentado ninguna solicitud de licencia) y a priori no se cierran del todo en banda. "Sin ningún uso concreto el inmueble se va muriendo, habría que reactivarlo", afirma la regidora de Bienestar Social, que también lamenta que "toda la parte de ante zona verde no pueda ser disfrutada por los ciudadanos". Pero Martínez recuerda que todo el que se quiera hacer en los terrenos del hogar, incluidos las posibles viviendas y los beneficios que se deriven, "tienen que revertir en los pobres de la ciudad", tal y cómo detalla el testamento del indià Cabanelles. Un hecho que dificulta la viabilidad económica de la promoción.
Durante la década pasada se quiso convertir la isla del Hogar Cabanelles en un gran centro de atención psiquiátrica con un hospital con 70 plazas, una residencia asistida, un centro de rehabilitación comunitaria, viviendas dotacionals, un aparcamiento y un gran parque abierto a la ciudad. Se presentó oficialmente en 2010, con unos costes previstos de como mínimo 22 millones de euros. El presupuesto, pero, no estaba garantizado y la crisis hizo que el proyecto quedara guardado en un cajón. Por sus dimensiones y ubicación, la isla del Hogar Cabanelles siempre será una pieza urbanísticamente apetitosa, pero sus condiciones -cualificada como equipamiento religioso asistencial y con el legado testamentari que obliga a destinarla a una función social- limitan mucho las posibilidades. Hace unos años nació una plataforma ciudadana, Salvamos el Hogar Cabanelles, contraria a aumentar el volumen edificatori de la finca. A pesar de todo, desde la Fundación que la gestiona tienen previsto un proyecto urbanístico para desencallar este stand-by. Una representación municipal encabezada por el alcalde, David Boto, y los regidores de Salud y de Bienestar Social, Joan Vinzo e Isabel Martínez, visitó hace unos meses el inmueble invitados por miembros de la Fundación, que los dieron a conocer las líneas maestras del proyecto.
Según avanza la regidora de Bienestar Social, Isabel Martínez, el objetivo de los promotores es reformar el edificio principal para destinarlo a "usos sociales", pendientes de concretar, por lo cual necesitarían unos 2 millones de euros. El edificio principal del hogar está incluido en el catálogo del patrimonio arquitectónico de Mataró con el máximo nivel de protección. El proyecto urbanístico también contemplaría abrir la isla al conjunto de la ciudad porque acontezca un pulmón verde para la zona de Rocafonda, y aprovechar una parte de los terrenos para construir pisos. Para poder hacerlo, pero, haría falta una recalificación urbanística del solar.
Desde el consistorio están a la espera que concreten el proyecto para estudiarlo (de momento no se ha presentado ninguna solicitud de licencia) y a priori no se cierran del todo en banda. "Sin ningún uso concreto el inmueble se va muriendo, habría que reactivarlo", afirma la regidora de Bienestar Social, que también lamenta que "toda la parte de ante zona verde no pueda ser disfrutada por los ciudadanos". Pero Martínez recuerda que todo el que se quiera hacer en los terrenos del hogar, incluidos las posibles viviendas y los beneficios que se deriven, "tienen que revertir en los pobres de la ciudad", tal y cómo detalla el testamento del indià Cabanelles. Un hecho que dificulta la viabilidad económica de la promoción.