A las paredes del Ateneo cuelgan una septuagésima de fotos. "Pero hice más de 10.000", explica su autor, Romuald Gallofré. El fotógrafo de Renacuajo desde hace más de 10 años se ha pasado muchas horas ante el ordenador para escoger las imágenes que protagonizan la exposición de este año de Las Santas. "Es mi manera de trabajar, disparar mucho y después descartar: es mecánico y pelmazo pero ya estoy acostumbrado", relata este experimentado fotoperiodista, que fue el escogido por la comisión de imagen de Las Santas para retratar la Fiesta Mayor del año pasado y exponer los resultado este 2016. La muestra, fruto de un recorrido por unos 35 actas a lo largo de los 11 días que dura la fiesta (del Estreno del 19 de julio al Chasquido final del 29) se inaugura este viernes día 1 en el Ateneo de la Fundación Iluro.
"En ninguna parte de preparar demasiado las imágenes, preferí ir a los actos, ver qué pasaba y allá buscar el instante especial y el ángulo diferente"
"Santeros" es el título de la exposición, una declaración de intenciones: los protagonistas de la muestra no son los actos de Las Santas, ni las figuras y comparsas, sino las personas que hacen posible la fiesta, y la gente, de los más pequeños a los más grandes, que disfruta. "Sólo hay una fotografía donde salga en Robafaves", explica Gallofré, como ejemplo. Y lo hace en segundo plano, con una botella de cerveza levantada por un santero cometiendo el "sacrilegio" de robarle el protagonismo. El fotógrafo ha preferido descartar algunas imágenes que serían muy bonitas y adecuadas a ojos de muchos mataronins, pero que ya están "muy ver" (la lista de fotoperiodistes que han retratado la Fiesta Mayor al Ateneo es larga), y en su lugar ha optado por fotografías más personales, diferentes, originales. En busca de nuevas perspectivas que sorprendan incluso los mataronins que conocen de memoria Las Santas y su liturgia, pero en las cuales, a la vez, seguro que se verán reflejados.
La mayoría de la septuagésima de fotografías de la exposición responden a estos parámetros. Las Diablesas al tradicional almorzar de las pandillas del día 27 a Hace falta Laru; los geganters con cara de concentración a punto de sacar la Giganta del Ayuntamiento hacia la locura del Desvelo; el tradicional castillo de sillas que se monta al Chasquido Final; otro castillo, el de fuegos, visto desde un velero con sus navegantes sirviéndose cava; la cursa a pelo de la madrugada del 28; los momeroters levantando el alcalde, David Boto, a pesar de que este los recordara que no pesa paso poco; los técnicos de Cultura y de los Equipos de Apoyo al centro de control durante la Noche Loca; los obispos y rectores cambiándose de ropa a la vicaría antes de la Misa de Las Santas y la puerta de Santa Maria abriéndose para dejar a los primeros feligreses del oficio... Fotografías que se mezclan con otras que representan la quotidianeïtat de las Santas, sea qué sea el día y el año de la fiesta; gente haciendo un frankfurt a La Riera, los abuelos de la residencia de Sant Josep viendo bailar las figuras, o jóvenes bien clapats en plena calle de buena mañana después de una noche muy movida. Contrastes de edades, de estampas, de maneras de vivir la Fiesta Mayor.
"Hice más de 10.000 fotos. Es mi manera de trabajar: disparar mucho y después seleccionar"
A Gallofré cubrir Las Santas de principio a final no es algo que le viniera de nuevo, puesto que trae más de una dèacada haciéndolo para Renacuajo. Pero el reto de mostrar la fiesta desde una óptica personal, diferente a la de hasta ahora, era grande. A pesar de todo, decidió no "preparar" muchos instantáneas, excepto algunas localizaciones preestablecidas, y dejarse llevar por los acontecimientos. "Me centré en el fotoperiodismo, que es donde siento cómodo: encontrarte en plena acción, ver qué pasa y allá y entonces, de manera natural, buscar un ángulo diferente, expresar tu punto de vista", destaca. A la espera de captar el momento especial, o el giro inesperado de los acontecimientos. Por ejemplo, la noche del DisSantes, cuando un aguacero sobrevenido obligó a cancelar los conciertos pero los miles de jóvenes congregados ni mucho menos quisieron marchar a casa. La fiesta siguió con un DJ improvisado y con todo el mundo xop bailando cómo en una segunda Rociada, y de allá salieron algunas de las mejores fotografías de la exposición. Es la sensación de naturalidad, de captura del momento, que predomina al Ateneo. De captura de momentos de joya de los "Santeros" que dan título a la exposición. Cómo dice el crítico de arte Pere Pascual en el texto introductorio, Gallofré "ha entendido perfectamente que la fiesta no son los actos, la historia, la tradición... que la fiesta es la gente, aquella que haciéndola suya la perpetúa pero a la vez la hace diferente cada vez y en cada persona".
El montaje de la exposición
Un golpe seleccionadas las 70 fotografías, como mostrarlas a la exposición? Esta es la pregunta que se hizo Gallofré, y para encontrar la respuesta contó con la ayuda del artista mataroní Perecoll, que se ha hecho un harto, de colgar cuadros a paredes. Juntos acabaron descartando el orden cronológico para acabar colgando las fotos según afinidades estéticas o temáticas. De este modo, el relato que el conjunto de imágenes acaban mostrando al espectador no es lineal ni evidente, sino más bien coral, el fruto de una experiencia colectiva, un garbuix de días y noches, de momentos concretos y de atmósferas predominantes, de pequeños detalles y de grandes explosiones. El que son Las Santas, en definitiva.[banner-AMP_5]
La exposición se inaugura este viernes, día 1, en las 19.30h al Ateneo de la Fundación Iluro