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Joaquim Arenas

Jesús Tuson en el recuerdo

En los casi cuarenta años de la instauración oficial de la lengua catalana en el país y con él a la educación, comprobamos que este proceso ha necesitado de elementos diversos y briosos para llegar a lograr el grado de implantación actual, que si bien no es el deseable como correspondería en un país soberano con conciencia nacional, no se puede negar que la batalla entregada para conseguirlo ha sido épica y constante. Una batalla, la de la lengua, que ha contado con varios sectores comprometidos de la sociedad catalana, a pesar de los avatares que han provocado minorías disidentes de la catalanidad.

Un compromiso absolutamente necesario para planificar y emprender con lucidez y efectividad la recuperación de lengua. Lucidez y seguridad.

No haremos una historia de cada uno de aquets sectores, pero hoy tenemos que remarcar el apoyo tan imprescindible como estimable y enriquecedor por el aval que ha representado y representa todavía el que ha dado y aporta el ámbito universitario.

Se escau, según considero, esta reflexión en esta días que lamentamos el traspaso del profesor Jesús Tuson sudara producido.

Ensartado en el teleférico que trae a las comarcas más otras de Soldáis, Andorra, me enteré del traspaso de este sabio catedrático, recercador constando en el campo de la lingüística y de las sociolingüística universal.

Apenas llegado la cumbre, me acerqué al lugar donde podían servirme alguna bebida caliente. Una chica argentina, que hablaba catalán, me explicaba que era de Mandoza, ciudad donde había nacido y en la conversación me decía que en Argentina hay gente de toda procedencia, pero que de argentinos autóctonos, bono y no restan. Ah, eso sí, decía, todos somos argentinos y nos sentimos. Cuando le pregunto qué cosa, quim vínculo, había entre un italiano y un irlandés para considerarse ambos argentinos. Me responde con toda normalidad: "Todos hablamos argentino". Quería decir, está claro, español de Argentina. No pude dejar de recordar que el profesor traspasado me había dicho, con otras palabras, una cosa parecida en relación a la cohesión que proporciona la lengua en la población.

Jesús Tuson fue un firme avalador de la batalla por la lengua con su serenidad de estudioso, poniéndose al servicio de la causa del idioma, como factor social de cohesión, como valor intrínseco del pueblo y a esto hay que añadir su defensa de la pluralidad lingüística.

Cuando el catalán hizo los primeros pasos en carácter oficial en la escuela, ante los manifiestos contrarios a exigua normalización, su consejo fue de gran aprecio por oportuno, sincero y fundamentado. Y cuando a medios ochenta se va introducido el Programa de Inmersión Lingüística a las escuelas con gran mayoría de niños de habla familiar no catalana. Jesús Tuson fue un claro defensor, siempre con el tono propio de un científico.[banner-AMP_5]

La obra del lingüista traspasado ha sido muy leída por miles de maestras y seguida de forma directa por enseñantes en las numerosas escuelas de verano organizadas por la Escuela de Maestras Rosa Sensato en las cuales él participaba reconocido como sabio, y plenamente mentalitzat en cuanto a la cuestión de la lengua catalana y las lenguas oficiales del Estado español.[banner-AMP_6]

Aquellos que por circunstancias de promoción cultural o profesionales nos va madriguera,re la responsabilidad de tener que salir adelante y en primera línea el proceso de normalización lingüística de la Enseñanza en Cataluña tuvieron en Tuson el apoyo sapient de este conocedor del hecho lingüístico universal.

Dos frases suyas que no paro de mencionar siempre me refiero a la riqueza que constituye la diversidad lingüística "Todas las lenguas tienen que ser respetadas" y otra frase que podría ser lapidària : "Las lenguas universales, todas sin excepción, han sido precedidas por un ejército".[banner-AMP_7]

Cuando Tuson llegó a Cataluña, él era valenciano de origen, ejerció de profesor a la antigua normal de la calle Melcior de Palacio en Barcelona, se expresaba en castellano y empezó a esguardar las cosas de otro modo con el contacto con la sociedad catalana y lo hizo patente con profundidad. Y es hizo suya la lengua del país, a la cual ha servido con fidelidad, valentía y amabilidad. Sólo hay que leer alguna de sus obras "El lujo del lenguaje" - Empúries 1986, "Mal de lenguas, en el entorno de los prejuicios lingüísticos" - Empúries 1988, "Patrimonio natural. Elogio y defiende de la diversidad lingüística" - Empúries 2004, o " Quince lecciones sobre el lenguaje (y algunas salidas de tono)" - Ahora Libros 2011.[banner-AMP_8]

El profesor que hemos perdido desgraciadamente ha sido un maestro que, en cuestión lingüística y sociolingüística, nos ha ayudado a pensar y a ordenar el pensamiento.

Gracias, Jesús Tuson.