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Pere Pascual

Josefa Tolrà - Bastante Fluídica

Como una excepción cuando habría ser costumbre, Can Palacete acoge hasta final de marzo una majestuosa exposición, -una de las mejores de su historia -, que sirve para descubrir y recordarnos el arte de Josefa Tolrà, un personaje de Cabrils dotada de gran energía psíquica que refugiada en su cortijo ejercía de mèdium y era capaz de pintar y discursejar en estado de tránsito.

Josefa Tolrà fue descubierta a mediados de los años cincuenta por un grupo de artistas e intel•lectuals vanguardistas , entre los que destacan los nombres de Cirici, Brossa, Tàpies o Villèlia que se reunían en su cortijo para escuchar y ver el hacer de la “Pepeta” de Cabrils, llegando a presentar sus obras a la mítica sala Gaspar.

Olvidada desde su muerte, ahora hace 54 años, y recuperada al Reina Sofía con una serie de obras procedentes del antiguo MEAC, ahora de la mano de Cultura y ACM, Can Palacete acoge la primera visión de cariz antológico de su obra, que nos permite adentrarnos con cuidado y precisión en las peculiaridades creativas y artísticas de la autora.

Establecida la exposición en cinco ámbitos separados en un sentido conceptual, podemos acercarnos a sus escritos, prosas, poemas y dichos ...(Narrar el verbo), coger la plasticidad y belleza del suyos bordados, sedas , flores... ( Tejer los hilos ), adentrarnos en el peculiar misticismo religioso ( Hacer el silencio), movernos en el espectro de sus fantasías astral y su estado de mèdium ( Cerrar los ojos ) y finalmente sumergirnos en sus historias, paisajes y leyendas ( Abrir los ojos).

Difícilmente el comentario de la exposición se puede estructurar en las bases habituales, dones la propia autora era lejana. Su hacer sólo se puede entender como un hecho aislado de personalidad especial , aquí los psicólogos y los para psicólogos tienen mucho que decir. Pero si que paga la pena enfrentarse a sus expresiones artísticas como los que sueño , elementos puros genes mediatitzats, reflejo perfecto de su personalidad “anormal”, entendiendo como “normal” el que es de habitud- en este concepto por ella expresada como “fuerza fluídica” que nos habla de una acción directo “mente – dibujo”, sin ningún tipo de filtro, el que la hace absolutamente diferente tanto de los artistas surrealistas, como de los “naïfs” de los que tenía figura cercana en la vilassarenca Carme Rovira.

Una exposición que precisa de una atenta mirada. Hace falta deturar-se en sus formas, en las peculiares estructuras, y como no en sus escritos. Unas formas evidentemente artísticas , aunque sean dispersas verso los conceptos tradicionales del arte con el que se empareja en esta expresión íntima y personal de sus vivencias. Una magnífica exposición que hay que visitar en repetidas veces para empaparse del hacer de esta autora especial que de la mano de Cultura nos llega ahora en una exposición doctoral absolutamente digno de cualquier Museo importante y que no se tiene que dejar perder de cabeza de las maneras.