Julie Byrne es londinense pero de familia irlandesa, así que mantiene un pie a cada lugar. Llegó a Mataró cuando tenía 24 años, hace casi 30. Más de la mitad de su vida a la capital del Maresme, donde tiene dos hijos jóvenes. Durante todo este tiempo ha hecho de profesora de inglés a International House, de dónde es la subdirectora. Cuando vinieron aquí su marido encontró trabajo a Donostia y pensaron que podrían vivir a las dos ciudades y visitarse de manera periódica en tren. Un año después de intentarlo, después de muchos viajes que duraban bastante más horas del que se esperaban, decidieron casarse e instalarse definitivamente en la capital del Maresme. Hasta hoy.
A que te dedicas?
El trabajo que encontré aquí cuando llegué fue de profesora de inglés directamente. International House te buscaba el lugar y me salió el trabajo aquí en Mataró, a pesar de que yo no sabía como era ni conocía nada de la ciudad. Desde entonces, he sido toda la vida trabajando de profesora y ahora además soy subdirectora de la escuela.
Te adaptaste bien?
Sí, tenía muchas ganas. Vine hablando italiano, pero no sabía ni catalán ni castellano. Además de dar clases para aprender las dos lenguas, con el paso del tiempo y con las ganas que ponía acabé hablando bien los dos idiomas. Cómo era joven, era muy fácil hacer amigos. Además, como entonces aquí en Mataró había pocos extranjeros, éramos la novedad. La gente no hablaba inglés como por ejemplo y yo aprovechaba para practicar el idioma.
Qué te sorprendió?
Yo no quería venir aquí porque tenía la impresión que era el típico lugar de turismo de fiesta y jóvenes. Tenía la impresión de qué España sólo era un lugar troco para ir de vacaciones. Después vi que era un lugar rico e increíble culturalmente. Mataró tiene muchas cosas: edificios muy guapos, una historia muy bonita, aspectos interesantes... El centro antiguo, por ejemplo, me gusta muchísimo. La ciudad lo tenéis que valorar más, a mí me sorprendió muy positivamente y todavía me sigue sorpresiva.
Qué diferencias destacarías respecto a tu país?
Cuando llegué, la falta de extranjeros sobretodo. En Londres, cuando iba a la escuela, había gente de todos los colores y todos los países y aquí erais todos nacidos al país. Con el paso de los años, cuando traje mi hijo a la escuela, ya vi que la cosa cambiaba. Otro aspecto que destaco es que aquí tenéis horarios muy cerrados, sobre todo por el trabajo. No puedes salir entre semana (allá en cambio sales a las 17h y puedes ir a un restaurante, por ejemplo) y pienso que sería mejor acabar la escuela y el trabajo antes. Por último, otro aspecto a valorar es que aquí la gente es mucho más abierta y todo el mundo habla con todo el mundo.
Alguna anécdota?
Los bocadillos de tortilla. No entendía como se podía meter la tortilla dentro del pan, sobre todo porque allá los bocadillos son más consistentes y aquí son más secos. Aún así, al final me ha acabado gustando.
Qué echas de menos?
Puede sorprender, pero el clima. Aquí es cómo si no hubiera tiempo, hace solo o no, calor más o menos, ahora podríamos ir a tomar el solo... Pero el sol tampoco es bueno siempre. El tiempo de allá a mí me gusta, aunque sean días grises y de lluvia. Si te vistes bien puedes salir y aprovechar mucho, es un país muy bonito y tengo un vínculo especial.
Después de 30 años, has visto alguna evolución aquí?
Traigo muchos años en Mataró y he visto pasar muchas cosas al país. Era un país "nuevo" cuando vinimos porque hacía poco que se había muerto Franco y estabais en pleno proceso de cambios. Por ejemplo, se celebraba que ya se podían dar clases en catalán. había un ambiente de futuro y de esperanza. Ahora esto ha cambiado por la política y la crisis y se ha pasado de la euforia de salir de la dictadura a la vida real de lucha.
Sigues conectada en Londres y en Irlanda?
En Irlanda mucho, porque tengo allá a mi madre, tiets y primos. En Londres tengo mi hermano y algunos amigos y cuando voy todavía pienso que es una ciudad increíble. Con el tiempo veo que la experiencia en Mataró ha sido y es muy buena pero que me hubiera gustado estar más cerca de la familia. Se echa de menos.
A que te dedicas?
El trabajo que encontré aquí cuando llegué fue de profesora de inglés directamente. International House te buscaba el lugar y me salió el trabajo aquí en Mataró, a pesar de que yo no sabía como era ni conocía nada de la ciudad. Desde entonces, he sido toda la vida trabajando de profesora y ahora además soy subdirectora de la escuela.
Te adaptaste bien?
Sí, tenía muchas ganas. Vine hablando italiano, pero no sabía ni catalán ni castellano. Además de dar clases para aprender las dos lenguas, con el paso del tiempo y con las ganas que ponía acabé hablando bien los dos idiomas. Cómo era joven, era muy fácil hacer amigos. Además, como entonces aquí en Mataró había pocos extranjeros, éramos la novedad. La gente no hablaba inglés como por ejemplo y yo aprovechaba para practicar el idioma.
Qué te sorprendió?
Yo no quería venir aquí porque tenía la impresión que era el típico lugar de turismo de fiesta y jóvenes. Tenía la impresión de qué España sólo era un lugar troco para ir de vacaciones. Después vi que era un lugar rico e increíble culturalmente. Mataró tiene muchas cosas: edificios muy guapos, una historia muy bonita, aspectos interesantes... El centro antiguo, por ejemplo, me gusta muchísimo. La ciudad lo tenéis que valorar más, a mí me sorprendió muy positivamente y todavía me sigue sorpresiva.
Qué diferencias destacarías respecto a tu país?
Cuando llegué, la falta de extranjeros sobretodo. En Londres, cuando iba a la escuela, había gente de todos los colores y todos los países y aquí erais todos nacidos al país. Con el paso de los años, cuando traje mi hijo a la escuela, ya vi que la cosa cambiaba. Otro aspecto que destaco es que aquí tenéis horarios muy cerrados, sobre todo por el trabajo. No puedes salir entre semana (allá en cambio sales a las 17h y puedes ir a un restaurante, por ejemplo) y pienso que sería mejor acabar la escuela y el trabajo antes. Por último, otro aspecto a valorar es que aquí la gente es mucho más abierta y todo el mundo habla con todo el mundo.
Alguna anécdota?
Los bocadillos de tortilla. No entendía como se podía meter la tortilla dentro del pan, sobre todo porque allá los bocadillos son más consistentes y aquí son más secos. Aún así, al final me ha acabado gustando.
Qué echas de menos?
Puede sorprender, pero el clima. Aquí es cómo si no hubiera tiempo, hace solo o no, calor más o menos, ahora podríamos ir a tomar el solo... Pero el sol tampoco es bueno siempre. El tiempo de allá a mí me gusta, aunque sean días grises y de lluvia. Si te vistes bien puedes salir y aprovechar mucho, es un país muy bonito y tengo un vínculo especial.
Después de 30 años, has visto alguna evolución aquí?
Traigo muchos años en Mataró y he visto pasar muchas cosas al país. Era un país "nuevo" cuando vinimos porque hacía poco que se había muerto Franco y estabais en pleno proceso de cambios. Por ejemplo, se celebraba que ya se podían dar clases en catalán. había un ambiente de futuro y de esperanza. Ahora esto ha cambiado por la política y la crisis y se ha pasado de la euforia de salir de la dictadura a la vida real de lucha.
Sigues conectada en Londres y en Irlanda?
En Irlanda mucho, porque tengo allá a mi madre, tiets y primos. En Londres tengo mi hermano y algunos amigos y cuando voy todavía pienso que es una ciudad increíble. Con el tiempo veo que la experiencia en Mataró ha sido y es muy buena pero que me hubiera gustado estar más cerca de la familia. Se echa de menos.