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J. Camero

capgros.com

L’argumento de Ventdeplà s’inspira en la polémica de Can Fàbregas

La trama de la popular serie de Tv3 incluye un conflicto alrededor de una fábrica que se tiene que echar en tierra para construir un centro comercial

Ventdelplà está sublevado. En el pueblo corre la berrea que echarán en tierra una fábrica para construir un centro comercial. Al bar Tramuntana es tema de conversación. Marcela, propietaria del establecimiento e Isabel, una labradora del pueblo, se exclaman de la noticia. “Un centro comercial a Ventdelplà! Nomes de pensar se me revuelve el estómago. Sólo quieren hacer pisos y pisos…”, dice Isabel. En Josep Monràs, un empresario sin escrúpulos que escucha el diálogo desde la barra del bar replica. “Ya es bien verdad que los labradores os quejáis por vicio. Es más trabajo por los jóvenes!” y añade que los centros comerciales “son el futuro”. El futuro equipamiento también es motivo de preocupación por la Dora, la propietaria de un pequeño supermercado, que cree que con la llegada del nuevo establecimiento tendrá que cerrar la paradeta. En cambio, en Jaume, un cliente habitual del súper, voz con muy buenos ojos la llegada de la operadora.

Este conflicto que tiene divididos los vecinos de la famosa serie de Tv3 es familiar a los mataronins porque guarda paralelismo con un caso real, el de la fábrica de Can Fàbregas. No es casualidad. El coordinador de guiones de la serie y corresponsable del argumento, Manel Bonany, se ha inspirado en el caso mataroní para construir esta trama. Un caso que conoce bien porque él es vecino de Mataró. “Está inspirado en el caso de Can Fàbregas, pero el argumento dentro de la serie se desarrolla libremente”, afirma Bonany. “Esta trama formaba parte de la próxima temporada, pero de acuerdo con Josep Maria Benet y Jornet se ha empezado a introducir en los capítulos finales de julio, porque faltaba argumento”, añade. Bonany no ha querido desvelar como acaba el conflicto del Can Fàbregas ficticio, a pesar de que en uno de los últimos capítulos una estudiante descubre que la fábrica tiene valor patrimonial. Ahora bien, a diferencia de la harinera mataronina, la fábrica de Ventdelplà está funcionando y tiene trabajadores contratados. Quizás no sean razones suficientes para parar el centro comercial. Habrá que esperar en septiembre.