El Ayuntamiento de Mataró no podrá disponer de los 11 millones de euros para inversiones que inicialmente preveía obtener este 2012 por la vía del endeudamiento. Un decreto emitido por el nuevo presidente del gobierno Mariano Rajoy impide que ayuntamientos como el de Mataró, con una ratio elevada de endeudamiento (de más del 80%) no puedan endeudarse más. La medida afecta a la práctica totalidad de los consistorios del Estado y los deja ligados de manso y pies, como se ha podido comprobar esta misma semana. El gobierno ha hecho pública la lista de proyectos que se quedarán sin dotación presupuestaria. Entre los proyectos que se quedan al cajón destaca la inversión de un millón de euros destinada a mejorar las calles de los entornos del futuro Corte Inglès, una actuación más que necesaria para preparar el comercio de la ciudad ante el impacto de la locomotora comercial. Tampoco la reforma de la Plaza Grande se podrá salir adelante, ni la reforma de la Plaza Joan XXIII ni proyectos bastante menos ambiciosos pero sí que igualmente necesarios, como por ejemplo la mejora de los pavimentos de diferentes lugares de la ciudad. Que en momentos de dificultades económicas el gobierno del Sido quiera implementar medidas de contención y ahorro es comprensible, pero que se comprometa el futuro de las ciudades de manera tan indiscriminada tampoco ayuda. Es cierto, pero, que en Mataró la situación también se ve agravada por la situación de Pumsa y la ciudad está atrapada como un pescado que se muerde la cola.