El popular estanco número 7 de la Plaza de Cuba cambiará próximamente su aspecto. El establecimiento, casi centenario, ha conservado hasta ahora su interior de madera original. Pero el actual gerente, Maria Teresa Puig, ha decidido traspasar el negocio y los nuevos propietarios ya han anunciado la intención de modernizar su interior. A partir del próximo lunes día 5 el estanco ya estará en manso de sus nuevos gerentes, que lo mantendrán abierto durante dos o tres semanas antes de cerrarlo para realizar las reformas. Las obras supondrán un cambio radical en el aspecto del establecimiento.