La calle Bonaire ha festejado por segundo año consecutivo este fin de semana la fiesta de su vial con una cena a la fresca que congregó sábado día 10 casi doscientas personas, según el presidente de la asociación de vecinos de la calle, Jesús de Luis. El día siguiente domingo día 11 tuvo lugar una arrossada donde asistieron una octogésima de comensales, casi cincuenta más de los previstos. El éxito de los dos encuentros ha hecho que la comisión de vecinos se vea en corazón, de cara al año que viene, de consolidari la comida del domingo y de incluir un karaoke justo antes de la disco que se hace el sábado al atardecer.
Para identificar la fiesta de la calle, la comisión de vecinos ha decidido crear un logotipo propio, al estilo del que se ha hecho en la calle de San Juan. Así, han cogido el número del año 1616- que se puede leer en una de las casas históricas de la calle, la que está a tocar de la esquina con la calle de Sant Francesc de Asís, y lo han estampado en docenas de señeras que los balcons de la mayoría de las casas han lucido durante todo el fin de semana.
La fiesta se empezó a hacer el año pasado después de que, sorprendentemente, nunca se hubiera hecho una serenata popular en esta céntrica calle. Hay gente que tiene setenta y nueve y ochenta años y no se recordaba de haber vivido ninguna fiesta en la calle, acuerda de Luís. Un día dijimos de hacer una fiesta y así empezó todo, apunta el zapatero de la calle. La celebración se hace en estas fechas por motivos de logística, puesto que por el material que se requiere el Ayuntamiento y la asociación de vecinos del centro así se lo recomendó.
Para identificar la fiesta de la calle, la comisión de vecinos ha decidido crear un logotipo propio, al estilo del que se ha hecho en la calle de San Juan. Así, han cogido el número del año 1616- que se puede leer en una de las casas históricas de la calle, la que está a tocar de la esquina con la calle de Sant Francesc de Asís, y lo han estampado en docenas de señeras que los balcons de la mayoría de las casas han lucido durante todo el fin de semana.
La fiesta se empezó a hacer el año pasado después de que, sorprendentemente, nunca se hubiera hecho una serenata popular en esta céntrica calle. Hay gente que tiene setenta y nueve y ochenta años y no se recordaba de haber vivido ninguna fiesta en la calle, acuerda de Luís. Un día dijimos de hacer una fiesta y así empezó todo, apunta el zapatero de la calle. La celebración se hace en estas fechas por motivos de logística, puesto que por el material que se requiere el Ayuntamiento y la asociación de vecinos del centro así se lo recomendó.