La Orquesta Terrassa 48, una formación habitual a la temporada del Fomento Mataroní, presenta siempre conciertos temáticos, que van más allá de la simple interpretación de piezas musicales para dar a conocer un autor o un contexto histórico. Este 2013 han tomado como punto de partida la ciudad de Viena, una de las grandes capitales mundiales de la música, gracias a las orquestas, directores, escuelas, compositores, intérpretes y auditorios que atesora.
Este es el punto de partida que proponen en el programa de este concierto que ofrecerán al Fomento. Obras de compositores que tienen la ciudad de Viena como punto de encuentro, ya sea como nacimiento o como población donde desarrollaron una gran parte de su actividad musical.
En la primera parte del concierto, sonará la Sinfonía en Solo M de G.M.Monn, considerado uno de los padres de toda la escuela vienesa de compositores. Música fresca y que abre un incipiente periodo clásico. Seguidamente, una de las obras de juventud de W.A.Mozart, el Divertiment para cuerdas Hace M KV138 y, con ella, una obra también de juventud de F.Schubert: el Movimiento de Cuarteto D 68, pieza inacabada y que ya enlaza el clasicismo con el primer romanticismo musical.
En la segunda parte, tres obras de autores de plenitud romántica: Capriccio de R.Strauss, obra para cuerdas que forma parte de una de sus óperas y, con él, dos obras de F.Schreker, Intermezzo y Scherzo. Y, para acabar, tres de las Danzas Húngaras de J.Brahms, música festiva y llena de energía.
Este es el punto de partida que proponen en el programa de este concierto que ofrecerán al Fomento. Obras de compositores que tienen la ciudad de Viena como punto de encuentro, ya sea como nacimiento o como población donde desarrollaron una gran parte de su actividad musical.
En la primera parte del concierto, sonará la Sinfonía en Solo M de G.M.Monn, considerado uno de los padres de toda la escuela vienesa de compositores. Música fresca y que abre un incipiente periodo clásico. Seguidamente, una de las obras de juventud de W.A.Mozart, el Divertiment para cuerdas Hace M KV138 y, con ella, una obra también de juventud de F.Schubert: el Movimiento de Cuarteto D 68, pieza inacabada y que ya enlaza el clasicismo con el primer romanticismo musical.
En la segunda parte, tres obras de autores de plenitud romántica: Capriccio de R.Strauss, obra para cuerdas que forma parte de una de sus óperas y, con él, dos obras de F.Schreker, Intermezzo y Scherzo. Y, para acabar, tres de las Danzas Húngaras de J.Brahms, música festiva y llena de energía.