La celebración de la Audiencia Pública monográfica sobre vivienda dotacional volvió a poner en evidencia la separación entre los vecinos de la Figuera Mayor y el gobierno de la ciudad. El acto se convocó en respuesta a una petición de los propios vecinos, que no son partidarios a la construcción de una promoción de noventa pisos para jóvenes en un solar a la riera de Higuera Mayor donde inicialmente tenía que ir un equipamiento. Los vecinos han reiterado en diferentes reuniones mantenidas con el regidor de Vivienda, así como en sus intervenciones al pleno municipal, que no quieren pisos en un barrio que consideran bastante masificado y carecido de equipamientos básicos. A la Audiencia Pública se reafirmaron en un posicionamiento que dificulta enormemente la posibilidad de lograr ningún acuerdo. El gobierno, que defiende la necesidad de promover pisos protegidos para jóvenes y que se escuda en el compromiso recogido en el Plano Local para la Vivienda aprobada al pleno por unanimidad, se comprometió a mirar de ajustar el número de viviendas y a negociar con los vecinos los usos que se darán a los equipamientos que se construirán a los bajos de estos edificios. Por eso, se propuso de crear una comisión de trabajo en el marco del Consejo territorial de Mataró Norte donde se pueda llevar a cabo este proceso negociador. Pero ni siquiera esta oferta de diálogo fue muy recibida por unos vecinos cerrados en banda e instalados en una posición completamente inamovible que no deja entrever la salida a un conflicto que se tendría que resolver con una solución que no obligue a renunciar a la necesidad, urgente, de promover pisos sociales para jóvenes.