La remodelación de la biblioteca de Caja Laietana es ya una realidad. El equipamiento, en obras desde el verano pasado, empezó a funcionar ayer por la tarde, sin inauguraciones ni cortejos. "Estamos todavía en fase de pruebas", ha explicado la cabeza de comunicación y obra social de la entidad de ahorros, Ricard Navarro. "No queríamos que los procesos que ya funcionaban estuvieran parados debido a las remodelaciones todavía pendientes". Un golpe ampliada, la biblioteca tiene una superficie de 2.800 m2, prácticamente el doble del anterior, gracias a la conexión de los edificios que tiene la entidad de ahorros a las calles de en Pujol y de en Palau, respectivamente. Su remodelación ha requerido una inversión de cerca de 3 millones de euros y ahora cuenta con un fondo de 180.000 libros (70.000 de consultables), una sala multimedia con 24 ordenadores (del centenar que hay a todo el edificio), siete despachos con paredes de vidrio para trabajar en grupo, una amplia área infantil dividida por franjes de edad y una zona de lectura de diarios y revistas, entre otros espacios.
El acceso, pero, está reservado a los clientes de Caja Laietana, contrariamente al que pasaba hasta ahora con la biblioteca. Navarro prefiere sacar hierro a la decisión. "Es un paso más. Hay que tener en cuenta que el préstamo de libros y el aula multimedia del Ateneo ya requerían de tarjeta". Un golpe ampliado, el edificio cuenta con dos puertas de acceso, dos escaleras y cuatro ascensores. "Precisamos tener algo más de orden", afirma Navarro, "si no queremos que el espacio se convierta en un pasillo entre dos calles". De este modo, las personas que quieran acceder en el centro tendrán que abrir una cuenta corriente, si todavía no lo tienen, a Caja Laietana. El portavoz constata que el objetivo es que los usuarios "sean plenamente autónomos con la tarjeta" en todos los espacios de la biblioteca.
Más espacio para exposiciones
Con el traslado del Centro Multimedia, la planta baja del Ateneo se ha liberado. Navarro ha dicho que esto permitirá ampliar "en un 50%" el espacio expositivo actual que hay en el edificio de la calle Bonaire. "Las muestras tendrán más visibilidad en la calle", ha dicho el portavoz, que asegura que esta ampliación los permitirá "hacer más de una exposición simultánea u organizar muestras más grandes". El que todavía queda para decidir es el futuro de las 4 plantas de la antigua sede corporativa de la entidad a la plaza del Ayuntamiento.
El acceso, pero, está reservado a los clientes de Caja Laietana, contrariamente al que pasaba hasta ahora con la biblioteca. Navarro prefiere sacar hierro a la decisión. "Es un paso más. Hay que tener en cuenta que el préstamo de libros y el aula multimedia del Ateneo ya requerían de tarjeta". Un golpe ampliado, el edificio cuenta con dos puertas de acceso, dos escaleras y cuatro ascensores. "Precisamos tener algo más de orden", afirma Navarro, "si no queremos que el espacio se convierta en un pasillo entre dos calles". De este modo, las personas que quieran acceder en el centro tendrán que abrir una cuenta corriente, si todavía no lo tienen, a Caja Laietana. El portavoz constata que el objetivo es que los usuarios "sean plenamente autónomos con la tarjeta" en todos los espacios de la biblioteca.
Más espacio para exposiciones
Con el traslado del Centro Multimedia, la planta baja del Ateneo se ha liberado. Navarro ha dicho que esto permitirá ampliar "en un 50%" el espacio expositivo actual que hay en el edificio de la calle Bonaire. "Las muestras tendrán más visibilidad en la calle", ha dicho el portavoz, que asegura que esta ampliación los permitirá "hacer más de una exposición simultánea u organizar muestras más grandes". El que todavía queda para decidir es el futuro de las 4 plantas de la antigua sede corporativa de la entidad a la plaza del Ayuntamiento.