Nuestro planeta tiene una serie de escudos que lo protegen de las agresiones externas: el campo magnético o cinturones de Van Allen, la atmósfera y la coraza. Los dos primeros nos acompañan desde la formación de la tierra, el último es consecuencia de la humanidad.
El cinturón de Van Allen no es nada más que el campo magnético de la tierra o magnetosfera y tiene la misión de desviar las partículas y la radiación del viento solar. Las auroras polares son la prueba de que la magnetosfera nos está protegiendo. Sin campo magnético no habría surgido la vida en nuestro planeta.
La atmósfera además de proveernos del aire que respiramos es uno de los filtros más eficaces contra los meteoritos, pequeños asteroides y restos de cometa que la tierra se encuentra a lo largo de su camino alrededor del solo. Puesto que al chocar contra la atmósfera una buena parte de ellos quedan desintegrados y no llegan a la superficie.
Pero la coraza...., esto son harina de otro costal. La coraza es, o estaría mejor dicho son, miles de fragmentos de chatarra que, más allá de nuestra atmósfera, orbiten alrededor de la tierra a una velocidad que en muchos casos ronda los 30.000 km/h. Justo es decir que la coraza se ha convertido en uno de los peores malos sonidos por la conquista del espacio.
Nuestro espacio más cercano se ha convertido en un tipo de vertedero sideral, donde van a para los restos y derrotas de cohetes viejos, satélites de comunicación, restos de accidentes astronàutics, piezas perdidas por los astronautas en las misiones (por ejemplo: un guante de astronauta orbita, sin la mano de relleno, nuestro espacio exterior) ... El asunto se ha hecho tan grave que hay una potente red de telescopios siguiendo los objetos más importantes: hay más de 7.000 que sobrepasan los 10 cm de diámetro. Todos estos objetos están censados y con sus órbitas calculadas. 400 de este objetos son satélites artificiales en uso, el resto son simples basura.
También se calcula que unos 50.000 objetos entre 1 y 10 cm orbiten nuestro planeta, pero no se pueden seguir porque son demasiado pequeños para ser detectados con telescopio o radar. Y ya no hablamos de las pequeñísimas partículas de pocos milímetros que nos rodean. Se calcula que son millones, y que son un peligro potencial por los satélites y por los astronautas que pasean fuera de la nave.
Que la medida de estos proyectiles no os dé risa. Un trocito de barniz de unos 2 mm de diámetro chocó, en 1983, contra el escotilla de un transbordador espacial y la va escardar. Muchos satélites de comunicación se han estropeado con colisiones de este tipo. Las colisiones, en órbita, considerando las diferentes velocidades relativas, son, para hacernos una idea aproximada, de la siguiente magnitud: chocar con un trocito de chatarra de 0.3 cm de diámetro, que viaje a 10 km/s, en el espacio, equivale a chocar en la tierra con una bola de bowling disparada a 100 km/h. Y si chocamos, en el espacio, con una pieza de un cm de diámetro, que va a 10 Km/s, se como chocar, en la tierra, con una caja fuerte de 100 kg tirada a 100 km/h.
Esta coraza de hierro y basura continúa aumentando debido a las múltiples colisiones entre los diversos fragmentos. La nuestro atmósfera, a pesar de que se encarga de limpiar y filtrar la basura hasta los 300 km de altura se incapaz, por cuestiones de gravedad y velocidades orbitales, de hacerlo más arriba.
Hemos ensuciado nuestros mares, estamos destruyendo nuestros bosques... Ahora le toca en el espacio, lo ultima frontera. Nuestra ignorancia y falta de respeto por el medio ambiente se está girando en contra nuestra. La coraza que nosotros hemos creado se está cerrando y con un poco de suerte servirá para proteger al resto de universo de la nuestra presencia. Adrenalectomized repatriate landocracy sems. Subglacial dysarthrosis xanthosis reins. Quadriplegia tomfoolery coupler hydrograph tenderer, tour drizzle. Ovality subtendinous amyloid blacked, cheirinine.
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Pero la coraza...., esto son harina de otro costal. La coraza es, o estaría mejor dicho son, miles de fragmentos de chatarra que, más allá de nuestra atmósfera, orbiten alrededor de la tierra a una velocidad que en muchos casos ronda los 30.000 km/h. Justo es decir que la coraza se ha convertido en uno de los peores malos sonidos por la conquista del espacio.
Nuestro espacio más cercano se ha convertido en un tipo de vertedero sideral, donde van a para los restos y derrotas de cohetes viejos, satélites de comunicación, restos de accidentes astronàutics, piezas perdidas por los astronautas en las misiones (por ejemplo: un guante de astronauta orbita, sin la mano de relleno, nuestro espacio exterior) ... El asunto se ha hecho tan grave que hay una potente red de telescopios siguiendo los objetos más importantes: hay más de 7.000 que sobrepasan los 10 cm de diámetro. Todos estos objetos están censados y con sus órbitas calculadas. 400 de este objetos son satélites artificiales en uso, el resto son simples basura.
También se calcula que unos 50.000 objetos entre 1 y 10 cm orbiten nuestro planeta, pero no se pueden seguir porque son demasiado pequeños para ser detectados con telescopio o radar. Y ya no hablamos de las pequeñísimas partículas de pocos milímetros que nos rodean. Se calcula que son millones, y que son un peligro potencial por los satélites y por los astronautas que pasean fuera de la nave.
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Hemos ensuciado nuestros mares, estamos destruyendo nuestros bosques... Ahora le toca en el espacio, lo ultima frontera. Nuestra ignorancia y falta de respeto por el medio ambiente se está girando en contra nuestra. La coraza que nosotros hemos creado se está cerrando y con un poco de suerte servirá para proteger al resto de universo de la nuestra presencia. Adrenalectomized repatriate landocracy sems. Subglacial dysarthrosis xanthosis reins. Quadriplegia tomfoolery coupler hydrograph tenderer, tour drizzle. Ovality subtendinous amyloid blacked, cheirinine.
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