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Álvaro Ruiz

La historia de en Marc

Tengo un nuevo vecino, junto a casa mía, siempre nos encontramos los miércoles y los viernes en mi calle, en el centro de Mataró, tocando la plaza Santa Ana, la plaza principal de la capital del Maresme. No se por qué, me dirigí a él le pregunté como se decía y por su vida, me dijo que tenía un hijo, y que su joven mujer estaba embarazada. Quizás por su juventud y parecido conmigo mismo o con cualquier hombre joven, su ropa comprada en la misma tienda que cualquier otro, su cabello cortado al estilo de un chico de poco mes de treinta años, me atreví a hablar con él, y me impactó tanto.

Mi nuevo vecino no vive a un piso cercano al mío, pide la caridad sentado en la calle de las Tereses, cada miércoles y viernes a la misma hora con su cartel escrito a mano, y la cabeza mirando en el tierra.

Es un joven diríamos normal, tan normal, tan común, que podría ser cualquier de nosotros, de nuestros hijos o hermanos y esto nos tiene que preocupar, por nosotros y por él, por, lo denominaremos, Marc.

El Gobierno catalán ha anunciado elecciones para el próximo mes de noviembre, el tema principal del debate de la pre-campaña y de la campaña será la independencia, el referéndum, las declaraciones de unos y otras y, por desgracia, todos, absolutamente todos los partidos del Parlamento caerán en este debate y olvidarán Marc.

Le dije que escribiría este artículo, y que no serviría para mucho, pero que no lo olvidaría y explicaría la suya historia: trabajador de una empresa de embalajes que cerró, sin indemnización, con un hijo otro para llegar y con el subsidio de desocupación agotado. Le dijo a su mujer que iría a pedir en la calle, pero no a cualquier lugar, en el centro de la ciudad, porque todo el mundo veías y se hiciera al cargo de la brutalidad de esta crisis. Ahora vive con familiares, lo desahuciaron, seguramente una de estas entidades financieras que han recibido ayudas por parte de la misma ciudadanía que ahora se ve presionada, maltratada, desahuciada, abocada a la catástrofe.

Yo no pienso hablar en estas elecciones de independencia, en estas ni a ningún otro sea autonómica, municipal o general, mientras continúen habiendo "Marcos", cerca de casa mía.