La lluvia ha perjudicado por tercera vez consecutiva diversas actividades programadas por el fin de semana en Mataró. El fuerte aguacero caído a lo largo de ayer domingo, día 25, obligó a suspender la fiesta solidaria de la ONG Creamón, y los actos previstos por aquel día en la fiesta popular de Cerdanyola. La festividad solidaria, que tenía el objetivo de recaudar material para Guinea Conakry, presentaba un apretado programa de actividades que la lluvia ha hecho aplazar, a pesar de que los organizadores todavía no saben qué día se podrá volver a hacer. En el caso de Cerdanyola, la lluvia impidió celebrar todos los actos de domingo por la mañana, entre ellos uno de los más destacados de esta edición, la Matinal intercultural, que tenía que contar con una quincena de entidades del barrio. "Era un acto muy interesante e importando para la organización, puesto que quería mostrar la interculturalidad de nuestro barrio", ha explicado Julián Hernández, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio. El comité de fiestas también están buscando otro día para poder celebrar este acto en concreto.
La tromba de agua, aun así, no consiguió deslluir toda la fiesta de Cerdanyola, que tuvo una de las participaciones más elevadas de los últimos años. Según Hernández, sábado por la noche el Parque de Cerdanyola estaba "completamente lleno" para asistir a los dos actas estrella, el concierto de lo Orquesta Caimán y el Castillo de Fuegos, que hacía dos años que no se celebraba. Cómo ya preveían los organizadores, el regreso del Parque de Cerdanyola como eje central de la fiesta, después de dos años en obras, ha sido muy importante para hacer aumentar la participación.
Por otro lado, otro acto afectado por la lluvia fue el 33è Concurso de colers sardanistes organizado por Repuntejant, que tenía que tener lugar domingo en la plaza de Santa Anna. La organización, pero, ya tenía reservado el pabellón de Cereza para hacer el concurso en caso de mal tiempo.
Un ciclo festivo con lluvia
Después de una larga temporada con los pluviómetros en paro, los aguaceros han hecho acto de presencia a la capital del Maresme acompañando el inicio del ciclo festivo, que tuvo lugar ahora hace tres semanas con la Feria de atracciones y las fiestas de Vía Europa - Nuevo Parque Central. En el caso de la feria, la lluvia provocó pérdidas ostensibles a los firaires y un descenso de público, mientras que al barrio de Vía Europa se vivió una auténtica odisea para poder celebrar su festividad.
La tromba de agua, aun así, no consiguió deslluir toda la fiesta de Cerdanyola, que tuvo una de las participaciones más elevadas de los últimos años. Según Hernández, sábado por la noche el Parque de Cerdanyola estaba "completamente lleno" para asistir a los dos actas estrella, el concierto de lo Orquesta Caimán y el Castillo de Fuegos, que hacía dos años que no se celebraba. Cómo ya preveían los organizadores, el regreso del Parque de Cerdanyola como eje central de la fiesta, después de dos años en obras, ha sido muy importante para hacer aumentar la participación.
Por otro lado, otro acto afectado por la lluvia fue el 33è Concurso de colers sardanistes organizado por Repuntejant, que tenía que tener lugar domingo en la plaza de Santa Anna. La organización, pero, ya tenía reservado el pabellón de Cereza para hacer el concurso en caso de mal tiempo.
Un ciclo festivo con lluvia
Después de una larga temporada con los pluviómetros en paro, los aguaceros han hecho acto de presencia a la capital del Maresme acompañando el inicio del ciclo festivo, que tuvo lugar ahora hace tres semanas con la Feria de atracciones y las fiestas de Vía Europa - Nuevo Parque Central. En el caso de la feria, la lluvia provocó pérdidas ostensibles a los firaires y un descenso de público, mientras que al barrio de Vía Europa se vivió una auténtica odisea para poder celebrar su festividad.