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Manuel Cusachs

La Marxeta número 28

La Agrupación Científico-Excursionista (ACE) organizó el pasado domingo día 22, su tradicional caminata popular "La Marxeta" –la número 28–, por tierras de Tordera, con la participación de más de 200 personas de todas las edades. Esta Marxeta de 13,4 kilómetros de recorrido la hemos hecho en un día soleado que nos ha permitido hacer una plácida paseada de unas cuatro horas por los entornos de Tordera. La bonanza del tiempo y un recorrido muy marcado por los bosques mediterráneos (encinas, pinos y robles) y las buenas vistas que hemos disfrutado han hecho mucho placiendo esta caminata colectiva. El inicio se hizo desde la ermita de Santo Ponç. Cuatro horas después prácticamente todo el mundo ya había acabado. El punto final siempre es un momento agradable que este año ha tenido la novedad que se ha celebrado en torno a una botifarrada y un traguet de vino a la misma ermita donde habíamos empezado la de Santo Ponç. Y como de costumbre un equipo barre ha enretirat todos los carteles indicadores y posibles desechos. El día siguiente nadie diría que por allí hubiera pasado tanta gente. El espíritu cívico (excursionista) es en alto aprecio.

La organización de la Marxeta en el tríptico editado decía que "De todas las zonas por donde se habían trazados las anteriores Marxetes, y ya son 28, habían transcurrido por la zona Central y del Bajo Maresme, nunca se había pasado de Canet. Quizás había que empezar a mirar hacia el Norte. La Marxeta de este año ha optado para acercarse en la Tordera". Justo es decir que una de las características que le da carácter es el hecho de que nunca se repite ningún itinerario. Un equipo de voluntarios muchos meses antes escoge un lugar de la comarca del Maresme, pide los permisos pertinentes y marca el itinerario. Es esta uno tarea anónima que no se ve pero que los asistentes agradecemos.

La primera Marxeta fue en 1988, cuando nadie más hacía. Desde entonces han aparecido "la tira". La mayoría por hasta solidarios organizadas por ONGs a favor de los enfermos de Alzheimer, contra el cáncer, los enfermos del Corazón, la Salud Mental, etc., con el denominador común de repetir el mismo itinerario por los alrededores de Mataró. La Marxeta –cómo he dicho– ofrece el valor añadido de descubrir itinerarios diferentes. Esto a los asiduos nos ha permitido descubrir lugares, rincones, bosques, carenas, cumbres, miradores, masías, accidentes geográficos desconocidos.

Bono y las distancias en el tiempo esta intencionalidad enlaza con los de los primeros excursionistas de finales del siglo XIX (recordáis que el ACE nació el 1898) movidos por el descubrimiento del país, de sus casas solariegas, ermitas, a partir del entorno más cercano. Era un excursionismo científico, erudito, que construyó el interés por el pasado del propio país. Muy cercano a la arqueología, a la investigación, a la investigación. Las mochilas iban cargadas con herramientas de estudio e investigación (trípodes, cuadernos, cintas métricas, llàpissos…). De aquellas salidas han quedado unos estudios cuidadosos que se hunden en las raíces de nuestro país. Se guardan planos, croquis, apuntes y un montón de imágenes en bloques o bellas imágenes de un ermita, una casa solariega, un paisaje, gracias a aquellas primitivas máquinas fotográficas.

Ahora delgada el aspecto deportivo, contemplatiu, de hermandad y buena camaradería que hace placiendo la paseada.

Este año, a diferencia de ediciones anteriores, todo el mundo ha hecho el mismo itinerario de sólo 13 kilómetros cuando normalmente hay un de largo (de unos 20 kilómetros) y otro de corto, de unos 12.

Hay que felicitar al ACE la organización de La Marxeta –la número 28– y espolearlos a descubrir nuevos rincones, parajes, lugares, de nuestra bonita y amable comarca del Maresme.