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El cementerio de los Caputxins de Mataró. Foto: R. Gallofré

Vern Bueno Casas

La muerte tiene un precio

Mataró estudia la creación de una funeraria municipal para abaratar el coste de los entierros, pero las empresas del sector no lo ven posible

El entierro más económico que se ofrece en Mataró cuesta 2.272 euros. En el caso de la incineración, se dispara por encima de los 2.800. Hablamos del que se considera un "servicio básico", que incluye el acondicionamiento del cadáver, la sala de velatorio, los recordatorios y las flores, entre otros. El servicio "medio" llega en los alrededores de 3.400 euros (4.000 en la incineración). Y aún así, se sitúa pe bajo de la media estatal, que se encuentra en unos 3.600 euros, según la Organización de Consumidores y Usuarios. Morir en Mataró no es especialmente caro si se compara con el resto del país, pero está claro que la muerte tiene un precio, y bastante elevado.

El entierro más económico que se ofrece en Mataró cuesta 2.272 euros, y el precio medio es de unos 3.400

El debate sobre los costes de los entierros y las incineraciones se ha puesto sobre la mesa en los últimos meses, a raíz de la intención de ciudades como Barcelona de impulsar funerarias municipales para intentar abaratar estos precios. Algo que las funerarias privadas como Cabré y Junqueras, que gestiona el único tanatorio que hay en Mataró (en el barrio de Cereza, y de propiedad 100% privada) consideran que no pasará, puesto que los costes son los que son para un servicio que requiere calidad, atención y seguridad, y que ellos ya los ajustan el máximo posible.

El Ayuntamiento de la capital del Maresme, pero, se ha comprometido a estudiar la propuesta presentada por el grupo de ICV-EUiA sobre la creación de una funeraria municipal. Los ecosocialistas consideran que esta sería la manera de romper "el monopolio actual en la ciudad", donde una única empresa privada cómo es Cabré y Junqueras (firma nacida precisamente en Mataró ahora hace 110 años) ofrece estos servicios. Apuntan que esto es una contradicción a la presunta "liberalización" de los sector -vigente desde el año 1996 a través de una directiva europea- puesto que a la práctica las restricciones administrativas y legales hacen que sólo grandes firmas puedan llevar a cabo la actividad y se acabe generando el citado monopolio. "Consideramos que hay que abaratar los precios y abrir el mercado, y apostamos sobre todo porque haya una funeraria pública", explica el portavoz de ICV-EUiA, Esteve Martínez.

Los servicios funerarios están, en teoría, 100% liberalizados, y el único tanatorio de la ciudad está en manso de Cabré y Junqueras

El Pleno municipal aceptó la propuesta, que compromete el Ayuntamiento a realizar un estudio, en un plazo máximo de seis meses, sobre la posibilidad de crear una funeraria municipal. El gobierno municipal no se cierra en banda, pero pone ciertas objeciones y no cree que sea fácilmente factible. Según fuentes municipales, lo dificulta que actualmente el consistorio ya esté afrontando otros procesos de posibles municipalitzacions, como es el caso del servicio de Mataró Buzo. También la indefinición legal a nivel estatal, con una cláusula a la Ley de Presupuestos que no clarifica si la municipalització permite la subrogación automática de los trabajadores del servicio. Además, a pesar de que la situación económica del consistorio ha mejorado en los últimos años, sigue teniendo todavía poco margen de maniobra.

Un sector teóricamente liberalizado

Los cementerios mataronins son prestados por el Ayuntamiento mediante concesión administrativa a una empresa privada, en este caso Cementerios Metropolitanos, la cual está participada para Caber & Junqueras. Los servicios funerarios, en cambio, no se conceden por concurso, sino que cualquier empresa los puede prestar en régimen de libre concurrencia, previa autorización del Ayuntamiento. El consistorio concede lds licencias a los solicitantes que reúnen los requisitos exigidos por el ordenanza municipal que regula las condiciones bajo las cuales se tiene que prestar el servicio. Esta ordenanza, según denuncia ICV-EUiA, es demasiado restrictiva y exigente, mucho más que la directiva europea de la cual emana, cosa que hace que a la práctica sólo se abre la puerta a grandes empresas que acaban ejerciendo un monopolio de facto. Cualquier firma podría competir, teóricamente, con Cabré & Junqueras en Mataró, pero a la práctica, tal y cómo reflexionan los ecosocialistas, las condiciones que se imponen son tan draconianes que ningún operador se puede atrever a hacerle sombra.[banner-AMP_5]

El caso de Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona es quien ha abierto, en Cataluña, la veda en el debate de la municipalització de los servicios funerarios. A partir del año 1996, con la liberalización del servicio, paulatinament los servicios funerarios municipales se fueron vendiendo las acciones a una empresa privada Mémora, que controla cerca del 80% del mercado a la capital catalana. Esta situación de casi monopolio ha hecho, según el actual gobierno municipal de Ada Coláis, que se haya disparado el precio de este servicio de forma excesiva. [banner-AMP_6]

Para revertirlo están intentando crear un operador público en el ámbito de los servicios funerarios, pero están topando con escollos importantes puesto que ninguno de las alternativas previstas es sencilla. Por un lado se han planteado recomprar parte de las acciones que en su momento se vendieron hasta llegar al 51%, cosa que depende del interés de la empresa para desprenderse. La otra opción sería estudiar como revertir la concesión en empresas privadas de los tanatorios barceloneses (tres son públicos pero concedidos con contratos de larga duración), cosa muy complicada puesto que se tendrían que detectar incumplimientos flagrantes del contrato. La vía que se está explorando seria la creación de un operador público o bien mixto con una empresa del sector. De momento Coláis todavía no cuenta con un acuerdo político suficiente, así que todo ello está en alto.[banner-AMP_7]

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