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Bassat, con dos obras de Ràfols Casamada a la Nave Gaudí.

Redacció

La Nave Gaudí centra la mirada al arte de los 90 para celebrar 10 años como espacio expositivo

Nombres Rafols Casamada o Argimon junto a varios artistas mataronins protagonizan la primera de las tres exposiciones que la Col·leccio Bassat dedicará a esta década

El Museo de Arte Contemporáneo de Mataró, más conocido como Museo Bassat y situado a la Nave Gaudí, celebra este 2020 su 10è aniversario. Durante esta década el consorcio formado por el Ayuntamiento y la Fundación Carmen y Lluís Bassat ha presentado un total de 10 exposiciones, la última de las cuales se inaugura este viernes, día 14, dedicada a las obras de los años 90 del siglo XX de la colección de arte contemporáneo catalán del publicista Lluís Bassat. 10 años que han servido para consolidar este proyecto museístico y para traer el arte catalán (con varios creadores mataronins representados) en todo el Estado y en países como los Estados Unidos.

Todo ello hace que la exposición que se puede visitar desde este viernes a la Nave, primer edificio firmado por el genial arquitecto Antoni Gaudí, sea muy especial y tenga un aire de celebración. En una presentación a la prensa, Bassat, acompañado de varios de los artistas que presentan obra y de la comisaria de la exposición, Núria Poch, se ha mostrado cofoi y exultando. "Es una de las mejores muestras que hemos hecho hasta ahora", ha explicado el coleccionista, para quien en 90 fue una década muy especial; la de los Juegos Olímpicos de Barcelona, por los cuales diseñó la ceremonia de apertura, pero también la que ha proveído de más obras a su colección: es tan extensa que para mostrar la década lo tendrá que hacer en tres exposiciones.

"Es una de las mejores muestras que hemos hecho hasta ahora", ha explicado el coleccionista, para quien en 90 fue una década muy especial; la de los Juegos Olímpicos de Barcelona

Una de las particularidades de esta primera es que cuenta con una amplia representación de obras de artistas mataronins, con pinturas de Perecoll, Josep Maria Codina, Rosa Codina-Esteve y Josep Serra. "No hay ninguna ciudad de la medida de Mataró que haya producido una generación de artistas tan buena, aquí ha pasado algo especial", ha recordado Bassat, que descubrió muchos de estos artistas en la exposición 'Tempus Huido' comissariada por el crítico de arte Pere Pascual y que representa obras actuales junto a las del inicio de su trayectoria de algunos de los creadores más destacados de la capital del Maresme.

Perecoll aporta dos pinturas, con el negro como protagonista, mientras que Josep Maria Codina tiene presencia con piezas alejadas de su estilo actual, con colores mucho más vivos. "He visto el rojo que utilizaba y he quedado impactado. Los 90 fueron una década convulsa para mí", ha relatado. En cuanto a Rosa Codina-Esteve, destaca un espectacular tríptico de más de tres metros de ancho en total donde pintó, en estricto blanco y negro, un gran clave. Un emotivo homenaje a su padre, que regentaba un taller mecánico donde el artista pasó muchas horas de niñez. "Sus abrazos, que ahora recuerdo muy lejanas, eran con olor de hierro. Con obras como esta intento mostrar que nada es frío, que todo tiene una trascendencia y una dignidad", ha explicado el artista.

La gran joya de la exposición es la presencia de una decena de obras de Albert Ràfols Casamada, uno de los grandes nombres del arte catalán del siglo XX, con quién Bassat mantuvo una relación muy estrechada desde los tiempos –en concreto la década de los 70- en que el publicista adquirió la Galería Adrià de Barcelona. Casamada es, junto con Albert Guinovart, el artista de quién Bassat posee más obras, un centenar de cada uno. A la muestra también hay representación otros grandes artistas como Daniel Argimon, la hija del cual ha asistido a la presentación, y de nombres más desconocidos como por ejemplo Miguel Zapata, Fernando Bellver o Jaume Genovart. El autor del texto del catálogo de la exposición es Ricard Mas, historiador y crítico de arte y experto en figuras como Dalí. "Los años 90 fueron prodigiosos históricamente, y por eso los artistas crearon sus obras en un caldo de cultivo muy especial", ha apuntado Mas, para quien el arte de la época se muestra "a caballo de unas vanguardias que se estaban acabando y la espera de la llegada de un nuevo mon donde las nuevas tecnologías se abrirían camino".[banner-AMP_5]