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Vern Bueno

La prisión se convierte en plató cinematográfico

Durante tres días, el edificio de la antigua prisión de Mataró acogió el rodaje de Zeru Horiek, adaptación cinematográfica de la obra de Bernardo Atxaga

El edificio de la antigua Prisión de Mataró, declarado bien histórico de interés cultural, fue durante la primera semana de agosto el plató de rodaje del telefilm Zeru horiek (Esos cielos), una adaptación de la novela homónima del escritor vasco Bernardo Atxaga. La película, coproduïda por la Compañía Vasca Audiovisual y Factotum para Televisión Española y dirigida por Aitzpea Goenaga, explica el regreso a casa de Irene (Nagore Aramburu), una mujer de Donosti encarcelada durante cuatro años en la prisión de Wad-Raído de Barcelona por pertenencia a la banda terrorista ETA, que consigue la libertad gracias a un programa de reinserción.

El viaje de regreso en autobús, que Irene aprovecha para reflexionar sobre su pasado y el futuro incierto que la espera, es el eje central de este largometraje de marcado tono político pero que también intenta expresar, en palabras de su directora, “el derecho de toda persona a cambiar, a tomar decisiones, arriesgarse y buscar un camino propio”.

Un edificio impresionante
El equipo de rodaje de la película, filmada en formato digital en diferentes localizaciones de la geografía vasca y catalana, se instaló el lunes 1 de agosto a la antigua prisión de Mataró y acabó el trabajo el 4 de agosto. El viejo edificio penitenciario servirá de decorado para los recuerdos o ‘flashbacks' de la experiencia de Irene a Wad-Raído y la convivencia que mantuvo con dos compañeras de celda, Margarita y Antonia.

La directora, Aitzpea Goenaga, justifica la elección de la antigua prisión de Mataró como plató de rodaje porque “es un edificio impresionante, que tiene algo especial y sus espacios dan mucho juego a la hora de filmar”. Así mismo, Goenaga ha explicado que trabajar en esta construcción ha resultado “mucho más sencillo” que rodar en la prisión barcelonesa de Wad-Raído, escenario original en la novela de Atxaga, donde el equipo se habría tenido que adaptar a las medidas de seguridad y a convivir con la dinámica diaria de los presos.

La antigua prisión de Mataró fue diseñada por el arquitecto Elies Rogent e inaugurada al año 1863, y fue el primer edificio penitenciario de España construido según el concepto panòptic, con dos unidades yuxtapuestas, una de planta rectangular y la otra semicircular. Sus características pioneras y el buen estado de conservación llevaron en el edificio, que hoy en día acoge varias entidades sociales de la ciudad, a ser declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 2001.